Elecciones 23-J

Bildu disputa al PNV la hegemonía en Euskadi tras ser señalado por PP y Vox

Feijóo habla ya de mayoría absoluta y mira al PNV para evitar a Vox

Sánchez garantiza que mantendrá los puentes con ERC y Bildu si gana

matute esteban

matute esteban / Kiko Huesca / EFE

Miguel Ángel Rodríguez

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Si se hiciera una película de la XIV legislatura del Congreso de los Diputados -la que se cerrará el próximo domingo- en el cartel promocional debería aparecer el nombre de EH Bildu. Tanto por méritos propios, colaborando con el Gobierno de coalición, como ajenos, siendo el centro de las críticas de PP y Vox. A la vista de todas las encuestas, la formación abertzale mantendrá ese protagonismo durante la noche electoral (aunque más de segunda fila) si logra arrebatar al PNV la hegemonía en el País Vasco, algo que no ocurre desde hace más de una década.

En la madrugada del próximo lunes, el resultado que arrojen las urnas resolverá varias disputas, la de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, la de los dos principales bloques (PSOE-Sumar / PP-Vox), la de ERC y Junts en Catalunya... Pero una que puede ser determinante es a que se juega en Euskadi. Según la media de encuestas publicadas, PNV y EH Bildu empatarían a seis escaños, algo que nunca ha ocurrido.

Incluso, los abertzales podrían superar en voto a su rival directo. Según la última encuesta del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para Prensa Ibérica antes del 23-J, Bildu obtiene un 1,3% de la intención de voto, mientras que el PNV se queda en el 0,7%. El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado este lunes ofrece un escenario más ajustado, con un empate en el 1,1%. Sin embargo, sitúa por delante a Bildu, confirmando esta tendencia.

Distintas estrategias

En la primera legislatura en la que ha gobernado la izquierda desde que EH Bildu se fundara en 2011, la formación liderada por Arnaldo Otegi ha demostrado desde el primer día su intención de influir en la política nacional y ha sido uno de los puntales del Ejecutivo bicolor, respaldando la gran mayoría de las leyes tras intensos 'tiras y aflojas'. Las ampliaciones de los estados de alarma, los distintos escudos sociales, la ley de vivienda o la ley de memoria democrática han salido gracias al voto favorable de Bildu.

Al contrario que su principal competidor, los abertzales han apostado por acentuar su perfil social en el Congreso, abriéndose al diálogo constante con el Gobierno de coalición y evitando en sus discursos las exigencias nacionalistas. Han llegado al punto de desmarcarse de ERC en algunas votaciones, pese a que existe un acuerdo de coordinación entre ambas fuerzas. Buena prueba de la diferencia de estrategias ello fue el debate a siete celebrado por RTVE la pasada semana en el que el portavoz de EH Bildu, Oskar Matute, se centró en hablar de políticas progresistas, mientras que su homólogo en el PNV, Aitor Esteban, introdujo a cada rato la necesidad de respetar las competencias del País Vasco.

La política de bloques instalada en el Congreso ha convertido de facto a EH Bildu en socio habitual de PSOE y Unidas Podemos, desatando las críticas de PP y Vox contra Sánchez por pactar con lo que califican el "brazo político" de ETA. Sin embargo, ni estos ataques ni la polémica inclusión de 44 condenados por terrorismo en las listas para las elecciones municipales del 28-M han lastrado sus expectativas electorales. En los comicios de hace poco más de un mes rompieron su techo electoral, alcanzando los 297.068 votos en Euskadi, y superando al PNV en concejales. Aun está por ver si repiten esta gesta el próximo domingo.

Política de pactos

Las implicaciones de esta batalla no son pocas. El líder del PP tiene claro que intentará buscar el apoyo del PNV en una hipotética investidura para evitar un pacto con Vox, así lo expresó en una conversación informal con periodistas. En el otro lado, Sánchez ha confirmado que mantendrá los puentes con ERC y Bildu, dado que toda opción de revalidar el Gobierno de coalición pasa por sustentarse en ambas formaciones.

La formación abertzale no quiso poner precio a una hipotética investidura de Sánchez, como sí hizo el PNV, que reclamó hablar de un acuerdo programático. No obstante, lo que sí está claro es que los abertzales no apoyarán al PP ni para evitar la entrada de Vox en el Gobierno. Por contra, el PNV sí tiene en su historial el haber investido al popular José María Aznar en 1996 o el haber dado sus votos a los últimos Presupuestos de Mariano Rajoy en 2018, aunque siete días después fueran claves para echar al exlíder del PP en la moción de censura presentada por Sánchez.

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