El Síndic propone al Govern estudiar el voto en 'urna móvil' para las elecciones

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jregue52238991 pla mitj del s ndic de greuges rafael rib durant la comp201123120820 / ACN / BLANCA BLAY

Júlia Regué

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El Síndic de GreugesRafael Ribó, ha presentado este lunes en el Parlament un informe con recomendaciones al Govern de cara a las elecciones catalanas, previstas para el 14 de febrero, que se celebrarán en un contexto de pandemia y con el estado de alarma vigente. La institución aboga por ampliar el plazo para la solicitud del voto por correo hasta el día antes de los comicios y propone al Consell Executiu el estudio de mecanismos como el sufragio domiciliario o 'urna móvil' para los electores que puedan resultar positivos cuando el plazo para pedir el sufragio por correo se haya agotado. 

La principal obcecación del Síndic es garantizar el derecho a voto de todos los ciudadanos e impedir que haya electores que se queden sin poder votar, como sucedió en el País Vasco y en Galícia, ante la previsible existencia de positivos de covid-19 y eventuales confinamientos -ya sean territoriales o domiciliarios- debido al impacto del virus en Catalunya. Ribó advierte del "peligro bien real" de que haya personas que puedan quedar "materialmente excluidas del voto anticipado", ya que los plazos para el sufragio por correo terminan antes de la jornada electoral, y por lo tanto "no podrían hacer efectivo el derecho a sufragio activo".

La propuesta de la Conselleria de Exteriors, la encargada de los procesos electorales, de formar tres colas en los colegios electorales -una para positivos de covid-19, otra para colectivos vulnerables y una última para el resto de electores- no agrada al Síndic de Greuges, que opina que puede disuadir el voto porque al generar un "estigma" contra los contagiados y también requeriría una "protección extrema" a los miembros de las mesas electorales. 

Ribó apuesta en cambio por estudiar el sistema de 'urna móvil' o voto domiciliario, que consiste en el desplazamiento por parte de la administración electoral al lugar de residencia del elector y que permite "mantener las mismas garantías que hay en los colegios electorales": el voto secreto y la supervisión de interventores. "Cambiar el lugar, pero mantener el procedimiento", defiende, porque además apunta que logra satisfacer las necesidades de las personas contagiadas en los últimos días del período electoral, cuando podría haber finalizado ya el plazo para pedir el voto por correo. A juicio de Ribó, esta medida podría sacarse adelante sin necesidad de establecer cambios legislativos.

Esta opción, sin embargo, también tiene aspectos a considerar como su coste, la logística necesaria y el marco normativo, y es que la Comisión de Venecia lo tacha de "indeseable" y solo aplicable en casos de situación de emergencia, recuerda el Síndic. La idea fue contemplada por Exteriors, pero finalmente quedó descartada.

El voto por correo exprés

En cuanto al voto por correo, el Síndic recuerda que puede haber personas que no tengan a su disposición el dispositivo necesario para solicitarlo telemáticamente, por lo que aboga por tener en cuenta la posibilidad de apoderar a notarios a domicilio. Por otra parte, ve una buena medida que el votante pueda votar sin salir de casa, actuando el cartero como custodia del voto, ya que ejercería su derecho cuando el operario acudiera a entregar el material de votación.

Sobre la campaña electoral, emplaza a los partidos a acordar que sea de tan sólo una semana para minimizar los riesgos, pese a que esta modificación oficial debería ser autorizada por el Congreso de los Diputados. Anima a que sea plenamente telemática y que no se celebren encuentros, aunque cumplan con las restricciones.

Catalunya no dispone de una ley electoral propia, por lo que Ribó insta a las formaciones parlamentarias a explorar si se puede sacar adelante en el tiempo que queda hasta la disolución de la Cámara catalana, el 21 de diciembre, una normativa parcial tramitada por la vía de urgencia que permitiese crear una junta electoral provisional, establecer varias jornadas de votación consecutivas y aumentar a tres el número de suplentes. Un extremo que, sin embargo, la Conselleria de Exteriors, encargada de los procesos electorales, desestima por el poco margen de tiempo y por el aumento obligado de una logística permita votar en dos días.

Aplazar o no las elecciones

Atendiendo a la evolución imprevisible de la pandemia, el Síndic de Greuges no descarta que las elecciones no se puedan llegar a celebrar en la fecha prevista. Por eso, Ribó emplaza al Govern y a los partidos políticos a conjurarse para fijar unos "criterios objetivos, sanitarios y constitucionales" para que antes del 15 de enero, un mes antes de los comicios, se pueda tomar la decisión de aplazarlos o mantenerlos. El decreto de convocatoria de las elecciones es estrictamente gubernamental, pero un aplazamiento debería ser impulsado con un amplio consenso y la consideración del dictamen de un grupo de expertos independientes nacional e internacional que lo avale, opina el Síndic.