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El PP añade la carta de Puigdemont a sus argumentos para romper el pacto del CGPJ

Bendodo defiende a Feijóo tras suspender las negociaciones y acusa a los socialistas de poner en la mesa la reforma del delito de sedición para dinamitarlas

Los populares piden que Pedro Sánchez y Félix Bolaños expliquen en el Congreso lo que creen "los acuerdos propuestos al fugado"

Elías Bendodo, este lunes durante la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección del PP.

Elías Bendodo, este lunes durante la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección del PP. / EFE

Miguel Ángel Rodríguez

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El Grupo Popular en el Congreso ha registrado este lunes una petición de comparecencia para que Sánchez acuda al pleno a explicar un supuesto "acuerdo" con el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont para "sortear su situación judicial".

Los populares también quieren que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, acuda a la comisión que corresponda en la Cámara Baja para aclarar si ha "dado instrucciones para llevar a cabo medidas legales tendentes a la impunidad de quienes están condenados o están en situación de huidos de la acción de la Justicia".

Con esta iniciativa, el PP une la carta de la que ha hablado Puigdemont a su argumentario para explicar la ruptura de conversaciones con los socialistas sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que prolonga la crisis institucional por el bloqueo de ese órgano clave del Estado.

El coordinador general del PP, Elías Bendodo, ha aprovechado la carta publicada por Puigdemont -en la que asegura que miembros del PSOE se han puesto en contacto con él en los últimos años para prometerle un "buen trato" con un cambio en el Código Penal- para señalar la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con un partido que pacta con los que "intentaron romper España"

Defensa de Feijóo

El pacto para renovar el CGPJ estaba a punto. Tan solo faltaban algunos flecos, pero Alberto Núñez Feijóo dio por rotas las negociaciones con el PSOE. El argumento que ofreció fue la predisposición del Gobierno a renovar el delito de sedición, algo que llevaba meses sobre la mesa. La decisión del líder del PP fue vista, dentro y fuera del partido, como un paso atrás ante las presiones recibidas, tanto internas como externas, para que no negociara con los socialistas. Y Bendodo ha echado un capote al presidente conservador asegurando este lunes que Feijóo "escucha a todo el mundo y toma su propia decisión".

"Tiene la suficiente experiencia para saber bien lo que hacer en cada momento", ha asegurado el dirigente popular en rueda de prensa. Bendodo ha negado que las conversaciones que mantuvo Feijóo con distintos barones autonómicos del PP, entre ellos con Isabel Díaz Ayuso -como adelantó EL PERIÓDICO-, no son consecuencia del giro en las negociaciones. "El presidente Feijóo consulta y recibe mensajes de todo el mundo, y habla y llama. [...] Después toma su propia decisión", ha insistido. A este respecto, Bendodo ha recalcado que Feijóo habló no solo con Díaz Ayuso, sino también con los presidentes de Andalucía y Murcia, Juanma Moreno y Fernando López Miras, respectivamente, entre otros.

Se rompen los puentes

"El acuerdo no lo rompe ningún tuit ni ninguna llamada, lo rompe el PSOE incorporando a su agenda la reforma del delito de sedición", ha sentenciado Bendodo intentando alejar nuevamente el fantasma de las presiones a Feijóo y redirigiendo la culpa a los socialistas. Pese a que una semana antes de la ruptura Pedro Sánchez había confirmado su intención de homologar el delito de sedición a los estándares europeos, el dirigente del PP ha desvelado que en la negociación con el Gobierno el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se había comprometido a que este cambio no se realizaría.

No obstante, Bendodo ha asegurado que el punto de inflexión se produjo cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó que el Ejecutivo propondría una rebaja de las penas de dicho delito. "En ese momento, el PP, en clara coherencia con el sentido común, decide apartarse. El PP nunca nunca va a ser cómplice, ni ahora ni nunca, del mercadeo presupuestario con el independentismo", ha aseverado. Eso sí, no da por dinamitadas las negociaciones con el Gobierno. La única condición que establece para volver a la mesa es que Sánchez se compromete "por escrito" a no reformar el Código Penal.

Aún así, el dirigente conservador no se ha mostrado muy optimista ante la posibilidad de que esto ocurra. Es más, ha dejado caer que los socialistas reventaron el pacto conscientemente al introducir este asunto en las conversaciones. Intentando sembrar la duda sobre los planes de los socialistas ha dicho que el Gobierno, "intencionadamente o no", se "saca de la manta el delito de sedición y hace imposible el acuerdo". "Sabe perfectamente que para el PP es inasumible reformar el delito de sedición y que los que intentaron romper España se vayan de rositas. ¿Eso es insolvencia o mala fe?, sacar este tema en plena negociación", ha resumido.