Anna Erra nombra a Albert Capelleras como nuevo secretario general y acaba con la interinidad del Parlament

La vacante de secretario general del Parlament era el último eslabón que quedaba por resolver de la situación de interinidad que vivió la Cámara catalana, durante más de un año, con la suspensión de la anterior presidenta Laura Borràs por su caso judicial. Finalmente, este lunes, se ha resuelto. El letrado Albert Capelleras ha sido nombrado propuesta de la presidenta de la Cámara, Anna Erra, como nuevo ocupante del cargo.

Capelladas es licenciado en derecho y en Ciencias Políticas y Sociología y tiene a sus espaldas un largo bagaje en el ámbito de la administración pública, llegando a ser director de la Oficina del Govern entre 2008 y 2014, puesto que encadenó después con el de letrado de la asesoría jurídica de la Sindicatura de Comptes. Fue en marzo de este mismo año cuando entró en el Parlament como letrado.

Erra, que desde que accedió a la presidencia del Parlament en junio, se había propuesto acabar con la interinidad de la institución, ha elevado su nombre a la Mesa -que lo ha escogido por asentimiento- tras hacer una ronda de consultas con el resto de los letrados. Fuentes de la presidencia de la Cámara aseguran que ha sido elegido por su amplia experiencia.

¿Quién es Anna Erra, la 'turullista' que releva a Laura Borràs en el Parlament?

Fin de la interinidad

Hacía más de un año que el puesto estaba vacante, tras la dimisión en junio de 2022 de Esther Andreu motivada por la polémica que acarreó el nombramiento de su hijo como ujier interino. Antifrau determinó que no había gestionado adecuadamente la situación, al no haber informado del conflicto de intereses.

Borràs no llegó a nombrar un sustituto antes de su suspensión y, hasta la fecha, el letrado mayor Miquel Palomares -que seguirá en el cargo- ha ejercido las funciones de forma provisional.

Andreu, además, tuvo varios incendios mientras estuvo al frente de la secretaría general. Primero se la acusó de ocultar información con la polémica de las licencias por edad y después terminó acusando al letrado Antoni Bayona por acoso psicológico a una archivera que quedó en nada, aunque el momento más agrio fue el encontronazo con Borràs por la retirada del escaño al exdiputado de la CUP, Pau Juvillà.