Collboni promete revocar la reforma de la ronda de Sant Antoni en los 100 primeros días del mandato

"Estamos un poco eufóricos", ha reconocido el candidato del PSC, Jaume Collboni, tras las últimas encuestas. Que hay un triple empate y que la victoria de uno de ellos será por la mínima es el nexo común de todas ellas. Y por eso, en el sprint final de la campaña, el alcaldable socialista pide concentrar el voto anti-Colau en su papeleta para poder gobernar sin pactar, un escenario que, estando todo en un puño, es lejano. Sin embargo, con este reto entre ceja y ceja, sacado toda la artillería esta vez desde el Eixample, el distrito que los Comuns han convertido en el buque insignia de su proyecto y foco también de controversia urbanística por las 'superilles'. Collboni ha prometido "revocar" la reforma de la ronda de Sant Antoni en los 100 primeros días del mandato, así como un plan para ganar zonas verdes "sin tocar las narices a nadie".

Todo un torpedo a la línea de flotación de Ada Colau y que busca disputarle a Xavier Trias el "voto útil" para garantizar "un cambio" al frente de la alcaldía. El distrito del Eixample es donde están en disputa más votos, unos 200.000, así que, para ganar, cualquier partido necesita obtener un buen resultado en un enclave en el que los morados han logrado un nicho vital de apoyo para gobernar durante dos mandatos. "Me comprometo a que este distrito respire tranquilo, ya basta de transformar confrontando a la gente", ha sentenciado Collboni, que ha asumido el compromiso de relanzar una reforma cargada de polémica en la recta final del mandato.

Los Comuns aprobaron el proyecto de pacificación entre las calles Floridablanca y Villarroel -16.300 metros cuadrados- a finales de marzo con el voto en contra del PSC con el objetivo de adjudicar las obras en julio e iniciarlas a finales de verano. En función de quien sea el próximo alcalde, esta previsión puede saltar por los aires. Las intenciones de los socialistas es garantizar que pueda circular el transporte público y que se recupere "el consenso con vecinos y entidades" que asegura que había en 2018.

"Se trata de unir los barrios, los vecinos y los comerciantes, no de dividir", ha insistido Collboni, que ha vuelto a recordar que, ante las 'superilles' de Colau, su plan es recuperar 30 jardines de interior de manzana del Eixample en 8 años, una apuesta que considera que es una "forma constructiva de tener más espacio verde sin violentar la estructura del Eixample". En definitiva, reivindica, el plan Cerdà. "Estamos agobiados y divididos", ha espetado Joan Ramon Riera, el número 13 de la lista y vecino del distrito sobre las políticas de los Comuns en este último mandato.

Collboni ha puesto como ejemplo de cómo "pacificar zonas sin generar un conflicto de convivencia" la conversión de la Escola Industrial para ganar 16.000 metros cuadrados, proyecto del que ha reivindicado la paternidad como vicepresidente de la Diputació de Barcelona.

El espaldarazo de Illa

El líder del PSC, Salvador Illa, ha subo al escenario con Collboni mañana y tarde para sacar pecho conjuntamente de los pronósticos de los sondeos. Ha asegurado que el PSC entiende la política como un "servicio público" mientras que sus rivales la conciben como una "administración del poder", incluso "sacrificando el bien común" para conservarlo o "distorsionando la realidad" para someterla a sus "intereses".

"Pido el voto útil para que Barcelona tenga un alcalde fuerte y un gobierno fuerte. Pido una mayoría amplia para no depender de nadie", ha insistido Collboni ya desde el Raval al inicio de la jornada en un acto dirigido a la gente mayor en el que ha prometido 20 millones para adaptar y mejorar la accesibilidad de 8.000 viviendas de personas mayores con subvenciones que sufragarán hasta el 50% del coste de las obras.

El líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, ha remado en el mismo sentido y ha reivindicado que el del PSC es el "único proyecto sólido" en la capital catalana. "Somos el rival a batir, en Barcelona y en Catalunya", ha proclamado el jefe de la oposición, que insiste por activa y por pasiva que lo que suceda en estas municipales tendrá un impacto en las generales y en las próximas elecciones catalanas.