Negociación con el PSOE

ERC vincula una Mesa progresista en el Congreso con el avance del diálogo en Catalunya

Dos jueces del Constitucional aprovechan su mayoría conservadora en vacaciones y rechazan el recurso de Puigdemont

Lo que supone para el PSC tener o no la presidencia del Congreso

jordà teresa congreso

jordà teresa congreso / J. J. Guillén / EFE

Miguel Ángel Rodríguez

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Continúan las negociaciones para conformar la Mesa del Congreso. A una semana de que se constituyan las Cortes el bloque progresista aún no ha cerrado un acuerdo para hacerse con la mayoría en este órgano, aunque la predisposición es a entenderse. La diputada de ERC, Teresa Jordà, ha asegurado que han mantenido varias conversaciones con el PSOE y que este mismo jueves se iban a reunir de manera presencial para lograr una mayoría progresista en la Cámara baja. A su entender, que el bloque de la izquierda se haga con cinco de las nueve sillas que componen esta institución -incluida la presidencia- sería un primer paso para "avanzar en Catalunya", dado que resultaría más sencillo negociar ciertos asuntos en el Congreso. Sin embargo, más allá de eso, ha primado la discreción.

"Lo más importante para avanzar en Catalunya es poder negociar y hablar. Esto es mucho más probable con una Mesa supuestamente progresista. En esto estamos y de aquí no nos movemos", ha sentenciado a su llegada a la Cámara baja para presentar sus credenciales de diputada. "Ante la posibilidad de que esté presidida por el PP o por el PSOE preferimos siempre ponernos del lado del supuesto progresismo español", ha insistido minutos después. Sin embargo, pese a esta clara predisposición hacia los socialistas, Jordà ha recordado que esto no significa que "el voto de ERC sea un voto gratis".

Una de las contraprestaciones, como ella misma ha indicado, sería que la Mesa les permita tener grupo parlamentario propio, dado que no cumplen los requisitos necesarios. Jordà ha señalado que el PSOE ya ha "garantizado" este compromiso a través de los medios de comunicación. Además, como ya hizo en una entrevista con EL PERIÓDICO, la parlamentaria de ERC ha admitido que la presidencia de la Mesa debe recaer sobre los socialistas.

Sobre este asunto, ni Jordá ni el diputado del BNG, Nestor Rego, que también ha desfilado por el Congreso, saben aún a quién propondrá el PSOE después de que Meritxell Batet renunciara a permanecer en el cargo. "Hasta el día de hoy no hemos hablado de la composición de la Mesa", ha dicho la republicana catalana tras restar importancia al detalle de los nombres que se puedan barajar. Además, la negociación más parlamentaria no terminará el próximo jueves, sino que después se deberán repartir también las presidencias de las distintas comisiones. En la pasada legislatura, ERC estuvo al frente de la de Industria.

La investidura

Sobre lo que no ha dado ninguna pista es sobre la negociación para investir a Pedro Sánchez. La republicana catalana ha recalcado que actualmente todas las interlocuciones pivotan sobre el próximo día 17 de agosto, con la constitución de las Cortes, y que el resto de conversaciones llevan "otro calendario" distinto. Lo único de lo que ha advertido es de que se trata de un "tema extremadamente complicado" y ha reiterado que están manteniendo contactos con Junts para lograr un posicionamiento conjunto "porque es una palanca de fuerza". "Es una ocasión de oro", ha resumido.

La prudencia de Jordà a la hora de hablar de las negociaciones ha ido de la mano de las reservas del ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños. "Creo que no voy a ser muy original. Creo que es esencial que seamos discretos, responsables y prudentes. Cuando haya noticias y acuerdos se les comunicará a ustedes", ha respondido a las preguntas de la prensa. Según después reiteraba que no iba a hablar ni de qué conversaciones está llevando a cabo el PSOE, ni el contenido de las mismas, ni quiénes son los interlocutores.

Puigdemont y el TC

Desde este miércoles, en las negociaciones hay un nuevo elefante en la habitación, la decisión del Tribunal Constitucional (TC) de inadmitir a a trámite el recurso que presentó el expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont contra la orden de detención que dictó el Tribunal Supremo por los delitos de desobediencia y malversación. A nadie se le escapa que este paso puede echar por tierra el acuerdo con Junts y dificultarlo con ERC. Jordà ha tachado la decisión de "una verguenza de primer orden", mientras que Bolaños ha evitado entrar en la polémica asegurando que muestra "todo el respeto" al TC y que confía en que "todas las resoluciones serán conforme a derecho".