Foco para el PP

La inclusión de etarras en las listas de Bildu trastoca la campaña de Sánchez

El PP aprovecha la baza que altera el guion del 28M y exprime el discurso contra la "indignidad" del PSOE por apoyarse en los abertzales aunque los socialistas descartan que pueda tener incidencia en el voto

Diputados, entre los que se encuentra la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, y ministros durante un minuto de silencio en el Congreso por las víctimas del terrorismo.

Diputados, entre los que se encuentra la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, y ministros durante un minuto de silencio en el Congreso por las víctimas del terrorismo. / EPC

Paloma Esteban / Marisol Hernández

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Por si estas elecciones autonómicas y municipales no tuvieran ya bastante enfoque nacional, las listas de EH Bildu —con 44 condenados por su relación con ETA, algunos con delitos de sangre— acaparan ya las primeras horas de de la campaña, dando una baza inesperada a los partidos de la derecha y generando una incomodidad que tampoco estaba prevista para el Gobierno, que ve trastocados sus planes. La dirección socialista ha pasado de puntillas por esta polémica en los últimos días pero PP y Vox intentan explotarla, poniendo de manifiesto que la formación abertzale se ha convertido ya en un socio sólido del Ejecutivo de coalición.

Los principales dirigentes de estos dos partidos han incluido en sus primeros mítines referencias expresas que, previsiblemente, repicarán la próxima semana en el Congreso y en el Senado, donde, en plena campaña electoral hay sesiones de control al Gobierno, incluido el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Y la decisión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de estudiar una denuncia de la asociación Dignidad y Justicia, que pide la anulación de estas candidaturas si se constata que sobre alguno de ellos sigue pesando una condena de inhabilitación, ha dado todavía más enjundia al asunto.

Para el PP se trata de un debate político de primer orden, hasta el punto que todos sus dirigentes se volcarán, independientemente del territorio. La primera prueba llegó ayer con Feijóo en Toledo, en un mitin clave para la pelea por la presidencia de Castilla-La Mancha. El líder gallego puso en pie al partido entero cuando aseguró que sentía “repugnancia” por las listas con 44 condenados por terrorismo, “como le ocurrirá a la mayoría de los votantes del Partido Socialista”. Los gritos de “presidente, presidente” resonaron. “¿No vamos a hacer nada? ¿No vamos a decir nada mientras el sanchismo calla y agacha las orejas”, lanzó el líder del PP. Unas horas después Isabel Díaz Ayuso encadenaba su segundo mitin hablando de la "indignidad" de Sánchez y alertó del "desastre" que supondrán más pactos entre PSOE y Bildu.

No es posible adivinar si tendrá algún peso en la decisión final de voto. Según los socialistas, ninguno. El PSOE está determinado a pasar página de manera rápida, aunque el presidente del Gobierno se tuvo que pronunciar sobre ello tras su entrevista con Joe Biden en Washington. El tema le persiguió hasta allí. Sánchez defendió que "hay cosas que pueden ser legales, pero no son decentes, y esta es una de ellas". "Lo único que pueden aportar estas personas a la vida pública es un mensaje de perdón, de reparación y arrepentimiento". Recordó que hace 12 años que la democracia "derrotó" a ETA y que "la labor de todos los responsables políticos es reconocer y respaldar a las víctimas del terrorismo".

La irrupción de la candidatura de Bildu en la agenda de la campaña ha revuelto los planes del PSOE, que arrancaba este jueves convencido de que durante semanas han tenido la iniciativa gracias a la catarata de medidas anunciadas por Sánchez en materia de vivienda y las últimas relativas a la sequía. Siguen pensando que llevan a la delantera pero reconocen que el 'ruido' en torno a las candidaturas de Bildu es cada vez mayor. Eso desvía el foco, aunque fuentes del partido aseguran que "seguirán hablando a la gente de lo que afecta a su día a día" y "no dejarán que el PP vuelva a meter a ETA en una campaña nacional".

De hecho, tras los primeros pronunciamientos de los populares, la lectura en el PSOE era que evidenciaban su debilidad si necesitaban recurrir a estos temas. Por eso al principio ni siquiera hubo valoraciones sobre la composición de las listas de Bildu. Pero el silencio se corrigió ya el jueves. El propio partido envió unas declaraciones de la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, en las que aseguraba que "son unas listas que no nos gustan porque reabren innecesaria e injustamente el dolor de las víctimas". También avisaba de que en "la utilización de ETA dentro del debate político y con fines partidistas" no encontrarían al PSOE. Otras ministras como Nadia Calviño o Margarita Robles también hablaron sobre ello.

PSOE: "No son nuestras listas"

El PSOE intenta dar así el tema por zanjado. Sobre todo tras las manifestaciones del presidente del Gobierno. "No son nuestras listas", recuerdan. "Lo que no vamos a hacer es entrar al fango y recordar cuántos presos acercó uno u otro, o quién dijo que eran un movimiento de liberación y que mejor escaños que armas". Otras fuentes del partido corroboran que para los socialistas la polémica está "finiquitada" y que su propósito es hacer "oídos sordos", muy seguros además de que no tiene ninguna incidencia en el voto.

En Ferraz y tampoco en los territorios hay preocupación porque este tema actúe de acicate contra sus candidatos porque ETA dejó de matar hace 12 años y la sociedad española ha superado este capítulo negro de su historia. Añaden que si el PP lo sigue utilizando "demostrará su nivel de desesperación". "Se les escapan las elecciones y necesitan sobreactuar. Nosotros a lo nuestro", reiteran.

Vox entra en la pugna con el PP

A pesar de que las listas de los abertzales implican un as bajo la manga para el PP, en el espacio de la derecha también hay una competencia clara en términos de contundencia y dureza política. Vox se ha anticipado llevando el debate al Congreso a través de una propuesta para ilegalizar a Bildu con la que quieren retratar a todo el arco parlamentario. Especialmente al PP, que en anteriores ocasiones ha optado por la abstención con iniciativas similares. 

La votación no se producirá la semana que viene porque la Mesa del Congreso debe calificar antes el escrito y también debe pasar por la Junta de Portavoces. Pero sí habrá debate. Además, Vox preguntará al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el control para obligar a abrir el melón y bajar al cuerpo a cuerpo con el Gobierno. Desde que los ultra llegaron al Congreso ya han forzado dos votaciones más pidiendo ilegalizar a Bildu. Para Vox es un debate esencial que apela directamente a su electorado. Iván Espinosa de los Monteros, portavoz parlamentario, desvelaba la idea en la que insistirán tras lanzar reproches al PP: “Hay que reconstruir el tejido moral de este país”.

La cita del 28 de mayo no solo está considerada una primera vuelta de las generales, sino que tanto PP como PSOE la perciben como esencial para el estado de ánimo electoral: si realmente cala que viene un nuevo ciclo político con un Gobierno popular o si Sánchez da muestras de resistencia a pesar del desgaste sufrido. Que el recuento en muchos territorios será de infarto también parece ya una evidencia. Por eso, la aparición de 44 etarras en las listas electorales de la izquierda abertzale es una alteración de guion cuyas consecuencias aún se desconocen .