En el Parlament

Los recelos entre el Govern y el PSC complican la negociación de los presupuestos

Aragonès exige a los socialistas que presenten sus demandas mientras estos requieren tener previamente el proyecto de los republicanos

Esquerra y los 'comuns' avanzan hacia la entente y ya forman mesa de diálogo sectoriales

Pere Aragonès

Pere Aragonès / FERRAN NADEU

Xabi Barrena
Fidel Masreal
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El Govern monocolor republicano y el PSC hace unas semanas que cambiaron de pantalla. Tras romper el veto que ERC mantenía con el PSC en cuestiones estructurales, como unos presupuestos, nuevos problemas aparecen en escena. Y es que, como en un videojuego, a cada pantalla, dificultades nuevas. La actual divergencia se centra en el camino que se debe recorrer para aprobar las cuentas y es fruto de los recelos mutuos que se expresan tanto bajo luz y taquígrafos, en el hemiciclo del Parlament, como en las reuniones a puerta cerrada que mantienen.

Este miércoles hubo de ambas. Y el mismo hilo en común, el enfado del PSC por no ser informado ampliamente de los números y la información que maneja el Govern, como el texto de la ley de acompañamiento, y la estupefacción de los republicanos por lo que entienden que es una táctica dilatoria. El quid de la cuestión es que la hoja de ruta de Pere Aragonès pasa por presentar al Parlament un proyecto presupuestario que cuente ya con el aval de las fuerzas que se requiera y, para ello, pide a los socialistas que se arremanguen para diseñar juntos las cuentas. Es la forma, aseguran fuentes del Govern, más rápida de proceder.

Pero los socialistas piden pocos inventos y abogan por lo que viene siendo más habitual y ortodoxo. Que el Govern presente su proyecto de presupuestos y, los grupos que se apresten a negociar, con un lápiz rojo en la mano, vayan añadiendo sus deseos. Y de ahí a negociar. A nadie se le escapa que esta segunda forma 'encarece' la negociación al gobierno que presenta el proyecto y que ello, obviamente, influye en la táctica republicana.

Reunión infructuosa

Pocas horas después, la reunión negociadora entre ambas partes constató el distanciamiento. No asistió la portavoz Alícia Romero, como muestra de ese enfado. Fuentes socialistas expresaron, tras el encuentro, su malestar ante lo que consideran que es la falta de concreción del Executiu sobre los planes económicos para el próximo año. Reclamaron también acceder al proyecto de ley de acompañamiento y sostienen que cuando dispongan de esta información actuarán con celeridad.

A la salida, los republicanos, por su parte, reiteraban su sorpresa ante el hecho de que el PSC no haya presentado, aun, ni una sola propuesta. El Govern, por su parte, les dio una batería de 12 para sentar cierta base de negociación. Y reiteraron que hay capítulos del presupuesto que no están escritos a la espera, precisamente, de las aportaciones de los futuros y temporales socios.

Por la mañana, en la sesión de control, el enfado de Salvador Illa fue evidente. En la pausa posterior al choque dialéctico con Pere Aragonès, aun de pie en el hemiciclo, Illa afeó al 'president' que tan solo hubiera enviado un resumen extenso de la ley de acompañamiento a los presupuestos y no el texto en su integridad.

Junts, por cierto, se halla en las mismas que el PSC, según se deduce de lo dicho por los posconvergentes a la salida de su reunión con el Executiu. "El Govern sigue sin precisar sus prioridades", señalaron antes de exigir "concreciones sobre los contenidos y sobre el calendario". También afirmaron que el Gabinete de Aragonès "condiciona el ritmo de la negociación al calendario de las conversaciones con el Gobierno del PSOE". "Y nosotros no haremos de comparsas", sentenciaron. Fuentes del Executiu coincidieron en la frialdad de la reunión, pero aún así detectaron "mayor proactividad de Junts que en el PSC. Los posconvergentes aportaron ya alguna propuesta", señalaron esta fuentes. En concreto, sobre la escuela concertada.

Avances con los 'comuns'

La situación con los 'comuns' es bien distinta. Las conversaciones avanzan, entre otros motivos porque los posecosocialistas si han hecho llegar sus propuestas. Este miércoles se celebró ya la primera reunión sectorial, es decir, sobre un aspecto en concreto (en este caso, sobre las renovables), algo que da entender que hay acuerdo sobre el marco general.

En la sesión de control, y como muestra de las propuesta propias, Jéssica Albiach exigió que en las próximas cuentas, el porcentaje del presupuesto destinado a sanidad que se dedica a la atención primaria se eleve del 18% al 25%. Aragonès le recordó que bajo su guardia, ese porcentaje ya se ha elevado del 13% al 18%, es decir, le pidió paciencia con la gradualidad.

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