El pasado del rey Juan Carlos en Jersey, 'prólogo' de las fundaciones Lucum y Zagatka

El fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Alejandro Luzón, ha considerado probado que el entonces rey de España, Juan Carlos I, ha sido el titular, el único beneficiario, de los 'trusts' (fideicomisos) Tartessos y Hereu en el paraíso fiscal dependiente del Reino Unido conocido como Jersey, isla del archipiélago de las Islas del Canal, creados en 1995 y 1997 respectivamente, y cuyo beneficiario a partir de 2004 pasó a ser el exbanquero e historiador Joaquín Romero-Maura.

Luzón, según ha adelantado la COPE, ha propuesto el archivo de las terceras y últimas diligencias de investigación sobre la fortuna presuntamente amasada ilícitamente por el rey de España y actual rey emérito autodesterrado en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) desde el 4 de agosto de 2020. Esta es una de las investigaciones emprendidas por la Fiscalía Anticorrupción que fueron asumidas en junio de 2020 por la Fiscalía del Tribunal Supremo.

Las otras diligencias

Otra de las diligencias ha girado en torno a las presuntas comisiones cobradas en la adjudicación del AVE del Desierto La Meca-Medina a través de una transferencia del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí de 100 millones de dólares (64,8 millones de euros) realizada el 8 de agosto de 2008 a una cuenta de la Fundación Lucum de Juan Carlos I en Suiza, una investigación que también será archivada con el argumento de que el rey gozaba de la inviolabilidad constitucional, es decir, era irresponsable ante procedimientos civiles y penales.

Asimismo, se han investigado las transferencias del magnate mexicano Allen Sanginés-Krause por valor de 800.000 euros dirigidas al coronel del aire Nicolás Murga, ayudante de campo de Juan Carlos I y presunto testaferro suyo. El coronel se encargaba a través de una cuenta en Ibercaja de distribuir los fondos para gastos de Juan Carlos I, la reina doña Sofía, sus hijas y los hijos de ambas.

Y completaban las diligencias unas indagaciones sobre viajes en 'jets' privados de Juan Carlos I por valor de 7 millones de euros después de su abdicación a mediados de junio de 2014 que fueron pagados por la Fundación Zagatka ('enigma' en ruso).

Las regularizaciones fiscales

Juan Carlos I presentó en diciembre de 2020 y febrero de 2021 dos regularizaciones fiscales. Una en concepto de donación por valor de 678.393,72 euros referida a las transferencias de su amigo, el millonario mexicano Sanginés-Krause, y otra por 4.395.901,96 euros, como “rentas derivadas de la asunción por la Fundación Zagatka de determinados viajes y servicios”.

Estas dos regularizaciones se presentaron después de que el teniente fiscal encargado de las diligencias, Juan Ignacio Campos, notificara al abogado del emérito, el penalista Javier Sánchez-Junco, en junio, noviembre y diciembre, cada una de las diligencias y le ofreciera personarse en las mismas. El abogado se abstuvo de ser parte de esas diligencias para cubrirse ante el hecho de que las regularizaciones fiscales pudieran ser invalidadas por no ser espontáneas, según exige la ley.

El borrador del decreto de archivo de las diligencias que, según fuentes fiscales, estaban más avanzadas, las de Jersey, fue enviado por el fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Alejandro Luzón, hace ya varias semanas.

Pero, según esas fuentes consultadas, la parte central de lo que puede llamarse la exoneración penal de Juan Carlos I son las dos regularizaciones fiscales por algo más de 5 millones de euros, a las que la Organización Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) debe dar su conformidad. Y como son regularizaciones presentadas después de la notificación sobre las investigaciones a Juan Carlos I, los técnicos tienen que justificar por qué, a pesar de ello, son consideradas “espontáneas”.

Tartessos y Hereu

En sus conclusiones sobre las operaciones en la isla de Jersey, según se ha apuntado, el fiscal Luzón señala que los 'trusts' Tartessos y Hereu (en catalán, la persona destinada a recibir una herencia) “fueron fundados en 1995 y 1997, respectivamente, de los que fue beneficiario único eI entonces rey de España”.

Dichos 'trusts' fueron creados, según el borrador, por Manuel Prado y Colón de Carvajal. Aunque el informe no lo dice, se trata del amigo personal de Juan Carlos I que ha prestado múltiples servicios para él, y según múltiples evidencias, su testaferro. Relata el informe que esos fideicomisos fueron “liquidados” en 2004 y que los fondos fueron transferidos a otro 'trust' de Jersey llamado The JRM 2004 Trust, iniciales que corresponden a Joaquín Romero-Maura.

