Recta final de la campaña

Sánchez ahuyenta la 'gran coalición' y reivindica sus alianzas: "Yo gobernaré con Yolanda Díaz"

Meritxell Batet: "Hay que ampliar el diálogo abierto con Catalunya"

¿Quién ganará las elecciones generales en España 2023?

Así están las encuestas de las elecciones generales en España 2023

Multimedia | ¿Quién será presidente? Los escenarios más probables

Pedro Sánchez mitin barcelona

Pedro Sánchez mitin barcelona / Zowy Voeten

Sara González

Sara González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Con un Miquel Iceta desgañitándose al grito de "Pedro, ¡Mantente firme! ¡Líbranos de Rajoy y del PP! ¡Por Dios!" empezó todo. Era finales de septiembre de 2016 y el PSC ligaba entonces su destino al del secretario general del PSOE, que sería defenestrado poco después por negarse a investir un presidente del PP. Desde entonces, los socialistas catalanes se afianzaron como el principal aliado de Pedro Sánchez, a las duras, y a las maduras. Y hoy, en estas generales, el partido de Salvador Illa es su principal vivero, el principal feudo para garantizarle la Moncloa. Así lo ha explicitado el presidente del Gobierno, que desde Catalunya y contraponiéndose a la dupla entre PP y Vox, ha enterrado el escenario de la 'gran coalición' y reivindicado la alianza que le ha permitido gobernar.

Un mensaje que lleva implítico el reconocimiento de que, gane quien gane, habrá que pactar para controlar la Moncloa, por lo que su suerte depende también de qué pase en estas elecciones con sus hasta ahora aliados. "Yo gobernaré con Yolanda Díaz", ha certificado de viva voz sin ambages. Una manera de corresponder a la voluntad que la vicepresidenta y líder de Sumar ha expresado ante los micrófonos, pero también de ahuyentar cualquier atisbo de connivencia con el PP tras el 23 de julio como la que que le reclaman los populares si ganan o como agitan desde los partidos independentistas invocando el particular 1-O del PSOE, aquel en el que hace siete años se abrió en canal y que concluyó con la investidura de Mariano Rajoy.

Lo que ha buscado Sánchez desde Catalunya es dejar claro que su 'no es no' de entonces es vigente con el PSC como principal escudero. Y que mientras su coalición preferente es mirar hacia su izquierda, la de Alberto Núñez Feijóo es ir de la mano de la extrema derecha. "Ellos se avergüenzan porque solo pueden gobernar con Vox. Acuerdan para recortar derechos y libertades", ha proclamado con intención de hurgar en unos pactos que el líder del PP trata de contemporizar no exento de contradicciones.

"Sacar votos de debajo de las piedras"

De hecho, una de las principales bazas de la derecha es intentar erosionar a Sánchez a costa no solo de su coalición con Sumar, sino especialmente de sus pactos con partidos como ERC y Bildu. El presidente del Gobierno ha eludido a los independentistas a la hora de sacar pecho de sus alianzas, pero sí ha defendido su apuesta por "sacar votos de debajo de las piedras" para aprobar un programa que incluye desde la revalorización de las pensiones y la subida del salario mínimo a la ley de la eutanasia o la de memoria democrática.

Illa, que en esta campaña ha hecho suyo el cuerpo a cuerpo con Feijóo, ha seguido atizando verbalmente al líder del PP, al que ha atribuido la paternidad de la "tripleta de la vergüenza" por haber pactado con Vox en Extremadura, Comunidad Valenciana y Baleares. "Feijóo es el sálvese quien pueda, el limitar derechos, la mediocridad, lío, lío, lío y ordeno y mando", ha resumido el líder del PSC. Una advertencia, esta última, dirigida especialmente a una Catalunya por la que tanto Illa como la candidata catalana, Meritxell Batet, aseguran que se la ha jugado Sánchez para garantizar la "convivencia".

Precisamente el presidente del Gobierno ha recordado que en 2014, año en que fe escogido líder del PSOE, le quedó claro que lo que pretendía el independentismo era "fracturar al pegamento de la sociedad catalana, que es el PSC", pero que la actualidad demuestra que no solo no lo han logrado, sino que los socialistas catalanes son hoy el primer partido de Catalunya. "Los poderosos de Catalunya y de España siempre han sabido quienes defienden el interés general", ha dejado caer.

El voto de las mujeres y de los jóvenes

Con un Palau rincipalde Congressos de Barcelona que se ha quedado pequeño para acoger a las 3.000 personas -según el partido- que han querido arropar al líder del PSOE en el mitin central en Catalunya, y con los máximos representantes de UGT y CCOO sentados en la primera fila, Sánchez se ha codeado con sus adeptos buscando la proximidad con abrazos, 'selfies' y estrechando manos. A tan solo una semana de la cita electoral, el líder del PSOE ha tratado de motivar a los indecisos y levantar el voto, especialmente, de las mujeres y de los jóvenes. "No os quedéis en casa, os pido que vayáis a votar", ha asegurado pidiendo un "último esfuerzo".

Meritxell Batet y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, han arengado a los colectivos que más tienen qué perder ante la ola "reaccionaria". "Las mujeres frenarán a la derecha", ha exclamado la presidenta del Congreso. "Que nadie se deje arrastrar por las mentiras", ha espetado también el alcalde tras subrayar la cifra "récord" de asistencia al Pride. En la cúpula socialista conciben estas elecciones "como un punto de inflexión" en términos de avance o de retroceso y no como una disputa por la alternanza. Justo este domingo se cumplen 45 años de la fundación del PSC, precisamente, en el mismo Palau de Congressos que hoy ha acogido este mitin. "Yo estaba ahí", ha respondido un espontáneo desde la sala. La partida se juega entre los indecisos, pero los irredentos son indispensables.