Comicios de mayo

Sánchez y Feijóo, cara a cara: los 4 ejes de la campaña para las elecciones del 28-M

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Cara a cara en el Senado de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y Alberto Núñez Feijóo, Partido Popular.

Cara a cara en el Senado de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y Alberto Núñez Feijóo, Partido Popular. / José Luis Roca

Juan Ruiz Sierra
Pilar Santos
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En un momento en el que el PSOE y el PP no se ponen de acuerdo en casi nada, hay algo en lo que coinciden las direcciones de los dos partidos mayoritarios. Sus ejes para la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo, más allá de los componentes propios de cada territorio y localidad, son básicamente los mismos: vivienda, medioambiente, mujeres y economía. Pero aquí acaban las similitudes.

Pedro Sánchez y sus colaboradores han diseñado un discurso basado en continuos anuncios para atajar la crisis inmobiliaria, ataques al PP por Doñana, defensa de las políticas feministas y exhibición de los buenos datos económicos. Alberto Núñez Feijóoy su equipo colocan el foco en el presidente del Gobierno. Sánchez, según los conservadores, está “debilitado”, es “incapaz” de cesar a sus ministros y “no se ve a sí mismo como la principal baza electoral”. Así serán las campañas de los líderes del PSOE y el PP ante los inminentes comicios.  

Vivienda

Resulta evidente que Sánchez ha convertido el ladrillo en el principal asunto de la precampaña socialista. Tras el desbloqueo de la ley de vivienda, aprobada el jueves por el Congreso, el presidente ha realizado tres anuncios en menos de diez días: 50.000 inmuebles ya existentes provenientes de la Sareb, el llamado ‘banco malo’, para destinarlos al alquiler barato; promoción de 43.000 más, de nueva construcción o rehabilitados, y otros 20.000 que se levantarán en antiguos terrenos del Ministerio de Defensa

Habrá más. Los colaboradores del líder del PSOE anticipan que continuará lanzando y aprobando medidas de este tipo, estirando el eje incluso en plena campaña, ya que el Consejo de Ministros, al ser comicios autonómicos y locales, continúa reuniéndose con normalidad. Y no solo sobre vivienda. Las mismas fuentes explican que habrá también iniciativas sobre Educación, entre otros asuntos. El enfoque permite a Sánchez contrastar con un PP que, según sus propias palabras, “dejó de construir viviendas públicas, las vendió a fondos de inversión y liberalizó suelo para las grandes constructoras”.

Para el PP, mientras tanto, la ley de vivienda es una oportunidad para “demostrar cómo Sánchez ha claudicado ante Unidas Podemos”. Los conservadores están haciendo una interpretación interesada de algunos artículos de la ley y repiten una y otra vez que “facilita la okupación”, al referirse al precepto que aumenta la protección a los vulnerables que hayan entrado de manera ilegal en viviendas de grandes tenedores. 

Los populares, sin embargo, no quieren entrar a hablar de los empresarios o los fondos buitres que son propietarios de decenas de viviendas y a los que la norma intenta controlar. “Nosotros queremos proteger al trabajador que se ha comprado uno, dos o tres pisos para invertir y dejárselos en herencia a sus hijos”, afirma un miembro del equipo de Feijóo. Un alto cargo del partido considera que “Sánchez, alias ‘mil anuncios’, no ha medido su estrategia y ha perdido credibilidad”, porque no ha demostrado ese “ímpetu habitacional” en “cinco años en la Moncloa”. La ley, con los topes del precio del alquiler en las zonas tensionadas, supondrá una reducción de la oferta y un aumento de las mensualidades, anticipan los conservadores.

Los dos principales partidos se preparan para las municipales y autonómicas del 28-M, cuyos resultados serán claves para afrontar la campaña de las generales

Medioambiente

El PSOE ha encontrado un filón en la proposición de ley del PP en el Parlamento andaluz para legalizar los regadíos irregulares en el entorno de Doñana. No piensa soltarlo. Sánchez ataca a los populares por el flanco medioambiental en cada mitin y comparecencia parlamentaria, como la del pasado martes en el Senado frente a Feijóo. La polémica iniciativa sobre el principal humedal de Europa permite a los socialistas profundizar en el presunto “descrédito” internacional de los conservadores, después de que la Comisión Europea amenazara con sanciones si la Junta de Andalucía no echaba marcha atrás, y también buscar la movilización del voto joven, el colectivo menos propenso en estos momentos a elegir la papeleta del PSOE y también el más concienciado de la lucha sobre el cambio climático.  

Pero en la dirección del PP se ha asumido la estrategia con Doñana de <strong>Juan Manuel Moreno</strong>. Ni se ve como un error del presidente de la Junta de Andalucía ni se quiere frenar. Los colaboradores de Feijóo consideran que “en Andalucía sí se entiende” que el PP haya presentado una proposición de ley para legalizar los regadíos irregulares. Desde Sevilla se mantiene la posición. “La noche del 28 de mayo sabremos si la opinión pública coincide con la publicada”, señala, rotundo, un asesor de Moreno. Esta fuente considera que el Ejecutivo ha cometido una “equivocación gravísima” al “intentar someter” a la Junta de Andalucía.  

