DEBATE EN EL CONGRESO

Sánchez anuncia otra prórroga de la alarma hasta el 10 de mayo

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Iolanda Mármol / Juan Ruiz Sierra

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Los recelos que la oposición ha venido manifestando en los últimos días respecto a una reedición de los Pactos de la Moncloa no parecen descorazonar al Gobierno. Pedro Sánchez ha presentado formalmente ante el Congreso de los Diputados este jueves su intención de poner en marcha un acuerdo global que permita reconstruir el país tras la "gran crisis social y económica" que ha desencadenado el coronavirus. Determinado a buscar esa unidad de acción, el presidente ha citado para la próxima semana a todos los partidos políticos, presidentes autonómicos, patronal y sindicatos.  La oposición no ha recogido mayoritariamente el guante, a pesar de que Sánchez ha insistido en que estos pactos son de "obligación nacional".  "Podemos ser el único país del mundo cuya oposición no está a la altura de la mayor emergencia sanitaria de nuestra democracia", ha lamentado.

Mientras se tejen o no acuerdos políticos, Sánchez ha dado por hecho que España necesitará, por lo menos, otra prórroga del estado de alarma. La que este jueves ha aprobado el Parlamento, con el apoyo de 270 votos de PSOEPodemos, el PP y Cs, entre otros, llega al 26 de abril. Solo Vox y la CUP han votado en contra. Según lo adelantado por el presidente, la próxima sería hasta el 10 de mayo.  No hay grandes pistas para el desconfinamiento. El jefe del Ejecutivo ha advertido que deberá ser muy cauteloso, pero ha evitado comprometer fechas para esa vuelta a la normalidad.  "Estamos entrando en un territorio muy incierto", ha resumido para trasladar lo complicado de diseñar una hoja de ruta para un desescalado eficaz. Por el momento, el lunes se retoma la actividad económica no esencial, a pesar de que los aliados del Gobierno han mostrado su rechazo.

"Lo que propongo es un gran acuerdo nacional para la reconstrucción económica y social en el que participen todas las fuerzas dispuestas a arrimar el hombro", ha apelado Sánchez.  "Hoy aquí, en esta Cámara que congrega a los representantes legítimos solo les pido unidad y lealtad, que es la forma en la que los responsables políticos podemos contribuir al sacrificio, a la resistencia y a la victoria de nuestro pueblo", ha llamado,  "¿están dispuestos?", ha planteado y les ha apelado a que convenzan a sus respectivos grupos en la UE para conseguir los coronabonos. 

Consciente de las múltiples críticas que han llovido a su propuesta desde la oposición, fundamentalmente desde el PP, Sánchez se ha comprometido a descartar algunas de las supuestas desviaciones que podrían conllevar los pactos.  Tomando la acusación de Pablo Casado de que los acuerdos podrían llevar a un "cambio de régimen", el jefe del Ejecutivo ha garantizado que el régimen seguirá siendo la Constitución. Se ha comprometido a someterse a control parlamentario, a actuar con transparencia informativa y a no excluir a nadie. "Perfecto, estarán todos los que estén dispuestos a arrimar el hombro y quieran hacerlo", ha aprobado.  

Final del camino

El presidente ha asegurado que ya "se empieza a ver el final del camino", pero que la vuelta a la normalidad será "escalonada y muy cautelosa". "Lo que debemos evitar es un desliz que traiga consigo una recaída", ha insistido Sánchez, que ha evitado concretar cuáles serán las primeras medidas de desescalada, como por ejemplo dejar salir a hacer ejercicio o a dar un paseo con los niños, actividades que están permitidas en los países del entorno europeo pero no en España. Tampoco ha aclarado cuándo empezaría a aplicarse esta relajación del confinamiento. 

Algunos de sus aliados, como ERC, Más País o BNG, le han reclamado que la suspensión económica de la actividad no esencial continúe más allá del lunes. "¿Qué es mejor? ¿Quedarnos confinados todos hasta mayo o junio? Hay discrepancias cuando se habla con epidemiólogos. Porque ahora hay contagio no fuera hogares, sino dentro", ha replicado Sánchez. Tras escuchar las acusaciones que le señalan por entorpecer la actuación de las autonomías, el presidente ha salido duro a advertir que no ha habido recentralización en materia sanitaria y que los territorios, que han mantenido sus competencias, han tenido libertad para hacer sus compras.  En este punto ha recordado a los presidentes autonómicos que las residencias de ancianos son su responsabilidad y les ha pedido que tomen medidas. 