Según el fiscal, “nunca se conocerá con total certeza el origen de los fondos con que fueron creados”, y apunta que no hay indicios para vincular entre 2004 y 2021 The JRM 2004 Trust con Juan Carlos I. En 2002, una sentencia de la Audiencia Nacional declaró probado que fueron transferidos 20 millones de dólares a la cuenta Adnhil Investments en el banco Societé Générale Alsacienne (Sogenal) de Ginebra, en la llamada 'operación Wardbase'. El beneficiario de esa transferencia de mayo de 1992: Manuel Prado y Colón de Carvajal.

Según la sentencia, esa cantidad “fue distribuida después entre varias cuentas de distintas entidades bancarias”. El dinero fue enviado por orden del entonces hombre fuerte de Kuwait Investment Office (KIO), el fondo soberano de inversión, Javier de la Rosa. Ya entonces, el ponente, el magistrado Siro García, advertía de que no se pudo seguir la pista del dinero.

Manuel Prado y Colón de Carvajal fue condenado por un delito de apropiación indebida a 2 años de prisión y al pago de 12 millones de euros. Prado ingresa en prisión el 26 de abril de 2004, donde permanecerá durante dos meses.

El cambio de beneficiario

El cambio de beneficiario en Jersey, con la previa creación de un nuevo 'trust' a nombre de Romero Maura, al que alude el informe de Luzón, se realiza en aquellos momentos cruciales de 2004. Hasta entonces, Prado y Colón de Carvajal es “el hombre del rey”. Ante las dificultades con la justicia, Romero-Maura entra entonces en escena.

Romero-Maura, que ahora, a sus 82 años, padece de la enfermedad de Alzheimer en grado avanzado, tenía experiencia financiera. Había sido banquero en Washington y fue nombrado presidente director general de Merril Lynch Francia, donde ejerció en 1987 y 1988. Y, junto con Manuel Prado y Colón de Carvajal, había servido a Juan Carlos I, en 1993, como consejero en la fundación que daría nacimiento al Centro Rey Juan Carlos I de España en la Universidad de Nueva York.

En su informe, Luzón señala que la finalidad de los 'trusts' Tartessos y Hereu en los años 90 del siglo pasado “era apoyar al entonces Rey Don Juan Carlos en el caso de que fuera depuesto por un golpe institucional o una situación similar y tenían a este como único beneficiario”.

Precisamente, en aquellos años, en octubre de 2003, se crea en el paraíso fiscal de Liechtenstein, la Fundación Zagatka. El primer beneficiario es Álvaro de Orleans, primo de Juan Carlos I; el tercer beneficiario es Juan Carlos I; el cuarto es el entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y las quintas beneficiarias son las infantas Elena y Cristina.

El documento

Según el documento al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, al abrir el 30 de octubre de 2003 la cuenta de la Fundación Zagatka, la número 0251-798208-9, en el banco Credit Suisse de Ginebra, Arturo Fasana, gestor de Orleans, y también más tarde directamente del rey Juan Carlos I, deja constancia en el formulario de perfil de cliente que espera recibir un movimiento de dinero de 250 millones de euros aproximadamente (ver documento).

Y en la casilla sobre el origen de los valores patrimoniales depositados en la entidad y cómo han sido adquiridos, señala: “Comisión percibida en el proceso de venta de Banco Zaragozano a Barclays Bank, Londres”. El mismo concepto figurará en un perfil de cliente de 28 de julio de 2009. Por los 7 millones de euros que pagó Zagatka a las compañías de 'jets' privados después de su abdicación, Juan Carlos I ha presentado la regularización más importante, según se ha apuntado, los 4.395.901,96 euros.

Pero lo que llama la atención es la coincidencia en el argumento político entre los estatutos de la Fundación Zagatka y los de los 'trusts' Tartessos y Hereu. Orleans, primer beneficiario de Zagatka, nombra tercer beneficiario a Juan Carlos I “debido a su sentimiento de admiración y reconocimiento por haber abierto para España el camino de la libertad y haber llevado al país, con su constancia, habilidad y humanidad, restableciendo las libertades públicas y un régimen parlamentario, hasta la democratización”.

'La tempestad'

Tartessos y Hereu, creados por Manuel Prado y Colón de Carvajal, buscan “apoyar al entonces Rey Don Juan Carlos en el caso de que fuera depuesto por un golpe inconstitucional" o una situación similar.

“Y por ese destino, el pasado es prólogo”, dice Antonio a Sebastián en el acto II escena I de esa obra de poder y control que es 'La tempestad', la última de Shakespeare.

A primeros de junio de 2012, ante la mayor información fiscal que Suiza se ha comprometido a aportar a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), hay un cambio en la legislación helvética. Según ha explicado Dante Canonica, el abogado de Juan Carlos I al fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, ese cambio lleva a Juan Carlos I a hacer una “donación irrevocable” de los 64,8 millones de euros que le ha “regalado” Arabia Saudí a su examante Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

Una donación que, habida cuenta de la persecución posterior de ese dinero que emprende Juan Carlos I en todos estos años, buscaba desactivar una “bomba de relojería” -Canonica dixit- para poder seguir usufructuándolo.

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