EL LABERINTO CATALÁN

JxCat y ERC ponen a prueba su relación echando un pulso al Supremo

Torra abandona el Parlament el pasado día 4,de enero del 2020 tras la celebración de un pleno extraordinario.

Torra abandona el Parlament el pasado día 4,de enero del 2020 tras la celebración de un pleno extraordinario. / periodico

Júlia Regué / Fidel Masreal

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El Parlament y el Tribunal Supremo continúan hoy su partida de ajedrez. El turno es para la Cámara catalana después de que el alto tribunal moviera el peón y aceptara el argumentario de la Junta Electoral Central (JEC) dejando al 'president' Quim Torra sin escaño. El jefe del Govern se aferra a su acta y asegura que "no dará ni un paso atrás", es decir, pretende ejercer como diputado y votar, pese al ruido que preparan Cs y el PPC. Incluso advierte de querellas por coacciones debido a las presiones a la Mesa.

Lo que no está tan claro es qué movimiento hará el presidente del Parlament, Roger Torrent. El informe de los letrados, previo al rechazo de las medidas cautelares solicitadas por Torra, le permitía computar el voto de Torra porque apunta que la JEC "no es competente" para despojarle de sus credenciales. En una reunión de los servicios jurídicos el viernes, se reafirmaron en lo dicho. El PSC aceptó lo acordado por los letrados, pero ahora se inclina por acatar la resolución del Supremo. Si el Parlament registra el voto de Torra, abrirá un nuevo frente judicial; si no lo hace, la batalla entre JxCat y ERC puede ser definitiva con unas elecciones inminentes. Una opción que discuten los independentistas es que Torra no registre su voto, pero mantenga su escaño y la presidencia para no comprometer las votaciones de la Cámara catalana, entre ellas, la de los presupuestos de la Generalitat. De otro modo, las cuentas del Govern y los 'comuns' podrían ser impugnadas, como el resto de votaciones. 

Al conocerse la resolución del Tribunal Supremo el pasado jueves, fuentes de JxCat mostraban en privado sus dudas respecto a Torrent. La desconfianza entre los socios del Govern es aguda y no perdonan que el republicano suspendiera la investidura del 'expresident' Carles Puigdemont el 30 de enero de hace dos años. Los posconvergentes no las tienen todas en que mantenga la posición en defensa de Torra -tal como aprobó la mayoría soberanista el 4 de enero en un pleno extraordinario- y temen que pueda ceder a las reiteradas advertencias de los tribunales y de la oposición. 

Cs PPC ya publicitan un espectáculo de rechazo a Torra desdel momento en el que entre por la puerta del hemiciclo. Ambos partidos se dirigen a él como "expresidente" y avisan de que no dudarán en presentar querellas y denuncias por "usurpación de funciones", y por "desobediencia y prevaricación" en el caso de que Torrent le reconozca. La Junta Electoral Provincial, por su parte, eleva la presión y pide que el Parlament diga ya quien es el sustituto de Torra para tramitar sus credenciales. La responsabilidad de este trámite recae en el secretario general del Parlament, Xavier Muro.

El orden del día no apacigua la tensión y la Mesa se reunirá este lunes antes del pleno, a las 12.30 horas, para encarar la situación de Torra. En la sesión de este lunes se votarán los polémicos presupuestos del Parlament, unas cuentas que JxCat trata de enmendar porque las avaló en la Mesa del Parlament junto a los votos de Cs y el PPC. ERC se abstuvo. Las acusaciones cruzadas han sido constantes estos últimos días y los posconvergentes no ceden a las exigencias de Torrent, que pide una partida para acoger una cumbre europea de parlamentos adheridos a la Francofonía y otra para difundir los actos conmemorativos del 40 aniversario del restablecimiento del Parlament, algo que JxCat considera un "patrocinio personal". Ahora ya nadie garantiza su aprobación. Cs y PPC tratarán de exprimir la oportunidad mediática que ofrece el pleno monográfico sobre corrupción que se celebrará también este lunes y en el que prevén vincular al 'procés' con la trama del 3%.

La visita de los presos

Pese a la batalla abierta entre JxCat y ERC, los grupos independentistas se darán una tregua para recibir la visita del 'exvicepresident' Oriol Junqueras y los 'exconsellers' Raül Romeva, Dolors Bassa, Jordi TurullJosep Rull y Joaquim Forn el martes. Todos ellos saldrán de la cárcel y volverán a la Cámara catalana para comparecer ante la comisión de investigación sobre la aplicación del artículo 155 en Catalunya. Una puesta de largo que oficiará Torrent, que prevé recibirlos, y que Cs utilizará para "reprobar políticamente, lo reprobado jurídicamente" por el Tribunal Supremo. Òmnium y la ANC ya han convocado una concentración para arropar a los presos.

Los miembros del Govern se han despejado su agenda y han aplazado el Consell Executiu de los martes para arropar a los encarcelados. Los seis 'exconsellers' serán trasladados desde la cárcel de Lledoners Puig de les Basses con conducción bajo custodia policial en un operativo muy similar al diseñado para sus comparecencias ante los tribunales previas al juicio. El número de periodistas acreditdos y el hecho de que sea la primera vez que los presos visitan el Parlament dará a la sesión una gran carga de emotividad. 

Una carga que los naranjas transformarán en un visible rechazo, al entender que el permiso de la Conselleria de Justícia permitirá que hagan "apología de sus delitos" en el Parlament. "No nos parece normal que aquellos que han atentado contra este Parlament, contra el Estatuto de Autonomía y la Constitución vengan a hacer apología de los delitos que cometieron", apuntó Carlos Carrizosa en rueda de prensa. Ni Cs ni el PPC participan en esta comisión pero no descartan acudir a la sesión del martes. 

Todo este impacto podría dejar en segundo plano la que es la ley más importante del año en cualquier Cámara: los presupuestos de la Generalitat. El miércoles llegarán al Parlament el proyecto de cuentas pactado entre el Govern y los 'comuns', y a la que seguirá la comparecencia de los 'consellers' para explicar las cifras previstas para su área. Las enmiendas a la totalidad de las cuentas podrían debatirse en el pleno previsto del 10 al 14 de febrero; y las enmiendas al articulado se debatirían la semana del 25 de febrero. La votación final se podría celebrar a finales de marzo, según fuentes parlamentarias. Ahora bien, si el voto de Torra cuenta, podrían ser impugnados y complicar aún más el final de la legislatura.