Aragonès hace autocrítica por el caos de las oposiciones ante las peticiones de dimisión a Vilagrà

Pere Aragonès ha realizado este miércoles en el Parlament un acto de contrición y autocrítica por el fiasco del proceso de macro-oposiciones celebrado el pasado sábado. En línea por lo expresado por sus 'consellers', el 'president' hizo suyas la petición de disculpas, el reconocimiento de que un episodio así no es de recibo y puso todo el énfasis en aseverar que de lo que se trata es de buscar soluciones para los 13.000 inscritos a estas oposiciones. Y si Aragonès ha subrayado en la sesión de control de la Cámara catalana la búsqueda de respuestas es porque el resto del hemiciclo exigió la cabeza de la responsable política máxima, es decir, de Laura Vilagrà, 'consellera' de Presidència y mujer fuerte de Aragonès, por cuya mesa pasan todos aquellos asuntos clave del Executiu.

De hecho, no fue el único 'mea culpa' que entonó Aragonès. En respuesta a Jéssica Albniach (de los Comuns) en pregunta sobre la sequía, el 'president' reconoció "haber fracasado en el intento de que la crisis hídrica no se convirtiera en un pim, pam, pum electoralista". Oposiciones y sequía, los dos principales incendios declarados en la mesa del Consell Executiu.

Sobre la sequía, Aragonès dujo estar dispuesto, a cambio de un acuerdo que aleje la cuestión de la dialéctica partidista, a que "otros luzca más que el Govern" y esgrimió, en su defensa, una vez más, que las primera medidas las tomó su Executiu en octubre de 2021.

Defender atacando

Y en cuanto a las oposiciones, sabiendo que poca o nula defensa cabe, Aragonès y partiendo de ese reconocimiento del fiasco pasó al ataque con los otros dos principales grupos del Parlament, PSC y Junts. A los posconvergentes les dijo que "poco o nada les importan los 13.000 opositores", puesto de lo que se trata es "de atacar a ERC, que es siempre la culpable de todo". El 'president' finalizó su turno --al hilo de las palabras del portavoz de Junts, Albert Batet-- exigiendo a los posconvergentes que no crearan una "realidad paralela. Fueron ustedes los que decidieron irse del Govern, incluso lo llevaron a un referendo interno".

Oposiciones versus Rodalies

La respuesta a Salvador Illa, viendo el acelerón que ha tomado la ofensiva por el caos ferroviario, era más que esperable. El socialista elevó a categoría el incidente del sábado, es decir, aseveró que el fiasco era una clara muestra de la incompetencia del Govern, puesto que "un Executiu que no sabe organizar unas oposiciones no parece el más indicado para dirigir un país".

Aragonès, raudo, le replicó que si hay un ámbito "donde se concentra el caos y las incidencias, el único en el que los socialistas tienen plenas competencias de gestión en Catalunya, es en Renfe. Y el Estado no hace ni dice nada. En el episodio del martes, en Gavà, fue la Generalitat la que tuvo que reforzar el transporte alternativo al servicio ferroviario. Aplique lo que proclama", finalizó el 'president'.