Elecciones municipales

La fragmentación lastra las expectativas de las derechas en Barcelona

¿Quién ganará las elecciones? Estas son las predicciones más allá de las encuestas

Juanma Moreno y Daniel Sirera recorren el Sarrià Street Market

Juanma Moreno y Daniel Sirera recorren el Sarrià Street Market / Quique García / EFE

Carlota Camps

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Las elecciones del próximo 28 de mayo no solo servirán para decidir el alcalde de cada municipio. También marcaran cuál es la tendencia a tan solo medio año de las generales. En Barcelona, hasta cuatro partidos lucharán por un mismo saco de votos en el flanco de la derecha constitucionalista. PP, Ciutadans, Vox y Valents se medirán en las urnas y el mapa que salga de aquella misma noche, marcará su futuro. Especialmente, el de Cs y el de Valents, que -directamente- se juegan su continuidad, mientras el PSC cada vez se desmarca más de estos partidos, como revela el estado de las encuestas.

PP

De las cuatro formaciones que compiten, los que salen más bien parados en las encuestas son los populares, con Daniel Sirera al frente. Son los únicos que tendrían garantizada su entrada al consistorio. El resto podrían quedar por debajo del 5%, el mínimo marcado para conseguir representación. Según la media de sondeos publicadas recientemente por este diario, el PP estaría alrededor del 6,8% y Vox tocaría las puertas de Sant Jaume con un 4,7%. Cs, en cambio, se quería lejos (2,7%) -aunque algunas encuestas recientes les dan mejores perspectivas- y Valents también estaría a mucha distancia de conseguir algún concejal.

Con estos datos, los populares tienen claro que su campaña se basará en llamadas constantes al voto útil. "Si los que votan a Vox, Cs y Valents son conscientes que su voto no va a obtener representación y votan al PP como única fuerza de centro y centroderecha no independentista que puede entrar en el Ayuntamiento, empatamos en número de concejales con Ada Colau, Xavier Trias y Jaume Collboni y superamos a ERC", asegura Sirera en declaraciones en EL PERIÓDICO.

Lo que plantea el alcaldable del PP es una utopía actualmente por la fragmentación a cuatro de la misma bolsa de votantes, pero su planteamiento pasa por ser la única de las cuatro candidaturas que supere el umbral del 5% el próximo 28-M, para que de aquí a cuatro años haya podido hacerse con todo -o la gran mayoría- de este espacio político.

De momento, Sirera ha articulado una lista que busca volver a unir el partido -tocado internamente tras años de penurias electorales y apuestas mediáticas fuera de las filas-, y con guiños al catalanismo moderado -con la recuperación de Santi Fisas, ahora presidente de la Lliga Democràtia-.

Vox

A juicio de las encuestas, solo Vox puede torcer los planes de Sirera. Después de tres intentos -en 2015 y en 2019-, los sondeos dan por primera vez a la extrema derecha posibilidades reales de entrar al Ayuntamiento de Barcelona. La formación tiene poca implantación municipal, pero intentará tirar de marca. El alcaldable Gonzalo de Oro-Pulido buscará recoger los votos que los ultras consiguieron en las elecciones del Parlament de 2021, cuando se aproximaron a los 45.000 votos, un 7% de todos los emitidos en la capital catalana.

Ciutadans

Pero para quién las elecciones de mayo son decisivas es para Cs, que busca salvar los muebles como sea y evitar desparecer del mapa político. Fuentes del partido consultadas por este diario, reconocen que la división les pasará factura el próximo 28 de mayo, pero aseguran que no les da "miedo" que la ciudadanía tenga distintas opciones para elegir y creen que esta fragmentación solo "se combate siendo la mejor opción".

Para revertir la tendencia, la formación ha optado por poner de candidata su perfil más mediático y 'guerrero', el de Anna Grau, que buscará dar el cante durante la campaña para no pasar desapercibidos. De momento, ya ha empezado con las manifestaciones semanales contra los okupas en el edificio de El Kubo-La Ruina.

Pero, más allá de las encuestas, la carrera para formar listas tampoco ha dado buenos augurios a Cs, que acabará presentándose en menos de la mitad de municipios catalanes que hace cuatro años. Además, ha tenido que renunciar a tener papeletas del partido en enclaves importantes como Sant Feliu de Llobregat, Ripollet o Molins de Rei, y hasta 12 capitales de comarca -entre ellas Igualada, Vic, Mollerussa o Amposta-. En alguno de los casos, debido a la OPA del PP a su candidato.

Valents

Quien está a la espera de esta debacle de los naranjas es Valents, la formación fundada por Eva Parera. Su flirteos con el PP -con quien concurrió a las elecciones del Parlament de 2021- y con Cs -con quién compartió la lista liderada por Manel Valls-, la llevaron a proponer una lista única de 'constitucionalistas' a las elecciones municipales, que no prosperó. Ahora, según explica su número dos, Albert Guivernau, a EL PERIÓDICO, la intención es buscar el voto naranja que en 2021 "se quedó en casa". Calculan que en Barcelona podrían ser "unos 100.000 votos".

Sin embargo, en aquellas elecciones, quién salió más beneficiado de la debacle naranja fue el PSC. En 2017, entonces con Inés Arrimadas al frente, lograron ganar en las ciudades más pobladas -Barcelona, L'Hospitalet, Badalona, Terrassa, Sabadell, Lleida o Tarragona-, mientras que el 2021 ganaron en todas ellas los socialistas, recuperando el tradicional 'cinturón rojo'. Ahora Jaume Collboni espera también beneficiarse de ello y captar parte del voto útil del constitucionalismo. De momento las encuestas lo sitúan dentro de las quinielas, compitiendo con Trias y Colau.

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