Nueva etapa en la oposición

Junts suaviza el tono ante la negociación de los presupuestos de Aragonès

La posconvergencia no reclama la cuestión de confianza al 'president' en la primera reunión para abordar las cuentas

El Govern constata el plante de la CUP, avanza con los 'comuns' y evita descartar al PSC como aliado

El 'president' Pere Aragonès y la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, este miércoles

El 'president' Pere Aragonès y la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, este miércoles / RUBÉN MORENO / GOVERN

Sara González
Júlia Regué
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El Govern se pone en marcha para intentar sacar adelante unos presupuestos para 2023 y sitúa a su ex, Junts, y a su cómplice recurrente en las últimas cuentas, En Comú Podem, como potenciales aliados tras el veto de la CUP que, una vez más, decidió plantar al Executiu. El PSC permanece en la recámara, dispuesto a colaborar, pero los republicanos evitan, por ahora, recoger el guante a Salvador Illa.

La ronda de contactos para las cuentas catalanas se activó este miércoles. La 'consellera' de Economia, Natàlia Mas, y la de Presidència, Laura Vilagrà, tomaron las riendas de la futura negociación. Los 'comuns' fueron los primeros en pasar por el Palau de la Generalitat y ambas delegaciones constataron sintonía para un futuro acuerdo. La CUP decidió, en cambio, no acudir, y Junts, pese a la ruptura, accedió a avanzar en el diálogo.

Según fuentes de la Generalitat, la posconvergencia evitó poner sobre la mesa la que fuera una condición inicial para la formación: que el 'president' Pere Aragonès se someta antes a una cuestión de confianza. Fuentes de Junts confirman que no se habló en estos términos, aunque siguen exigiendo que el jefe del Govern explique con qué apoyos cuenta. Ahora bien, desde JxCat apuntan que ahora, desde la oposición, puede poner sus propias condiciones, en tanto que el presupuesto ya no es obra del que fuera su 'conseller' Jaume Giró. Y, pese al portazo inicial, ahora impera la "responsabilidad". "Nosotros no haremos de CUP", insisten estas fuentes, sobre una cita que se alargó durante una hora y media, y que fue encabezada por la portavoz parlamentaria, Mònica Sales, y los diputados en el Parlament Joan Canadell y Jordi Munell.

Antes del encuentro, Sales sostuvo que su partido acudía "dispuesto a escuchar al Govern", aunque criticó "la diligencia de ERC cuando tiene que tramitar los Presupuestos estatales y su lentitud cuando hace referencia a la Generalitat".

El pacto con Junts sigue siendo prioritario para Esquerra para evitar al PSC, por lo que en Palau celebran que hayan accedido a hablar aunque son conscientes de que deberán hacer equilibrios para compatibilizar las demandas de los 'comuns' con las de una posconvergencia que ahora se siente ya libre para exigir una bajada de impuestos que antes no se contemplaba en el esbozo de Giró.

Los republicanos aseguran que el trabajo del 'exconseller' sirve como punto de partida, pero en Esquerra asumen que, aunque recordar insistentemente a la posconvergencia que su titular fue el artífice del proyecto presupuestario, este será sometido a cambios. Algunos inevitables, como el reparto de fondos entre Conselleries, más todavía tras la reestructuración del Govern, y otros necesarios para atar el 'sí' de sus potenciales socios.

Las condiciones

La reunión con los 'comuns' comenzó a las 13 horas y se alargó durante una hora y 45 minutos. La delegación morada -formada por David Cid, Joan Carles Gallego, Susana Segovia y Marc Parés- puso los cimientos de la futura negociación. Fuentes de los 'comuns' y del Govern aseguraron a este diario que hay clima de confianza para garantizar una colaboración mutua y "predisposición a entrar en materia", eso es, para reeditar el pacto que ya firmaron en 2020 y en 2022. Pese a no haber visto el detalle de las cuentas, fuentes de En Comú Podem explican que pusieron sobre la mesa sus prioridades: un escudo social de 1.000 millones, un impuesto de solidaridad a las rentas superiores a los 175.000 euros, multiplicar la vivienda social y el despliegue de las renovables. Ahora bien, detallaron que hay incumplimientos respecto a los pactos previos que deben ser revertidos cuanto antes por parte de Esquerra.

No será hasta la próxima semana cuando el PSC tendrá su cita particular. Illa continúa con su ofrecimiento a negociar las cifras para garantizar la estabilidad en Catalunya, pero la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, con ERC como fuerza indispensable para el Gobierno, influye en el veto socialista.

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