Los políticos tiñen el Pride de campaña electoral y piden el voto contra PP y Vox

"No pasarán". Esta idea ha protagonizado la llegada de la campaña de las elecciones generales este sábado a la celebración del Pride en Barcelona. Representantes del PSC, ERC, Comuns y también de Junts se han dejado ver en el desfile de carrozas y han pedido el voto contra "la extrema derecha" para garantizar los derechos LGTBIQ+ y para "evitar que acaben con todo". Ante la posibilidad de que PP y Vox consigan una mayoría absoluta el próximo 23 de julio y lleven a cabo algunas de sus promesas, como la derogación de la ley trans, la celebración del Orgullo en la capital catalana ha sido más reivindicativa que nunca y ha tenido a los partidos de derechas como claros adversario.

Desde la parte institucional en la cabecera de la manifestación, que ha transcurrido por la avenida del Paral·lel, se ha expresado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que ha defendido que hay más motivos que nunca para esta reivindicación y ha asegurado que "la bandera del arco iris no volverá nunca más al armario", tras rechazar la petición que Vox ha hecho llegar al gobierno municipal para quitar esta enseña del balcón del ayuntamiento. "En este país, más que nunca, tenemos que salir a la calle y tenemos que participar democráticamente para no retroceder", ha afirmado haciendo referencia al 23J.

Bajo la pancarta con el lema 'El orgullo de nuestras vidas', Collboni ha coincidido con la 'consellera' de Igualtat i Feminismes, Tània Verge, que antes de empezar la manifestación ha querido poner en valor el trabajo de su departamento en materia LGTBIQ+ y ha asegurado que, ante la posibilidad de un gobierno de PP y Vox, la Generalitat seguirá "de pie defendiendo los derechos de todo el mundo". "Somos refugio de derechos, somos la esperanza para los territorios que los ven arrebatados", ha afirmado Verge, en referencia a los pactos a los que ya han llegado estas formaciones en varios ayuntamientos y comunidades autonomas.

Ley trans: en qué consiste. Claves de la polémica norma

Ley trans

Este es el primer Pride desde que entró en vigor la ley trans, en marzo de este año, pero la celebración es amarga, ante la posibilidad de que sea abolida en función de quien ocupe la Moncloa la próxima legislatura. Así se ha encargado de recordarlo la cabeza de lista del PSC, Meritxell Batet, aunque no ha hecho una alusión específica a esta ley, que recibió el apoyo del PSOE, aunque con división interna. Batet ha celebrado que España sea "pionera en derechos y libertades", pero ha avisado de que "ahora todo está en riesgo".

Por este motivo, ha pedido un voto para "seguir avanzando" y para que España siga siendo un "referente en positivo y no en negativo". Unas declaraciones que ha hecho junto a la carroza de los socialistas, y acompañada de militantes de la formación que llevaban una camiseta con el rostro de Jaume Collboni y la bandera LGTBIQ+, sacando pecho de que Barcelona tiene ahora el primer alcalde abiertamente gay.

"Con barba sigo siendo la misma que si llevo falda o maquillaje, soy una persona no binaria"

En un sentido similar se ha expresado el número uno de ERC el 23J, Gabriel Rufián, que ha pedido "defender la libertad, la democracia, la justícia social y los derechos humanos, ante todo lo que viene". Rufián ha asegurado que no hay "mejor causa que el amor" y ha defendido que todo el mundo tiene que poder "querer como quiera" y "ser como quiera ser". También ha dicho lo mismo la candidata de los Comuns Aina Vidal, que ha señalado que votar es una "obligación" ante una derecha que esta "dispuesta a acabar con todo" y que es un "orgullo de felicidad expansiva, pero también de reivindicación".

Finalmente, la candidata Míriam Nogueras también se ha dejado ver en la manifestación y en la carroza de Junts, aunque no ha hecho declaraciones a la prensa.

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El 2 de marzo de este año entró en vigor la ley trans, que fue aprobada por el Congreso en diciembre del año pasado. La principal novedad de la norma es que permite realizar el trámite administrativo de cambio de sexo y nombre en el DNI y en el registro civil sin aval médico ni tratamiento hormonal previo. Una de las polémicas de la ley ha sido el trato que da a los menores de edad. El redactado final permite hacer el cambio de sexo a los mayores de 16 años, mientras que entre los 14 y los 16 se obliga a tener el aval de los padres y entre los 12 y los 14 le tiene que dar luz verde un juez.

La norma, que oficialmente se llama 'ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI' recibió 188 votos a favor, 150 en contra de PP y Vox y siete abstenciones, entre ellas la de la exvicepresidenta y diputada del PSOE, Carmen Calvo, que desde el inicio se mostró contraria al redactado porque consideraba que podía ser lesivo para los derechos de las mujeres.