Críticas de la derecha

Las apelaciones de Sánchez a la "unidad y lealtad" no han encontrado eco en el PP. Su líder, Pablo Casado, ha comenzado su intervención recuperando la famosa frase de Alfredo Pérez Rubalcaba tras los atentados del 11-M. "Los españoles merecen un Gobierno que no les mienta, merecen un Gobierno que les diga la verdad", ha señalado el líder del PP. "Su autoridad moral para pedir lealtad y unidad es nula", ha continuado Casado, que aun así apoyará la prórroga del estado de alarma.

El jefe de la oposición ha recuperado su tono más duro, acusando a Sánchez de "confinar la democracia" con al argumento de "intentar contener la extensión del virus", de minar los derechos y libertades a través de iniciativas como la llamada ‘Operación Arca de Noé’, por la que el Ejecutivo quiere controlar en hoteles a los positivos asintomáticos.

Casado, por último, se ha quejado de la falta de diálogo del Ejecutivo en las medidas aprobadas por real decreto ("nadie nos ha llamado") y ha dado a entender que no participará en ese "gran acuerdo de país", en la estela de los pactos de la Moncloa de 1977, que defiende Sánchez. "Difícilmente está llamado a reescribir la Transición quien no es capaz de negociar un decreto", ha concluido el líder del PP.

"Algunos de ustedes tienen miedo al acuerdo cuando no gobiernan y no tienen la fuerza para mandar, pero somos más los que buscamos el acuerdo", ha respondido Sánchez, "hagan el esfuerzo". 

"¿Quiere usted que el PP apruebe el estado de alarma? A juzgar por los insultos que ha vertido, puede parecer que esté deseando que no?", le ha preguntado Casado en la réplica.  

Tampoco Santiago Abascal ha concretado si asistirá o no a la reunión de la próxima semana. “Usted apela a unos Pactos de la Moncloa para la reconstrucción cuando todavía es posible evitar la destrucción”, ha opinado por toda respuesta. El presidente de Vox ha planteado un “estado de alarma alternativo” porque, a su juicio, Sánchez es el máximo responsable de un Ejecutivo que “ha conseguido la mayor tasa de mortalidad del mundo”.

El portavoz de Unidas PodemosPablo Echenique, ha pedido a Vox que "deje de envenenar" con su actitud y ha reprochado al PP que cada vez se parezca más a la ultraderecha. "A diferencia de lo que hace la oposición democrática en otros países aquí vemos a Casado todos los días lanzar ataques muy similares a los que manda Abascal", ha lamentado.

Mantener el parón

Desde las filas de ERC, Gabriel Rufián, ha mostrado su recelo a reeditar los Pactos de la Moncloa, mostrando por el camino que la división a raíz del coronavirus también incluye a los aliados tradicionales de Sánchez, ahora alejados del Gobierno. A juicio del republicano, un pacto de Estado como el defendido por el presidente no se traducirá en una agenda social sino en una “bunkerización”, en un cierre de las élites. “Lo que tenemos por delante no se cierra con la cúpula de cuatro partidos, un Ejército y un Rey encerrados en un despacho de la Moncloa. No habrá pacto sin pacto previo en Europa; no habrá Pactos del a Moncloa en España si no hay un pacto en Bruselas o Estrasburgo previo. Es más, no habrá Pactos de la Moncloa si no hay pactos de Ajuria Enea en Euskadi, o del Palau de la Generalitat en Catalunya”, ha advertido. Ha llamado a un “nuevo contrato social”.

Al igual que Rufián, Íñigo Errejón ha defendido que se mantenga la suspensión de todas las actividades económicas no esenciales para evitar nuevos contagios a partir del lunes. “La sanidad pública, además de los aplausos, necesita financiación y mantener el país parado”, ha planteado. “No hay que aflojar. La salud del país está por encima de cualquier cálculo económico o político”, ha subrayado.

Cs, en pleno giro estratégico, ha mostrado su respaldo a Sánchez en la idea de reeditar los Pactos de la Moncloa. "Lo que toca es la mano tendida, la unión leal, la de esta mano, la de Ciudadanos, presidente, cójala, pero es una mano exigente", ha planteado su portavoz, Edmundo Bal.

El PNV, como es habitual, ha mostrado un perfil conciliador. Su portavoz, Aitor Esteban, ha avanzado el apoyo de los nacionalistas vascos a la prórroga de la alarma, pero, como otros partidos, ha criticado al Gobierno por su incomunicación.  "Nos falta más diálogo, más cruce de información. A la hora de formular los decretos leyes, lo que le solicito es que haya más diálogo con quien después los va a implementar", ha dicho.