Abro hilo

Tetas fuera, banderas arcoiris y un perro llamado Sanxe

La visita del presidente a 'El Hormiguero' y la censura a las banderas LGTBI y a los pechos de una cantante en Murcia han generado debates esta semana en las redes

Pedro Sánchez, en 'El hormigueRo'.

Pedro Sánchez, en 'El hormigueRo'. / EFE

Juan Fernández

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¡Detengan a esos pezones!

La actriz y cantante Rocío Saiz se sacó las tetas en un concierto en Murcia y un agente la sacó a ella del escenario por escándalo público. Para qué queremos más: pezones, censura y un señor de Murcia, pocas veces se reúnen mejores condimentos para cocinar una buena polémica en las redes, y la del 'pecho-gate' murciano no ha defraudado. Los hechos ocurrieron el sábado 24 en uno de los actos celebrados en la capital pimentonera con motivo del Orgullo, pero han traído cola durante toda la semana en la tertulia digital. Saiz lleva una década incluyendo en su repertorio 'Como yo te amo', la canción que popularizaron Rocío Jurado y Raphael en los años 70 y que ella aborda a lo Afrodita la de Mazinger Z: con los pechos fuera. A un policía municipal le parecieron demasiados aquellos bustos aireándose libres bajo los focos y, en cuanto los vio, mandó parar. Tuvieron que cubrirlos con una bandera arcoiris.

Lo que vino a continuación lo relató Saiz en su cuenta de Twitter, donde aparte de levantar acta de las humillaciones que recibió del agente, recogió los improperios que le dedicaron los justicieros enmascarados de la moral online, que la pusieron de «guarra» para abajo, incluido un tertuliano conservador de la tele que la acusó de «montar el circo». También recibió apoyos de usuarios escandalizados por el escándalo que hoy sigue levantando unos pezones. 

Otros prefirieron tirar de ironía para digerir con humor este inesperado (o quizá no tanto) caso de censura en pleno 2023. «El gobierno de Murcia confina a la población después de detectar dos pechos sueltos», bromeaba El Mundo Today. Por su parte, @diostuitero se llevaba la controversia a su capilla y mostraba a una virgen María dando de mamar al niño Jesús mientras este la alertaba: «Tápate, mamá, que viene la policía de Murcia».

Rocío Saiz en el Orgullo de Murcia 2023

Rocío Saiz en el Orgullo de Murcia 2023 /

La ‘clap’ de Perro Sanxe

El comentadísimo paso de Pedro Sánchez por 'El Hormiguero' de este martes empezó en las redes un día antes en forma de bulo y acabó varias horas después de que terminara el programa envuelto en otro. La noche anterior a la entrevista, tuiteros de ultraderecha que suelen presumir de conocer de buena tinta la verdad que la realidad esconde, aseguraban que el presidente del Gobierno había exigido encontrarse con Pablo Motos en un estudio vacío para evitar que el "¡Que te vote Txapote!" que (según ellos) clama España por todas sus esquinas pudiera sonar entre el público. Pero irrumpió el político en el plató blandiendo su pulsera arcoiris y la ovación que le dio la bienvenida mató en seguida la 'fake news'. Una más. 

Luego vino la entrevista y durante una hora y pico fue imposible encontrar en la red a un antisanchista con la vena hinchada, a no ser que fuera para cargar contra el presentador, acusado de haber permitido que el enemigo público número uno de España se hubiera lucido como Fred Astaire en el espacio más visto de la tele. Curiosamente, a esas horas era trending topic Perro Sanxe, pero esta vez eran los fans del presidente los que traían a colación con ironía la etiqueta con la que suelen demonizarle sus contrarios en las redes. No hay nada mejor que nombrar a un fantasma para conjurarlo, ni que apelar al sanchismo para pincharlo.

Triunfó esa noche en Twitter una foto de un can con el lema sobrescrito: «Sabe más Perro Sanxe por Perro que por Sanxe», en competición con otro que observaba: «Pues al final sí es verdad que Pedro Sánchez había ido a divertirse al Hormiguero». Acabado el programa, los mismos que el día anterior juraban y perjuraban que la entrevista se iba a celebrar sin público, aseguraban que los espectadores que interrumpieron hasta ocho veces al presidente con aplausos entregados eran todos militantes a sueldo del PSOE

Pedro Sánchez en su última visita a 'El Hormiguero'

Pedro Sánchez en su última visita a 'El Hormiguero' / Antena 3

Prohibido el arcoiris

En el pasado, la del Orgullo solía ser una semana colorida y festiva cargada de gestos de celebración, libertad y tolerancia que trascendían las muestras de afirmación del colectivo LGTBI. Así era en la calle y así se reflejaba en las redes. Este año, en cambio, ha sido un campo de batalla a cuento de la guerra de banderas que se ha librado en algunos balcones (oficiales y particulares) de todo el país, y que ha tenido su consecuente eco online. La negativa de muchos de los nuevos gobiernos locales y autonómicos de PP y Vox a colgar la bandera arcoíris en los edificios públicos, costumbre que parecía asentada y libre de toda revisión, ha funcionado como una prueba del algodón para los tiempos que vivimos: reclamarla en los balcones donde antes colgaba o aplaudir su desaparición -a veces apelando creativamente a ordenanzas municipales o a la propia Constitución-, ha permitido saber dónde está cada uno y qué espera de los tiempos venideros.

A lo largo de la semana, la red ha ido dando cuenta de los ayuntamientos y centros públicos que hace un año se vistieron de color y ahora parecen competir por salir en el No-do. A menudo, en esos tuits aparecían enfrentadas las fotos de ayer y hoy como quien plantea un concurso online: 'fav', arcoiris; 'like', balcón vacío. Para gustos, colores. Al rifirrafe se han sumado varios cargos públicos. Unos, como el socialista Luis Tudanca, para denunciar la prohibición del arcoíris que le impuso un guardia de seguridad de las Cortes de Castilla y León. Otros, como Santiago Abascal, para reclamar con chulería que se vayan a colgarla a Estambul. Para Zapatero, la enseña LGTBI es sinónimo de «amor infinito», pero el concejal de Vox en el ayuntamiento de Mérida, Francisco Piñol, ve en esos colores «la bandera de la pederastia». A ver qué ve (y vemos) en el Orgullo de 2024.

Los vecinos de Nàquera cuelgan banderas LGTBI de sus balcones.

Los vecinos de Nàquera cuelgan banderas LGTBI de sus balcones. /

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