Cena inaugural del MWC 2023

El Rey reafirma el compromiso con la defensa de Ucrania en la inauguración del Mobile

Sánchez resalta la apuesta por la "convivencia" en Catalunya para "superar diferencias" y Aragonès y Colau plantan de nuevo a Felipe VI en el besamanos

El rey Felipe VI, con el presidente Pedro Sánchez durante el saludo previo a la cena del Mobile

El rey Felipe VI, con el presidente Pedro Sánchez durante el saludo previo a la cena del Mobile / FERRAN NADEU

Sara González

Sara González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El rey Felipe VI ha destacado durante la cena inaugural del Mobile World Congress (MWC) la importancia que tiene este congreso de telefonía ante un "panorama internacional de inestabilidad e incertidumbre" provocado por la pandemia primero y por la guerra en Ucrania después. De hecho, ha recordado como hace justo un año, también en pleno arranque del Mobile, Rusia iniciaba una "devastadora agresión" contra el país vecino. "Apoyamos y respaldamos al pueblo ucraniano en su legítima defensa, su libertad e integridad territorial", ha asegurado. Y ha añadido que, frente las adversidades a las que hay que hacer frente, como la guerra o desastres naturales, "donde hay un móvil, hay esperanza, oportunidad y una ayuda".

Las menciones a la guerra en Ucrania que se entrelazó con la pospandemia han monopolizado los discursos, años atrás marcados por el toma y daca del 'procés' y unas plantadas en el besamanos de Felipe VI por parte de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona que ya son tradición. El monarca no ha hecho esta vez ninguna referencia ni al conflicto catalán ni al proceso de diálogo con el que el Gobierno presume de haber pacificado las relaciones con la Generalitat. Sí que ha subrayado cómo el Mobile "se identifica bien con Barcelona, de la misma manera que Barcelona lo hace con el Mobile".

También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, han centrado principalmente sus intervenciones en las consecuencias del conflicto bélico. Aún así, Sánchez sí que ha dedicado una coletilla final de su discurso a resaltar la apuesta por el "valor compartido de la convivencia para ayudar a superar diferencias" entre instituciones y abrir "una nueva etapa de colaboración, de encuentro, de diálogo" que permita centrarse "en lo que une". Su compromiso, ha insistido, es "trabajar con lealtad" y ejercer "política útil". La semana ha estado marcada por las palabras del Gobierno dando por zanjada la mesa de diálogo mientras el Govern niega que las relaciones estén "normalizadas".

Más allá de esta referencia, el presidente ha puesto toda la carga en el impacto del conflicto en Ucrania y las medidas tomadas para mitigar sus efectos económicos. "Es una democracia que lucha por sobrevivir frente a un agresor que ha alterado gravemente el orden internacional", ha señalado Sánchez, que ha subrayado tanto las "terribles consecuencias" que la guerra tiene para el pueblo ucraniano como el impacto económico que ha tenido a escala mundial. En este sentido, ha sacado pecho de los 45.000 millones invertidos en 12 meses en el "escudo social" para "proteger a familias y empresas" frente a la inflación y el coste disparado de la energía. "España resiste el embate de la incertidumbre", ha asegurado.

Barcelona, "capital europea"

Aragonès, por su parte, ha hecho un llamamiento a que intervenga la diplomacia para intentar encontrar una solución al conflicto entre Rusia y Ucrania y ha aparcado el malestar que hay en estos momentos en la Generalitat con la Moncloa, especialmente tras las peticiones de cárcel que hace la Fiscalía para los dirigentes de segunda fila por la organización del 1-O que deja en papel mojado la reforma del Código Penal. Sobre el Mobile, ha destacado que tiene "el mismo espíritu" que la Exposición Internacional que se celebró en 1929, "buscar la conexión", y ha destacado cómo el congreso impulsa a Barcelona y a Catalunya como "capital europea" digital. De hecho, en el acto celebrado al mediodía, ha pedido a los empresarios catalanes que ejerzan el papel de "embajadores" aprovechando el congreso.

Más carga política ha tenido la intervención de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha aprovechado el atril para lanzar sendas peticiones a Sánchez y a Aragonès. Al primero lo ha advertido de que se acerca el final de la legislatura y que todavía está pendiente "cumplir con el compromiso" de limitar el precio de los alquileres. Al segundo le ha afeado que, a pesar de que la "cooperación" ha sido clave para impulsar acontecimientos como el Mobile, el Ayuntamiento se ha sentido "un poco solo" ante los grandes retos. "Necesitamos una Generalitat a pleno rendimiento a nuestro lado", ha dejado caer, y también la pedido que "cierre la puerta a proyectos especulativos del pasado". Una clara referencia al pacto de ERC con el PSC para macroproyectos como el aeropuerto del Prat, la B-40 y el Hard Rock.

Plantada habitual en el besamanos

Como es ya habitual, ni el 'president' Aragonès ni la alcaldesa Colau han participado del besamanos al rey, aunque Aragonès sí que ha saludado al monarca durante el cóctel previo, un breve intercambio en el que se han limitado a compartir que la edición de este año "pinta bien". Posteriormente, han compartido mesa en la cena, en la que también se han sentado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta Nadia Calviño, el máximo responsable del congreso, John Hoffman, y la alcaldesa Colau.

Tras la cena que sirve de pistoletazo de salida, el congreso abrirá las puertas este lunes con una previsión de afluencia de más de 80.000 asistentes de 200 países, unas cifras que recuperan la normalidad de la pandemia pero que todavía se quedan un poco por debajo de las de 2019. Este año, el Mobile se celebra con el debate cerrado sobre la continuidad en Barcelona, ya que en verano del año pasado se anunció un acuerdo entre GSMA y las autoridades para que el congreso se celebre en la capital catalana hasta 2030.