La decisión del PP andaluz, sin embargo, sí despierta dudas entre los grupos parlamentarios en Madrid. Fuentes de la dirección del equipo del Senado creen que Moreno se limitó a mirar el asunto con ojos andaluces, creyendo que podía sacar más votos en la provincia de Huelva. “Y seguramente los sacará y a lo mejor se queda con la diputación, pero nos ha restado puntos en un tema tan potente como el de la sensibilidad ambiental, que ahora vende mucho”, afirma un senador andaluz. El PP presentó la proposición de ley con el único apoyo de Vox, en un intento de restarle espacio en las zonas rurales de Andalucía, donde el partido de <strong>Santiago Abascal </strong>empezó su crecimiento en 2018.

Moreno puso sobre la mesa el debate sobre Doñana y el PSOE lo está aprovechando para sacar la bandera ecologista

Alberto Núñez Feijóo resopla después de la intervención de Pedro Sánchez en el Senado.

Alberto Núñez Feijóo resopla después de la intervención de Pedro Sánchez en el Senado, el pasado martes. / José Luis Roca

Mujeres

El PSOE reconocía que su principal punto débil ante el 28-N era la ley del ‘solo sí es sí’, con sus más de 1.000 rebajas de condena y cerca de 100 excarcelaciones de abusadores sexuales. La preocupación, coincidían en varias federaciones del partido, se multiplicaba en los pueblos, fuera de las grandes urbes, donde “todo el mundo se conoce” y la puesta en libertad de un violador “no es solo una cifra más para engordar la estadística”. Pero los socialistas aseguran que esa flaqueza se ha superado con la reforma de la controvertida norma, que endurece las penas

Subsanado el “error”, con Sánchez llegando a pedir “perdón” a las víctimas, el PSOE quiere convertir el feminismo en uno de los ejes de su campaña para volver a atraer a las mujeres, un electorado en el que el partido ha estado tradicionalmente fuerte. “Los exabruptos de Podemos nos ayudan”, señalan en la dirección socialista, en referencia a las continuas críticas del socio minoritario de la coalición por haber modificado el ‘solo sí es sí’ con el PP. Según esta versión, esos ataques de los morados contribuyen a “centrar” su discurso.  

En las filas conservadoras, la intención de Feijóo es recordar sin pausa en esta campaña y también en la de las generales, a finales de año, que su partido ha sido “responsable” y ha salido al rescate del PSOE para “proteger a las mujeres” ante los “agujeros” de la ley. Los conservadores consideran que el choque entre los dos socios de la coalición y la lentitud de Sánchez a la hora de plantar cara a Unidas Podemos minan el poder del jefe del Ejecutivo y lo presentan ante los ciudadanos como “maniatado” por los morados, sin autoridad para que nadie en el Ministerio de Igualdad, dirigido por <strong>Irene Montero</strong> (Podemos), asuma su “responsabilidad política” y dimita.

Además, este tema ayuda al PP a distanciarse de Vox en dos sentidos: al mostrar al electorado de derechas la utilidad del partido en el Congreso y al defender la protección de las mujeres ante los agresores sexuales. El partido de <strong>Santiago Abascal</strong> decidió no votar.

Economía

“Estamos rompiendo un tabú. La izquierda gestiona mejor que la derecha. Defendemos el interés general y no el particular de los de arriba”, suele decir Sánchez en todos los actos de esta precampaña. Los socialistas sacan pecho de la economía. El crecimiento, mucho mayor en España que la media europea. La inflación, la menor de las grandes potencias de la UE. Los datos de empleo, que en marzo marcaron un récord (200.000 nuevos ocupados) y en abril, explican en la dirección socialista, serán también “buenísimos”

Aun así, distintos cargos del partido, explican que más allá de estas buenas cifras hay una realidad que les perjudica: el precio de la cesta de la compra, que ha experimentado una subida del 3,4% en los últimos tres meses, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), pese al decreto aprobado a finales de diciembre que quitó el IVA a los alimentos de primera necesidad. El Gobierno, de momento, defiende que hay que esperar, porque la tendencia se va a revertir. No es previsible que haya nuevas decisiones en este campo antes de las elecciones del 28 de mayo. 

En el PP, mientras tanto, los mensajes económicos se centrarán en “los problemas del día a día” de los ciudadanos: la inflación y el pago de la hipoteca. La “pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos” será el eje de los candidatos conservadores y no tanto los fondos europeos o “la elevada deuda pública”, que también han sido señalados como graves problemas de España por Feijóo estos últimos meses. “Nos planteamos la campaña con temas que afectan a la mayoría de los españoles y de los que hablan cada día en sus casas”, explica un estrecho colaborador del líder del PP.

El presidente de los conservadores se siente “cómodo” en este asunto, porque su partido, señalan en Génova, es “garantía de gestión económica”. Niegan que Feijóo evite centrarse en la economía “porque España va bien, como dice el Gobierno”. “El tema es que esta vez hemos podido sumar la bandera de las mujeres, por ejemplo, por el fallo del ‘sí es sí’ y podemos diversificar más nuestros argumentos para pedir el voto”, añaden los populares.

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