Tras la moción en Murcia

Hervías, hombre fuerte de Rivera, abandona Cs y ficha por el PP

El catalán renuncia a su acta en el Senado, donde el malestar está extendido entre los otros seis miembros del grupo

Casado lanza una opa hostil al partido naranja tras la crisis derivada por la moción en Murcia

hervási

hervási / Elisenda Pons

Pilar Santos, Gemma Robles, Miguel Ángel Rodríguez

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Primeras deserciones tras el fracaso de la moción de censura del PSOE y Ciudadanos en Murcia. Primer gran golpe interno al liderazgo de Inés Arrimadas: Fran Hervías, el que fuera secretario de organización de Ciudadanos y que construyó el partido desde el minuto cero junto a Albert Rivera, abandona la formación y ficha por el PP. "Pablo Casado es el único líder capaz de ganar a Pedro Sánchez. Tiene un proyecto para España, que antepone los intereses de los españoles por encima de las siglas políticas y que se enfrenta a aquellos que quieren dinamitar nuestro marco constitucional sin tapujos", declaró a este diario. Hervías se integrará en el equipo del secretario general popular, Teodoro García Egea.

El dirigente naranja era ahora senador designado por el Parlamento de Andalucía y renunciará al acta. El malestar en el grupo de la Cámara alta afecta también a los otros seis miembros, que sopesan qué hacer.

"Casado se enfrenta a aquellos que quieren dinamitar nuestro marco constitucional sin tapujos", afirma

El político catalán anunció este sábado que deja el partido, en el que ha militado durante los últimos 15 años, "con tristeza". "Hoy Ciudadanos es parte del problema y no de la solución", escribió en un comunicado. Considera que, bajo la dirección de Arrimadas, ha abandonado "los valores y principios liberales para convertirse en una muleta más del sanchismo". Explica que durante los últimos meses ha trasladado sus quejas a los dirigentes de la formación. "El sanchismo es incompatible con la libertad y así he intentado hacerlo ver en varias ocasiones sin éxito", añade. Hervías asume el relato y el estilo de Rivera y sostiene que "España está gobernada por una banda, cuyo único objetivo es aniquilar" el marco constitucional.

Teléfonos que echan humo

En estos momentos, tras la semana volcánica en Murcia al neutralizar el PP la moción de censura planteada por el PSOE y Cs, la vida interna en la fuerza naranja es tumultuosa. Los teléfonos echan humo. El malestar se extiende y algunos altos cargos, según ha podido saber este diario, están pensando qué hacer. Saben, además, que no solo tienen las puertas abiertas del PP, si les interesa seguir la vida política, es que Pablo Casado ha dado la orden de captarles, provincia a provincia.

Hervías se integrará en el equipo de García Egea, secretario general del PP

El líder popular no quiere desaprovechar la oportunidad de rematar al partido naranja, herido tras la debacle el 14-F en Catalunya y la salida del Ejecutivo regional de Madrid. Una opa hostil en toda regla y a contrarreloj que llega el fin de semana previo a que Arrimadas celebre el próximo lunes la ejecutiva nacional.

Los populares llevan tiempo queriendo absorber a Ciudadanos. Ahora, la arriesgada jugada de Arrimadas para girar al centro, desmarcarse del PP y consolidar su acercamiento a los socialistas, ha abierto una ventana de oportunidad a Casado para acelerar el proceso de captación.

"Hoy es un día triste pero el PP va a dar la talla para acoger a todos aquellos que queremos hacer frente al bloque de ruptura en el que se ha convertido la alianza de PSOE, Podemos y Ciudadanos", avisó ya el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, el miércoles. A las pocas horas de conocerse el intento de socialistas y naranjas de derrocar el Gobierno de coalición PP-Cs en Murcia, García Egea abrió la puerta de su partido a todos los cargos de Ciudadanos descontentos con el rumbo de su formación. Sin embargo, en aquella intensa jornada de miércoles, el PP aparecía como el perdedor. Se les notaba despechados.

Tras el giro de guion del viernes, cuando el número dos del partido pilotó una operación para neutralizar la moción de censura de Murcia al captar a tres tránsfugas de Cs, esa invitación del PP adquiere otra dimensión: se les va a buscar.

Este sábado, el dirigente conservador agradeció a los tres miembros de Cs (Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez) que se hayan "mantenido fieles al pacto" de legislatura del Gobierno de coalición y negó que fueran tránsfugas.

Cuadrado y Espejo, señalados

El cambio de tercio de Franco, Miguélez y Álvarez, que han sido expulsados de la formación, ha dinamitado la estrategia de Arrimadas. El miércoles, los tres firmaron el documento de la moción de censura, pero lo hicieron bajo "graves presiones" de Carlos Cuadrado, vicesecretario general de Cs, según fuentes cercanas a Álvarez. 

Voces críticas en el seno del partido, entre ellas las de los vicepresidentes de Andalucía y Castilla y León, Juan Marín y Francisco Igea, y la de la vicealcaldesa madrileña, Begoña Villacis, (todos comparten gobierno con el PP), han obligado a Arrimadas a convocar el lunes la ejecutiva para analizar la situación. "Fue un error que no quisiera tomar ninguna decisión de calado tras la debacle en Catalunya", se lamenta ahora un parlamentario nacional. En la elecciones del 14-F se quedaron en seis diputados. Tenían 36.  

Según la previsión (que cotiza a la baja esta semana en política), los próximos miércoles y jueves se debatirá la moción de censura en el Parlamento murciano. Salvo que los tres diputados de Cs que quedan en el grupo y los del PSOE logren el apoyo de tres exdiputados de Vox que fueron expulsados de las filas ultras, los naranjas habrán perdido la capacidad de gobernar en una autonomía y la responsabilidad será de Arrimadas y de dos personas más que señalan los críticos: Cuadrado y José María Espejo, vicesecretario general adjunto del partido. Ellas tres son las que diseñaron una operación que se les ha vuelto en contra cual bumerán.

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