ENCUESTA DEL GESOP

A la caza del voto indeciso

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Daniel G. Sastre

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El anuncio de Quim Torra, el pasado miércoles, de que las elecciones catalanas se celebrarán en los próximos meses puso en marcha las maniobras preparatorias en todos los partidos. Pero el presidente de la Generalitat se reservó una prebenda crucial: apretará el botón de la convocatoria cuando él quiera, en cualquier momento después de la aprobación de los presupuestos de la Generalitat.

No cuesta ver detrás de esa decisión la necesidad de JxCat de ganar meses para construir un proyecto a partir de la desorientación actual del espacio posconvergente y, sobre todo, de encontrar un candidato con garantías. La gestión del tiempo será clave porque, como constata la encuesta del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP), hay muchos electores indecisos.

El mismo sondeo que pronostica una victoria ajustada de ERC sobre JxCat, el desplome de Ciutadans o la entrada de Vox en el Parlament revela la cantidad de votantes de todos los partidos que ahora mismo no saben a quién apoyarán en las próximas elecciones. Todas las formaciones tienen trabajo por delante para convencer a quienes escogieron su papeleta en el 2017 de que lo vuelvan a hacer cuando Torra decida convocar los nuevos comicios.

Quienes tienen más riesgo de fugas son Ciutadans y el PP. El partido naranja ganó contra pronóstico las últimas elecciones catalanas, pero ahora el 25,5% de quienes les votaron en el 2017 dicen que están indecisos. Entre los que no lo están, destaca el 13,8% que afirma que ahora votará a Vox, el 7,8% que se irá al PSC y el 4,8% que en esta ocasión elegirá al PP. Los populares también alimentan a la formación ultraderechista con un 10,6% de sus votantes en las últimas elecciones, mientras que un 8,9% se iría a Ciutadans y más de un 27% continúa en la indefinición.

Dudas en JxCat

También hay muchas dudas entre quienes en el 2017 votaron a JxCat, en aquella ocasión con Carles Puigdemont como candidato. El 23,3% de quienes lo hicieron no sabe a quién votará ahora; por eso es tan decisiva la elección de un nuevo aspirante. Aunque el ‘expresident’ decidiera encabezar simbólicamente la lista desde Bélgica, los posconvergentes deberían encontrar a un candidato efectivo capaz de convencer de nuevo a esos ciudadanos.

JxCat tiene fugas significativas hacia el resto de partidos independentistas. Destaca el 7,8% que les votó en el 2017 que ahora votaría a Esquerra, pero también el 5,4% que se iría a la CUP. Incluso un 1% dice que en las próximas elecciones apoyará a Vox.

Esquerra mantiene una fidelidad de voto del 61,2%, pero el 19,4% de sus votantes están también indecisos. Los intercambios con JxCat son prácticamente de suma cero: de momento, la promesa de un independentismo cerril que abanderan Puigdemont y Torra convence a un 7,2% de los que en el 2017 escogieron la papeleta de ERC.  

Pocos intercambios entre bloques

El PSC retiene por ahora a un 60% de sus votantes. Las fugas hacia Ciutadans, el PP, JxCat o Vox son poco significativas, pero un 4,6% de quienes apoyaron a los socialistas en las últimas elecciones elegirían ahora a Esquerra –aunque en general los intercambios entre el bloque independentista y el no independentista no son de mucha entidad- y un 3,2% se iría a Catalunya En Comú Podem.

Los ‘comuns’ son quienes muestran una mejor salud en cuanto a fidelidad de voto. Casi tres cuartas partes (un 72,1%) de quienes les votaron en el 2017 lo harían de nuevo esta vez. Solo tienen escapes de alguna entidad hacia ERC (4,9%) y el PSC (4,7%), los dos partidos con los que los ecologistas gobernaron entre el 2003 y el 2010 y con los que ahora también podrían estar en disposición de formar un nuevo tripartito. Un 13,2% de sus votantes en las últimas elecciones están de momento instalado en la indefinición.

En consonancia con el crecimiento en escaños que le pronostica el sondeo (crecería de los cuatro actuales a ocho o nueve), la CUP obtiene el segundo mejor dato en fidelidad de voto. Los anticapitalistas retendrían el 61,9% de los apoyos que obtuvieron en el 2017, mientras que un 6,4% se iría a los ‘comuns’, un 4,7% a JxCat –cuyas tesis han apoyado durante la mayor parte de la legislatura que agoniza- y solo un 1,6% elegiría esta vez a Esquerra, que hace bandera de un independentismo que busca el diálogo con el Estado.

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