LAS CUENTAS CATALANAS

El Govern presiona a los 'comuns' presentando unos presupuestos con más gasto corriente

Pere Aragones

Pere Aragones / periodico

Fidel Masreal / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La política o el arte de soslayar la hemeroteca. Doce días después de que el independentismo vetara los presupuestos del Estado por motivos que nada tenían que ver con el balance de gastos e ingresos que presentó el Gobierno, ahora es el independentismo en el Govern el que pide ayuda a los 'comuns' para que no hagan partidismo y diga que sí por "responsabilidad" a los presupuestos catalanes como "bien superior" porque incrementan el gasto de las 'conselleries' en 1.665 millones, que la Generalitat sigue negándose a llevar al registro del Parlament como es preceptivo, cosa que activaría el recorrido parlamentario legal de las cuentas, como sí hizo el Gobierno.

El 'vicepresident' del Govern, Pere Aragonès, parecía adoptar exactamente el mismo discurso que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el debate de presupuestos del Estado. Ahora es Aragonès, de ERC, el que apela a la responsabilidad y a no vetar las cuentas por intereses electoralistas. Y pidió a los 'comuns' -el único aliado que le queda a JxCat en el Parlament, dada la enmienda a la totalidad que hace la CUP a la gestión 'autonomista' del Govern y dada la nula opción de acuerco con el PSC- que acepten negociar las cuentas, y que no actuen "por una venganza de unos presupuestos [del Estado, vetados por el PDECat y ERC] que tenían muchas deficiencias; subordinarlos a los del Estado sería un error". Al ser preguntado por el veto independentista a las cuentas del Estado, respondió: "Estoy aquí compareciendo en tanto que vicepresidente del Govern".

La presentacion de las cuentas en forma de ejercicio de presión se vistió como una forma de transparencia, pero cuando a Aragonès se le preguntó si habrá una propuesta de fiscalidad, de impuestos, para incrementar los ingresos, el 'vicepresident' apuntó que puede haber propuestas en relación al IRPF, el impuesto de sucesiones y el de trasmisiones patrimoniales. Pero no las concretó. Habrá que esperar al debate parlamentario de este miércoles sobre las cuentas.

El argumento del Govern es que se ha incrementado notablemente la inversión social, pero sin llegar a revertir los efectos de los recortes para volver a los niveles del 2010. Un verbo, revertir, que pronunció en su plan de Govern el entonces 'president' Carles Puigdemont, el mismo que prometió más de 40 nuevas leyes. Nunca más se supo. Esta vez se asegura un incremento, en políticas sociales, por ejemplo de infancia, de 287 millones. Y respecto a cuestiones pendientes desde hace una década -com la congelación o reducción de prestaciones por módulos y tarifas de prestaciones sociales- Aragonès sugirió que la prioridad era aumentar el número de beneficiarios frente a la eventual subida de la tarifa que paga el Govern por cada prestación. Sí aseguró Aragonès medidas como el despliegue del tercer tramo de la renta garantizada de ciudadanía, una renta que las entidades impulsoras siguen denunciando que no llega a la mayoría de peticionarios.

Comparación con Sánchez

Aragonès quiso comparar la estrategia de la Generalitat con la del Gobierno y sostuvo que los presupuestos se conocieron una vez se aprobaron por el Gobierno. El caso es que sí, que el Gobierno llevó al Congreso las cuentas, a diferencia de lo que de momento no sucede en el caso del Govern. Algo que según Aragonès no tiene porque suponer la convocatoria anticipada de elecciones. Es decir, que la Generalitat prevé la posibilidad de prorrogar las cuentas del 2017, pese a que también presiona a los 'comuns' afirmando que si no se aprueban las nuevas, algunas prestaciones no se podrán ofrecer. Exactamente el mismo argumento político que usó el Gobierno con el indpendentismo, que entonces minimizó la no tramitación de las cuentas del Estado.