Encuesta elecciones generales España: Feijóo acaricia la mayoría absoluta con Vox en el esprint final de la campaña

Cinco años después de perder el poder por una moción de censura, el PP avanza hacia la reconquista de la Moncloa y está en condiciones de poner fin a la 'era Sánchez'. A una semana para las elecciones generales, Alberto Núñez Feijóo roza con la yema de los dedos la mayoría absoluta si, como acaba de suceder en la Comunitat Valenciana y Extremadura, acepta los votos de la extrema derecha de Vox para ser investido presidente. La última encuesta del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para Prensa Ibérica antes del 23-J deja a la suma del bloque de derechas en una horquilla de 170-178 escaños, siendo 176 el umbral de la mayoría absoluta, mientras que el PSOE y Sumar continúan muy rezagados y se quedarían con 141-148 diputados.

La fotografía que refleja el GESOP justo antes del esprint final de la campaña apenas a cambiado respecto a la que mostró a principios de junio, tras el vuelco político que provocaron las elecciones autonómicas y municipales. Es decir, la precampaña y la primera semana de campaña, marcadas por un debate cara a cara que fue adverso para Pedro Sánchez, han consolidado la ventaja del PP respecto al PSOE, que ahora es de 3,2 puntos, una décima más que en junio. Feijóo ganaría las elecciones con el 30,6% de los votos y 126-130 escaños (ahora tiene 89), mientras que Sánchez obtendría el 27,4% de los sufragios y 104-108 diputados (hoy tiene 120). Desde la convocatoria de las generales, los populares han bajado una décima y dos escaños, y los socialistas han retrocedido dos décimas y dos diputados.

El trabajo de campo del sondeo coincidió con el ecuador de la campaña electoral: se elaboró del 13 al 15 de julio a partir de entre 300 y 400 entrevistas diarias, por lo que la muestra de la encuesta es de 900 a 1.200 personas. La resaca del cara a cara Sánchez-Feijóo, el debate a 7 entre los portavoces parlamentarios y la estrategia del PP de cuestionar la gestión de voto por correo eran temas candentes cuando se efectuó el estudio, que sí consigna un leve crecimiento de los socios potenciales de PSOE y PP. En su particular pulso por la medalla de bronce, Vox y Sumar están separados por solo seis décimas a favor de los ultras, el doble que a principios de junio.

Santiago Abascal lograría el 15% de los votos y 44-48 escaños (ahora tiene 52), mientras que Yolanda Díaz conseguiría el 14,4% de las papeletas y 37-40 diputados (hoy tiene 38). Desde que se convocaron las generales, la extrema derecha ha mejorado cuatro décimas y tres escaños, y la coalición de izquierdas ha sumado dos diputados pese a retroceder medio punto en voto estimado. Por su parte, el independentismo catalán retrocedería en su conjunto en un 23-J que vivirá un nuevo pulso entre ERC y Junts: los republicanos se sitúan con 8-9 escaños (ahora tienen 13) y los posconvergentes, con 7-8 diputados (hoy tienen 8), viéndose ambos probablemente superados por el PSC.

Así las cosas, ¿de qué dependerá la mayoría absoluta conservadora? ¿Tiene margen Sánchez para remontar en una semana? Los indecisos suelen ser la clave de la balanza, pero la encuesta refleja un porcentaje bastante más bajo de lo habitual en anteriores convocatorias. Dos de cada 10 votantes no saben todavía qué papeleta elegirán, pero en todos los electorados, el porcentaje de indefinición está ya por debajo del 20%, incluso en los partidos de izquierda. Solo se supera esa marca de indecisos entre los votantes de Junts (39,7%) y los de Ciudadanos (30,7%), por lo que son estos últimos los que podrían apuntalar la mayoría de PP y Vox o dar oxígeno al PSOE.

Tan o más crucial para el desenlace electoral puede ser la capacidad de los socialistas de frenar la fuga de voto que siguen padeciendo hacia el PP. Es menor que a principios de junio, pero todavía hoy el 7% de quienes votaron a Sánchez en 2019 apoyarían ahora a Feijóo. Y cerca del 6% de votantes del PSOE migrarían a Sumar, una pérdida que compensa al atraer al 13% de electores de la coalición que integra a Podemos, al mismo porcentaje de afines al PNV y al 12% de votantes de ERC. A su vez, la principal fuente de votos de Sumar es también Esquerra, cuyo 15% de sus votantes escogerían la papeleta de Díaz, lo que explica que los republicanos hayan redoblado en esta campaña sus ataques a la nueva marca.

El voto conservador se muestra mucho más compacto dentro de su bloque. Feijóo absorbe a la mitad de los exvotantes de Ciudadanos y al 16% de electores de Vox, pero uno de cada 10 votantes del PP cambiarían ahora a los ultras. El único trasvase relevante de derecha a izquierda es el 10% de votantes de Cs que ahora respaldarían al PSOE. En clave catalana, a las citadas pérdidas de ERC hacia Díaz y Sánchez hay que sumar que Junts le arrebataría el 14% de sus votantes, lo que explica la fuerte caída de los republicanos y el buen aguante de JxCat en la encuesta.

Con todo, el sondeo brinda a las izquierdas dos datos a los que aferrarse en esta última semana de carrera electoral. La percepción de que el PP se alzará con la victoria (59%) ha caído 9,5 puntos desde principios de junio, mientras que la expectativa de que gane el PSOE (18,7%) ha mejorado cuatro puntos. Además, Sánchez vuelve a ser el preferido como presidente del Gobierno (29,3%), tres puntos por delante de Feijóo (26,4%). El candidato socialista ha ganado cuatro puntos en mes y medio, pero el popular también ha subido, un punto y medio.

La avalancha de voto por correo hace prever que la participación en las urnas será alta pese a tener que votar en plena canícula. Según el GESOP, el 82% de los electores aseguran que votarán el 23-J, cinco puntos más que cuando se convocaron las elecciones. Y es que para dos de cada tres españoles (64,8%), los comicios del próximo domingo son muy importantes.