ENTREVISTA EN TV-3

Pere Aragonès dice que no le pondrá fácil al Estado "pasar la pantalla" del referéndum

El 'president' deja en manos del "conjunto del independentismo" el papel del Consell per la República

Anuncia que se bajará el sueldo un 15%

Pere Aragonès

Pere Aragonès / FERRAN NADEU

Daniel G. Sastre

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El nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha propuesto llevar a cabo, a la vez y en los próximos años, la reconstrucción económica y social de Catalunya, la negociación con el Estado sin perder de vista el horizonte de un referéndum de autodeterminación y la amnistía para los presos del 1-O. Con objetivos tan ambiciosos no es de extrañar que este miércoles, aún en los primeros días de su mandato, no pudiera ofrecer muchas precisiones sobre cómo lograrlos. Más que una hoja de ruta, en su primera entrevista en TV-3 'vendió' una filosofía: la de trabajar hasta la extenuación sabiendo de antemano que algunas metas son prácticamente inalcanzables, al menos en el corto plazo.

Es lo que sucedió cuando habló de la mesa de diálogo con el Gobierno. El director de TV-3, Vicent Sanchis, le preguntó qué podría cambiar en cuanto a las líneas rojas del Gobierno, que rechaza tanto la convocatoria de un referéndum como la amnistía. Aragonès dijo que la insistencia independentista debería servir, además de como una manera de tratar de influir en el plano internacional, para que "los demócratas españoles vieran que solo a través de un referéndum puede haber solución al conflicto".

Ante las dudas del entrevistador, insistió: "Puedo compartir una parte de su escepticismo, pero sé que los independentistas nunca nos tendríamos que levantar de la mesa de negociación. Muy a menudo hemos oído la expresión 'pasar pantalla'. Esta pantalla la jugamos al máximo, no le pondremos barato al Estado pasar esta pantalla para ir a la de la fuerza, donde está cómodo".

El ejemplo de Escocia

El 'president', que citó en varias ocasiones a Escocia y al referéndum que celebró en 2014 como espejo de lo que quiere para Catalunya, evitó concretar qué pasaría si, después de dos años, el diálogo con el Gobierno no da frutos. Habría un "paso adelante", dijo, cuya forma precisa decidirá "el conjunto del independentismo".

También dijo que será "el conjunto del independentismo" quien decidirá el papel que acabará teniendo el Consell per la República, la entidad privada que preside Carles Puigdemont, y que fue uno de los principales escollos en las negociaciones con JxCat por el Govern. Y, del mismo modo, se decidirá por consenso soberanista qué hacer con la Assemblea de Càrrecs Electes que se creó en la anterior legislatura.

La amnistía de 1977

En ese ámbito del acuerdo independentista se enmarca además el "acuerdo nacional por la amnistía y la autodeterminación" que quiere impulsar. Sobre las dudas que suscita la figura de la amnistía, que no está recogida en el marco legal actual, Aragonès afirmó que la Ley de Amnistía de 1977, vinculada al final del franquismo, no ha sido derogada.

En materia económica, Aragonès fue ambiguo en cuanto a si Catalunya volverá a participar en foros autonómicos como el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que había abandonado en los últimos años. Sí ha dicho que la Generalitat se implicará, como hasta ahora, en la pelea por los fondos europeos: "No dejaremos de defender ni un solo euro que puede venir a los ciudadanos de Catalunya".

El 'president' también ha anunciado que quiere bajarse el sueldo un 15%. El salario del presidente de la Generalitat, el más alto de todos los dirigentes autonómicos, seguiría siendo superior al segundo -el del lendakari vasco- tras esa medida.

Otras de sus prioridades en el ámbito económico, dijo, serán reducir el paro juvenil -de un 33% en Catalunya-, abordar los problemas de vivienda de muchos sectores sociales y la recuperación del sector turístico. Prometió una política económica "expansiva" para afrontar esos retos.