Centenares de personas

La detención de Puigdemont agita la calle y eleva la ofensiva de Junts y la CUP contra la mesa de diálogo

Los posconvergentes despliegan a sus 'consellers' en la concentración convocada por la ANC, mientras los republicanos optan por un perfil bajo

Puigdemont

Puigdemont / ELISENDA PONS

Júlia Regué

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La detención del 'expresident' Carles Puigdemont en Cerdeña (Italia) ha desatado una nueva jornada de protestas en las calles de Barcelona para pedir su libertad inmediata y cuestionar el diálogo entre gobiernos. Convocados por la ANC, centenares de personas se han congregado este viernes en el cruce entre la Avenida Diagonal y la calle Aribau, en los aledaños del consulado italiano, entre un fuerte despliegue policial que ha impedido que los manifestantes se acercasen al inmueble.

El 'president' Pere Aragonès ha suspendido su agenda y permanece en el Palau de la Generalitat, donde ha citado al Consell Executiu, mientras Junts y la CUP han enarbolado su enmienda a la estrategia negociadora de Esquerra. Algunos de los manifestantes han llegado a exigir la dimisión del Executiu si no se avanza hacia la independencia.

Los posconvergentes han desplegado a sus ‘consellers’ en la protesta, mientras que los republicanos han optado por un perfil bajo. El vicepresidente Jordi Puigneró, ha liderado la comitiva de su parte del Executiu con los titulares Jaume Giró, Gemma Geis, Lourdes Ciuró y Josep Maria Argimon. ERC, en cambio, ha elegido a la vicepresidenta de la Mesa, Alba Vergés, a la diputada Jenn Díaz, a la senadora Sara Bailac, y a otros dos cargos del partido para representar las siglas, que han sido abucheados por algunos manifestantes.

"El tiempo nos da la razón"

"Éramos escépticos con la mesa de diálogo y el tiempo nos da la razón", ha espetado Puigneró. Un argumento al que ha dado continuidad el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, insistiendo en que "no se puede garantizar un diálogo dando aparo a la persecución y a la vulneración de derechos". Un reproche que se suma al choque que se generó después de que Aragonès diera un golpe sobre la mesa y dejara a los posconvergentes fuera de la cita con el Gobierno tras proponer una delegación con dos indultados y una senadora, que reducía el rango institucional al encuentro.

Los anticapitalistas, con Dolors Sabater y Carles Riera al frente, han sentenciado que el Gobierno "avala la represión" y que Catalunya "vive en un Estado de excepción continuo". "El Estado no tiene intención de resolver políticamente el conflicto", han zanjado.

ERC, por su parte, se ha limitado a defender la amnistía y la autodeterminación como la vía para encauzar la solución al conflicto, y Vergés ha instado al Ejecutivo a tomar nota del clamor independentista.

La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha asegurado que la detención de Puigdemont es “un nuevo episodio de encarnizamiento” y ha llamado a la "máxima movilización". El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha tachado de “incomprensible” el arresto y ha defendido la amnistía y la autodeterminación.