45 AÑOS DE LA MUERTE DEL DICTADOR
El botín de los Franco
Los negocios de la familia se extienden por toda España y hacen incalculable su fortuna
Jose Rico
Coordinador de las secciones de Política, Internacional y Economía
Castellón, 1984. Periodista de El Periódico desde 2007
Jose Rico
Calcular el patrimonio actual de los herederos de Francisco Franco es un ejercicio imposible incluso para quienes han dedicado días, semanas, meses y años a intentar conseguirlo. La fortuna se extiende por gran parte de España en forma de bienes inmuebles, acciones, sociedades anónimas y cuentas bancarias, y los negocios abarcan numerosos ámbitos económicos, con el mercado inmobiliario como epicentro. La devolución al Estado del Pazo de Meirás, obligada por la justicia, supone desposeer a los nietos del dictador de la joya de una corona que, sin embargo, sigue siendo una mina de oro 45 años después de la muerte del patriarca.
Según el testamento que redactó el 20 de febrero de 1968, casi ocho años antes de su fallecimiento, el dictador dejó en su herencia para su mujer, Carmen Polo, y su única hija, Carmen, 28.500.315,38 pesetas (171.290 euros), que mediante la actualización de la renta siguiendo el IPC hoy equivaldrían a 1.778.165 euros. La viuda se quedó con la mitad de su participación en los gananciales (14.250.157,69 pesetas) y el tercio de libre disposición (4.750.052,56 pesetas), mientras que la hija recibió 9.500.105,13 pesetas.
La guinda del pastel es el número 8 de la calle Hermanos Bécquer de Madrid, cuartel general de la familia y base de sus operaciones societarias. En la madeja de negocios sobresalen los hilos de Sargo Consulting (18 millones en activos), que gestiona gran parte del patrimonio inmobiliario del grupo y es matriz de Fiolasa –más de 20 millones en bienes–; Montecopel (16 millones en activos) y Pristina (15 millones). Pero el reguero de marcas con presencia de la familia alcanza las 41: Estacionamientos Urme (algo más de un millón), Caspe 99, Bejar 2001, Arroyo de la Moraleja, Ursaria... Más de la mitad de estas sociedades se dedican a la promoción, el alquiler, la compra-venta o la gestión de inmuebles, pero los tentáculos se expanden a sectores como la publicidad, la medicina, los aparcamientos, el transporte o la informática.
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