Choque en el Gobierno

Podemos aguanta la presión pero se afana en reformar el 'solo sí es sí' para evitar la alianza PSOE-PP

Los morados aceptan elevar las penas mínimas e introducir el concepto de "violencia e intimidación" como un agravante de la agresión sexual, pero no como un subtipo de este delito

La ministra de Igualdad, Irene Montero, en el Pleno del Congreso de los Diputados, a 24 de enero de 2023, en Madrid (España)

La ministra de Igualdad, Irene Montero, en el Pleno del Congreso de los Diputados, a 24 de enero de 2023, en Madrid (España) / Alberto Ortega - Europa Press

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

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Al Gobierno de coalición se le va a hacer larga la tramitación de la reforma de la ley del 'solo sí es sí'. El PSOE ha solicitado que la proposición de ley que registró a comienzos de semana, de manera unilateral y descolgándose de Unidas Podemos, se tramite por la vía de urgencia en el Congreso. Eso supone rebajar a la mitad todos los plazos, pero aún así, como mínimo, serán necesarias cuatro semanas para que se apruebe en la Cámara baja. Mucho tiempo para que los socios en el Ejecutivo sigan en un tira y afloja constante, dando muestras diarias de sus discrepancias. Por lo pronto, ante esta batalla, los morados aguantan la presión, no ceden a la propuesta de sus socios y tratan de situarse como la parte proactiva de la negociación que acabe evitando un pacto con el PP.

Ya han pasado casi dos semanas desde que se resquebrajó el aparente consenso que existía en el Ejecutivo en torno a la ley del 'solo sí es sí'. Aunque llevaban meses negociando en secreto cómo modificar la norma, socialistas y morados habían evitado la contienda pública y, con mayor o menor acierto, habían ido evitando la cuestión. Sin embargo, en las últimas semanas han quedado claras dos cosas: la norma se va a reformar, haya o no consenso entre ambos socios, y que ninguna de las dos formaciones está dispuesta a ceder, con la consecuencia de que la proposición de ley acabe dependiendo del voto del PP.

Los morados denuncia que los socialistas han cedido al ruido y se muestran garantes de la esencia de la ley

Acostumbrados a la tensión

Los morados, de momento, no ven margen a hacer más renuncias. En público y en privado, las dirigentes del Ministerio de Igualdad, liderado por Irene Montero, y de Podemos recuerdan que han hecho hasta seis propuestas distintas al PSOE, aceptando cambios, pese a que ellos creen que no son necesarios. Pero se han marcado una línea roja no reintroducir la "violencia e intimidación" como eje para determinar el tipo de delito. "¿La presión? Ya estamos acostumbrados", asegura una fuente de la dirección morada que recuerda que ya han "cedido" a bastantes peticiones del PSOE.

El problema está, según apuntan fuentes socialistas, en que no tienen claro cuáles son las propuestas de Unidas Podemos. En este sentido, reclaman a sus socios que pongan por escrito su planteamiento para reformar la ley del 'solo sí es sí'. Fuentes de la dirección morada subrayan que en ningún momento han dejado de presentar alternativas y que sus planteamientos son claros: elevar las penas mínimas e introducir el concepto de "violencia e intimidación" como un agravante de la agresión sexual y no como un subtipo de este delito.

"Hoy que hay una ofensiva muy clara para tumbar estos derechos, quiero decir que vamos a seguir defendiendo la ley del 'solo sí es sí'", sentenció el viernes la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en un intento de reforzar que su formación no se pondrá de rodillas -como llegaron a acusar al PSOE- ante las presiones ejercidas por los sectores más conservadores de la sociedad. En este sentido, señaló que el apoyo ofrecido por el PP a la reforma "evidencia que el modelo que está recogido en esa proposición de ley es el modelo del Código Penal de 'la Manada'".

Además, los morados han reprochado a sus socios el dar por cerradas las negociaciones. No una, sino dos veces. La primera cuando presentaron de manera unilateral la proposición de ley (según Podemos se enteraron por los medios de comunicación) y, la segunda, a lo largo de esta misma semana en la que las conversaciones entre la ministra de Justicia, Pilar Llop, y Montero se han suspendido. "Ellos saben que nosotras en ningún momento nos hemos levantado de la mesa de negociación. Quien tiene que volver a la mesa es el PSOE", subrayó Belarra.

Los socialistas dan por cerradas las conversaciones entre ministerios y desplazan el debate al Congreso

Alejar el foco

No obstante, los socialistas ya han pasado página. Desde el viernes, todos los ministros del PSOE han dejado bien claro que la negociación ya no es entre ministerios o en el seno del Ejecutivo, sino entre grupos parlamentarios. Con la proposición de ley registrada desde el lunes en la Cámara Baja, la intención de los socialistas es desplazar el escenario de la discusión desde el Ejecutivo al Congreso, de tal forma que deje de ser una polémica interna de la coalición y se amplíe al resto de formaciones políticas.

"Ahora estamos en el espacio parlamentario y es en el espacio parlamentario donde las fuerzas políticas van a llegar seguro, estoy convencida, a un acuerdo porque estamos ante una situación muy grave", aseveró Llop. Lo mismo dijeron el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, la titular de Defensa, Margarita Robles, e, incluso, Pedro Sánchez. Con la negociación en el Congreso se rebaja la tensión en el Gobierno y, además, puede incrementar la presión sobre los morados si algunos de los socios parlamentarios habituales aceptan las propuestas del PSOE.

Por lo pronto, el PNV y Ciudadanos ya han anunciado que votarán a favor de la tramitación de la norma en el primer debate que, con un ardid de los socialistas, podría llegar jueves o el próximo. PP y Vox también han asegurado que no entorpecerán esta votación. Una vez tenga este primer visto bueno, la reforma cogerá velocidad y en apenas tres semanas podría ser aprobada por el pleno del Congreso. Será en este periodo cuando, de no haber todavía un acuerdo, más se puedan tensar las costuras que unen a PSOE y Unidas Podemos ya que será el momento para enmendar la proposición de ley y la última oportunidad para hacerlo con consenso.

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