Balance del curso político

El PSC busca mantener el impulso del 'efecto Illa'

Los socialistas llegan a agosto como primer partido del Parlament y obsesionados por que se les visibilice como alternativa de gobierno

Salvador Illa

Salvador Illa

Daniel G. Sastre

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El PSC empezó el año 2021 siendo el cuarto partido del Parlament, y lo terminará siendo el primero. Los dirigentes de la formación procuran no olvidarse de ese dato cuando analizan dónde están ahora y, sobre todo, cuáles son los objetivos en adelante. Los socialistas catalanes siguen en la oposición, pero sus perspectivas son muy diferentes a las de hace unos meses.

La irrupción de Salvador Illa como candidato en las elecciones catalanas de febrero cambió el ánimo de una formación acostumbrada en los últimos años a no aspirar a volver al poder. Ahora, el exministro de Sanidad intenta no perder el impulso, y por eso ha creado un “Govern alternativo” al independentista.

Ese ejecutivo en la sombra, que ya se ha reunido en varias ocasiones antes del parón veraniego, busca poner de relieve que “existe una manera diferente de hacer las cosas” que la de ERC y JxCat. La obsesión de Illa es que los ciudadanos vean al PSC como alternativa “real” de gobierno, y por eso pone el acento en la importancia de ocuparse de la “política real” frente al simbolismo que dominó la etapa de Quim Torra en la Generalitat. Illa siempre habla de hacer una oposición "contundente pero constructiva".

El líder del PSC en el Parlament –el mando orgánico lo sigue ostentando el ahora ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta- tiende la mano a Pere Aragonès en asuntos como la ampliación del aeropuerto de El Prat. A la vez, quiere colocar a los socialistas como alternativa clara al nacionalismo: antes del verano, ya insistió sin mucho éxito en que el ‘president’ debe llevar a la mesa de diálogo con el Gobierno no solo las propuestas independentistas, sino también las de la oposición.

“Necesitamos demostrar que la cooperación y no la confrontación han permitido superar esta etapa de ruptura emocional interna y de parálisis”, resume un dirigente del PSC.

El resto de partidos de la oposición también aprovechan el verano para coger fuerzas y reorganizarse. Los ‘comuns’ han visto en la ampliación del aeropuerto de El Prat una oportunidad para reivindicarse como alternativa ecologista. El problema es que se vuelven a encontrar, como ya les ha pasado en otras ocasiones en los últimos meses, con críticas por compatibilizar ese rechazo con su presencia en el Gobierno de España, que apoya el proyecto.

Cs y PP, en crisis

Ciudadanos, que perdió en las elecciones 30 diputados de los 36 con los que obtuvo la victoria en 2017, y el PP, que solo cuenta con tres representantes en la Cámara, llevan meses pensando en qué hacer para revertir la tendencia. Frente a esta decadencia, los 11 diputados de Vox, cuarta fuerza política de la Cámara, adquieren matices inquietantes. De momento, sin embargo, el partido ultra no ha podido sacar demasiado partido a su resultado electoral, en parte por el acuerdo al que llegaron las demás formaciones para frenarles el paso, y su paso por la Cámara ha sido hasta ahora poco lucido.  

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