Prenafeta: "Pongo la mano en el fuego por Pujol; por su hijo mayor, un dedo"

Lluís Prenafeta, antigua mano derecha de Jordi Pujol, ha protagonizado este sábado una rara entrevista en Catalunya Ràdio. El secretario general de la Presidència de la Generalitat entre 1980 y 1990 ha hablado de su condición de independentista “ecléctico” y de sus problemas con los tribunales, pero sobre todo se ha detenido en la figura del ‘expresident’ catalán. 

Según Prenafeta, Pujol “se equivocó” al confesar en 2014 que su familia había tenido durante décadas en el extranjero una herencia millonaria sin declarar. “Pongo totalmente la mano el fuego por el ‘president’ Pujol. Pongo las dos manos. No se he metido un euro en el bolsillo. Por el hijo [Jordi Pujol Ferrusola], a lo mejor pondría un dedo”, ha señalado Prenafeta, de 84 años. 

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“Yo ya le había advertido al ‘president’, sin tener conocimiento de algo en concreto, que su hijo estaba intentando hacer no sé qué en Tarragona, porque a mí me lo decían. Hasta que un día él me pidió: ‘No me hables más de Jordi”, ha explicado el exsecretario general de Presidència, quien ha explicado también que su relación con Pujol padre sigue siendo “excelente y constante”. 

“Yo por encima de todo he admirado a tres personas: Winston Churchill, Josep Pla y Jordi Pujol”, ha dicho Prenafeta, que en 2017 pactó con la Fiscalía dos años de cárcel por su implicación en el ‘caso Pretoria’, relativo a la corrupción urbanística por parte de cargos de Convergència y el PSC en varios municipios barceloneses. 

La opinión de Prenafeta sobre los sucesores de Pujol en la política catalana no es tan buena. “Soy independentista, pero pongo mucho énfasis negativo en cómo se quiere hacer la independencia en este país -ha dicho en la entrevista-. Sobre todo, teniendo en cuenta la extraordinaria fuerza de los enemigos de la independencia en Catalunya. ¿Cómo se puede conseguir la independencia con un Estado que domina todos los resortes? Los políticos independentistas no sabían a quién se enfrentaban. No saben qué es España. Pujol me dijo una vez con España no pongamos los dedos en la boca, que muerde”.