Crispación en la coalición

Podemos aún ve "posible" el pacto sobre el 'solo sí es sí' y el PSOE le emplaza a hacer propuestas

Montero acusa a Llop de levantarse de la mesa de negociación y desvela que no hablan desde el martes

Los socialistas aseguran que no han recibido por parte de los morados una propuesta clara para reformar la ley

pedro sanchez irene montero ione belarra

pedro sanchez irene montero ione belarra / Emilio Naranjo / EFE

Juan Ruiz Sierra
Miguel Ángel Rodríguez
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El PSOE y Unidas Podemos coinciden ahora mismo en muy pocas cosas sobre la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’. El más relevante de todos los puntos en común de los socios del Gobierno sobre la controvertida norma, que ha rebajado las condenas de más de 400 agresores sexuales, consiste, de hecho, en que existen tan pocas coincidencias que las posibilidades de un acuerdo se vislumbran muy escasas. Así que ambas partes ya empiezan a construir las bases para justificar el porqué de este fracaso, que ha llevado a los socialistas a registrar en solitario una propuesta que eleva las penas, mientras los morados les acusan de entregarse en brazos del PP, que puede resultar indispensable para sacar la modificación, y desvirtuar su espíritu original de la norma. 

En el caso de Unidas Podemos, sus principales dirigentes, empezando por la ministra de Igualdad, Irene Montero, lanzaron este jueves el mensaje de que el acuerdo seguía siendo "posible", descargando toda la responsabilidad sobre los socialistas, que según su relato rompieron unilateralmente la negociación y ni siquiera avisaron de que presentarían su propuesta. El PSOE, mientras tanto, emplazó a los morados a aclarar si querían aumentar las penas a los agresores sexuales, y en ese caso a plantear una iniciativa en este sentido. "¿Quiere Podemos reformar la ley? ¿Qué quiere hacer? ¿Cuál es su propuesta?", se preguntó un miembro del ala socialista del Gobierno. 

La mesa de negociación

A primera hora de la mañana, en la Ser, Montero rebajó el tono en este choque, que acabe como acabe, subrayan los dos socios, no supondrá la ruptura de la coalición. Atrás quedaron frases como "el PSOE quiere volver al Código Penal de La Manada" y promesas de que harán "lo que haga falta" para hacer naufragar la iniciativa de los socialistas. En su lugar, la ministra de Igualdad aseguró que está más que predispuesta a seguir explorando alternativas que satisfagan a los dos socios de la coalición y señaló que no fue ella quien "se levantó de la mesa", sino la ministra de Justicia, Pilar Llop.

Según explicó, desde el pasado martes no ha mantenido contacto alguno con la dirigente socialista. Aquel día fue cuando Llop afirmó que "con una herida ya se puede probar que ha habido violencia", unas palabras que sulfuraron al ala morada del Ejecutivo. Aun así, Montero ve margen para el entendimiento: "Yo deseo poder negociar cuanto antes porque deseo dar una respuesta unitaria a las víctimas. Yo no me he levantado de la mesa con tal de mantener el modelo del consentimiento".

Al margen de las discrepancias por la propuesta, la rebaja de tono fue bien acogida por los socialistas. "Es un cambio, pero el discurso de Podemos cambia constantemente: un día es más duro y otro más conciliador. En el fondo, todo sigue igual", señalaron fuentes de la dirección del partido. Es decir, sin visos de acuerdo entre los dos socios, ya que los morados consideran que la iniciativa del PSOE, que recupera la intimidación y la violencia como subtipos para endurecer las penas, supone dejar a un lado el consentimiento en las agresiones sexuales, que en principio es el elemento sobre el que debería pivotar toda la ley del ‘solo sí es sí’. 

"Si de verdad quieren un acuerdo, que hagan una propuesta. ¿Qué quieren? No lo sabemos muy bien. ¿Cuál es su propuesta?", reaccionó un ministro socialista. Fuentes de la dirección de Podemos subrayan que en ningún momento han dejado de hacer propuestas a sus socios y que sus planteamientos, tras "ceder bastante", son claros: elevar las penas mínimas e introducir el concepto de "violencia e intimidación" como un agravante de la agresión sexual y no como un subtipo de este delito.

Apoyos parlamentarios

El PSOE ya ha comenzado a negociar con sus socios parlamentarios tradicionales, del PNV a ERC, pasando por Compromís, Bildu y Más País, a quienes lleva llamando desde el pasado lunes, día en el que registró su iniciativa. Los socialistas consideran que hay espacio para el acuerdo con estos grupos. Todos ellos se han mostrado a favor de cambiar la ley y ahora son sus respectivos asesores técnicos quienes analizan la propuesta de reforma antes de fijar una posición. El PNV ha sido el primero en anunciar que votará a favor de tramitar la norma en el Congreso.

Al mismo tiempo, el discurso hacia el PP ha cambiado, porque el PSOE, como publicó este diario el miércoles, se resigna a tener que depender de los votos conservadores, que Alberto Núñez Feijóo ha garantizado, para aprobar el aumento de penas. "Yo voy a hablar con todos los grupos parlamentarios", dijo en Onda Cero el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. A diferencia de lo que hizo el pasado lunes el portavoz parlamentario de los socialistas, Patxi López, Bolaños no excluyó a los populares. No obstante, la portavoz popular, Cuca Gamarra, denunció que todavía no han recibido una sola llamada.

Mientras tanto, las conversaciones con Podemos se mantienen, pero los socialistas no se muestran dispuestos a cambiar su propuesta y los morados tampoco dan signos de querer acercarse a esta. Al menos, en Igualdad. Porque el PSOE observa una actitud muy distinta en la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ni siquiera ha respaldado públicamente a Montero. Pero en el partido de Pedro Sánchez tampoco esperan que Díaz se remangue y propicie un acuerdo entre los dos socios. "¿Yolanda? –se pregunta un miembro del Gobierno-. En todo esto se ha puesto de perfil".