Ayuso pide la ilegalización de Bildu: “Es una anomalía democrática”

La presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido este lunes de San Isidro muy rotunda sobre la situación política de Bildu: “Es una anomalía política”. La legalización del partido es una realidad desde que el Tribunal Constitucionalasí lo sentenció en 2014, pero casi diez años después, las circunstancias han llevado al PP a censurar la forma de actuar de esta formación y a volver a pedir su ilegalización.

“No sé qué figura jurídica es la que corresponde, pero creo que no cumple con la ley de partidos”, ha sentenciado Díaz Ayuso a su llegada al acto de entrega de medallas de San Isidro en el Palacio de Cibeles, al que la dirigente madrileña ha asistido en calidad de presidenta de la región para acompañar al alcalde José Luis Martínez Almeida.

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Vinculación con ETA

Bildu ha entrado en campaña desde que el partido abertzale decidió incluir en las listas de varios municipios del País Vasco a 44 candidatos que han cumplido condena por tener alguna vinculación con la banda terrorista ETA, algunos de ellos delitos de sangre. En el primer mitin de apertura de campaña, el pasado jueves, Ayuso pronunció la palabra “indignidad” hasta en seis ocasiones para referirse a esta situación. Y desde entonces todo ha ido in crescendo en el debate público, aunque Alberto Núñez Feijóo no ha pedido aún abiertamente la ilegalización del partido sino que la Fiscalía analice si esa es una vía que hay que tener con estas listas.

Ayuso ha pedido “plantearse su posible ilegalización” porque este es un partido “que ha viciado los censos en el País Vasco a través del terror”. Ante la pregunta de si va más allá que el propio Feijóo exigiendo ya la aplicar la ley de partidos a esta formación independentista vasca, Ayuso ha dado una vuelta para llegar a esa conclusión: “No sé qué figura jurídica es la que le corresponde. Esto lo decidió el Tribunal Constitucional hace años y habrá que ver la figura con la que se pueda revertir algo así, pero no debería estar en ninguna institución nadie que permanezca en la órbita del terrorismo”.

Su rotundidad en este asunto ha seguido la misma línea desde que se inició la campaña: “Me parece inmoral e impropio de una democracia como la nuestra y también el hecho de que puedan estar en las instituciones (por Bildu)”.