El PDECat acepta cambiar de nombre pero sin disolverse en JxCat

Tras meses de un intenso debate interno para definir su futuro, con uan controversia constante entre seguidores de Puigdemont y los fieles a la posconvergencia, el PDECat ha decidido, tal como avanzó EL PERIÓDICO el 28 de septiembre, que está dispuesto a cambiar de nombre y pasar a llamarse definitivamente Junts per Catalunya (la marca electoral que ha usado en las últimas campañas ante las urnas) pero sin perder su identidad como formación política, con una estructura organizativa y territorial. "Junts per Catalunya no puede ser posible sin el PDECat", ha resumido el presidente del partido, David Bonvehí en una rueda de prensa tras una reunión extraordinaria de la ejecutiva de la formación, y que deja la pelota en el tejado del todavía militante del PDECat e impulsor de la Crida, Carles Puigdemont, 'expresident' de la Generalitat. "Continuamos siendo un gran partido, muy implantado y con una estructura muy valiosa, no renunciaremos nunca a ello", ha destacado Bonvehí, rechazando en todo caso la disolución del partido heredero de Convergència y afirmando que la opción de una coalición con la Crida tampoco es la prioridad del partido.

El PDECat ha decidido, recogiendo lo que reclamaron en septiembre las bases territoriales, que apuesta por una sola estructura, un solo partido, y sin cerrarse a ninguna articulación -salvo la disolución- para ponerse de acuerdo con JxCat y la Crida, se defiende que el PDECat abandere este proceso. Bonvehí ha dejado claro que existe una corriente interna favorable a que la estructura del PDECat sea la que genere esta estructura única. "Continuamos apostando por que la acción política se haga a través del partido. El proyecto del PDECat aspira a ser pieza clave de JxCat, acuerda transitar hacia JxCat, entendido como proyecto amplio, reconoce el liderazgo del 'president' Carles Puigdemont, y nos reafirmamos en el objetivo de la independencia efectiva y gobernar las instituciones para alcanzar niveles más altos de bienestar y progreso económico y social para el país", ha resumido respecto a los acuerdos adoptados.

Disolución, no

En la rueda de prensa rodeado de practicamente toda la dirección -la vicepresidenta de la formación, Míriam Nogueras, ha participado en la foto inicial y se ha ausentado-, Bonvehí ha apostado por un proceso de negociación con los independientes de JxCat y la Crida para confluir en este proceso hacia la formación de un solo partido.

Tras un proceso de debate interno en el que las bases han apostado por no perder la identidad y estructura del partido, Bonvehí ha planteado que este proceso de confluencia se haga en breve. "Ponemos en valor nuestro partido", ha insistido, pero sin descartar ninguna fórmula. Preguntado sobre la eventual disolución del PDECat, ha subrayado que no es posible: "No está sobre la mesa la disolución, no la hemos planteado, para crear un partido o una sola estructura, al menos durante mucho tiempo hemos de seguir siendo un partido, la pregunta de la disolución no corresponde".

Independentismo no uniforme

Respecto a la investidura de Pedro Sánchez, Bonvehí ha afirmado que el PDECat considera que "actualmente y con las circunstancias actuales" la posición es la de votar en contra. Por otra parte, sobre la estrategia de acceso a la independencia de Catalunya -confrontación con el Estado o diálogo-, el presidente del partido ha afirmado que al respecto ha habido mucho "debate interno", y que "es un partido que no es uniforme al respecto". Bonvehí ha añadido que el PDECat no descarta ninguna fórmula para acceder a la independencia.

Los más contrarios a la linea de Puigdemont y a la OPA del 'expresident' sobre el PDECat respiraban este viernes con satisfacción. Se prevé que este sábado el consejo nacional posconvergente ratifique sin controversia interna lo decidido por la dirección. Además, el manifiesto firmado por algunos cargos locales, en favor de una integración total en Jutns per Catalunya, no será sometido a votación interna en forma de resolución, según fuentes de la dirección del partido.

Por todo ello, las próximas semanas -Bonvehí ha reclamado un proceso negociador ágil- serán decisivas para constatar si Puigdemont, la Crida y los cargos de JxCat que no son del PDECat aceptan la propuesta de la posconvergencia o plantan batalla exigiendo mayores cuotas de poder en el encaje de piezas para intentar una unificación de este espacio atomizado y con constantes tensiones por la confección de listas electorales o la estrategia soberanista.