Sánchez arranca su segunda gira europea con un viaje a Irlanda, Dinamarca y Finlandia

Pedro Sánchez ha escogido países donde tradicionalmente la presencia de los jefes del Ejecutivo español ha sido escasa como primeros destinos para comenzar a preparar la presidencia española de la Unión Europea (UE). Si hace un par de semanas el líder socialista se desplazó a Austria, Croacia y Eslovenia, este jueves y viernes viajará a Irlanda, Dinamarca y Finlandia. La última vez que un presidente de España estuvo en Dublín fue en 2014. En Copenhague, en 2008. Y en Helsinki, en 2004. 

El objetivo del viaje a estas tres capitales es el mismo. Entrevistarse con sus homólogos para conocer sus problemas, puntos de vista y reivindicaciones a Bruselas. “Escucharles”, según dijo el propio Sánchez hace 15 días, “conocer sus inquietudes, compartir posiciones sobre dosieres fundamentales y buscar puntos de encuentro” ante la presidencia española de la UE, que comenzará el próximo julio y durará hasta finales de año. 

El secretario general del PSOE comienza por tanto a marcar un perfil internacional en un año repleto de citas con las urnas. El 28 de mayo serán las autonómicas y municipales. En noviembre o diciembre, las generales. Sánchez se encuentra especialmente cómodo en el ámbito europeo, donde tiene mucha más experiencia que Alberto Núñez Feijóo, y estos viajes también le permiten ir más allá del día a día de la política española, marcada en estos momentos por el ‘caso Mediador’ que sacude al PSOE, los choques con Unidas Podemos por la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’ y la guerra de Ucrania y la moción de censura de Vox. 

El pacto migratorio

Sánchez estará el jueves en Dublín y Copenhague. El viernes, en Helsinki. Tanto con el irlandés Leo Varadkar, como con la danesa Mette Frederiksen y la finlandesa Sanna Marin, el presidente español abordará los grandes asuntos de la UE para el segundo semestre de 2023. La guerra en Ucrania, que Sánchez vio de cerca durante su viaje a Kiev la semana pasada. La autonomía estratégica europea. La posibilidad de sellar nuevos acuerdos comerciales con los países de América Latina. La reforma energética. Y el pacto migratorio. 

Si el jefe del Ejecutivo español logra sellar un entendimiento de este tipo a nivel comunitario, o al menos sentar las bases para que se firme a principios del año que viene, se apuntaría un enorme tanto. Pero en la Moncloa admiten que es un objetivo muy complicado de conseguir. El líder socialista comprobará de primera mano las dificultades durante su viaje. Frederiksen y Marin, con quien también tratará la adhesión de Finlandia a la OTAN, han mostrado ya su preocupación con los movimientos secundarios dentro de la UE y abogan por mayores controles, a diferencia de Sánchez, que junto a los presidentes y primeros ministros de otros muchos países europeos apuestan por las ayudas a los países de origen y tránsito como vía para frenar la llegada de inmigrantes. En Irlanda, al ser una isla, el debate migratorio es mucho menos importante.

En total, según fuentes de la Moncloa, la intención del presidente español es viajar a 15 países antes de julio. La agenda todavía no está cerrada, pero entre los próximos destinos, explican los colaboradores de Sánchez, estarán Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. Pero el desplazamiento que más interés despierta de todos es Italia, para entrevistarse con la primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, gran referente de Vox. La fecha todavía no se ha fijado, pero en el Ejecutivo señalan que la visita está prevista.