REUNIÓN EN PALAU

Gobierno y Generalitat suavizan la tensión por los lazos amarillos

Fidel Masreal

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El Dragon Khan de las relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat, este jueves ha pasado, durante unas horas, por un tramo tranquilo, de estabilidad. La reunión de la Junta de Seguridad en Palau, encabezada por el 'president' Quim Torra y con presencia del ministro y el 'conseller' de Interior, Fernando Grande-Marlaska y Mique Buch, ha sido muy positiva en lo esencial y trascendente: la cooperación policial, la entrad de los Mossos en el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), la creación de lazos de cooperación. Y en la polémica de los lazos amarillos -introducida por el ministerio en un punto del orden del día que no requería acuerdo formal- ambos gobiernos han coincidido en su mínímo común denominador: el espacio público es de convivencia y los Mossos han de garantizarla.

A diferencia de la reunión de la Junta de Seguridad de hace un año, ministro y 'conseller' han comparecido conjuntamente tras poco menos de dos horas de reunión en el Palau, presidida por el 'president'. Si la cita del pasado año vino precedida de numerosas exigencias del Govern de Puigdemont sobre la urgencia de la convocatoria, y dio unos frutos que no se hicieron efectos, la de este jueves ha tenido, sí, prinicipios de acuerdo, en especial la entrada de los Mossos en el CITCO, la creacion de una comisión nde coordinación y el debate sobre el aumento de efectivos de la policía catalana.

Pero el foco mediático -las preguntas en la rueda de prensa- estaba mayoritariamente puesto en la (existente o no) crisis de convivencia por los lazos. Al respecto, ambos han coincidido (frente a la tesis y las campañas de un adversario común, Ciudadanos) en un mensaje conciliador. Y cada uno, ministro y 'conseller' poniendo el acento en un mensaje matizadamente distinto.

El ministro tomaba la palabra y proclamaba que  existe "un compromiso entre ambas administraciones de que el espacio público es de todos los ciudadanos, de todas las ideologías, es neutral, de acuerdo, de encuentro con uno mismo y los demás, de crecimiento; hay un compromiso serio y efectivo en garantizarlo por parte de la 'conselleria', evidentemente de los Mossos y de nosotros, porque la convivencia ciudadana es real".

¿Qué significa garantizar esa neutralidad y ese punto de encuentro? No hay concreciones. El ministro lo ha dejado todo en manos de los Mossos d'Esquadra. "No estamos para generar problemas sino para arreglar problemas, tenemos el deber que los espacios sean para el encuentro y no monopolizados por nadie", ha insistido. Siempre en un buen tono, el 'conseller' Miquel Buch recordaba que el Estatut da a los Mossos las competencias en seguridad y orden público. "Han hecho un gran trabajo", ha apuntado en este sentido el 'conseller'.

Conflicto o no

Pero ambos han demostrado que no tienen un punto de partido idéntico. Para Buch, no existe un problema de convivencia: "A raíz de unos llamamientos de un partido político, ha habido más hechos que han creado más actividad, recomiendo a toda la población que ante cualquier enfrentamiento llamen a la policía, los Mossos garantizan la seguridad de todo el país". "No caigamos en las provocaciones", ha añadido.

En cambio, tras varias intervenciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmando que Catalunya vive una crisis de convivencia", decía: "si la cuestión es si me preocupa que haya conatos de agresión, de violencia, de enfrentamientos en la calle como hemos podido observar, claro que me preocupa, quiero un espacio libre de amenazas, de violencia". Por su parte, Buch ha criticado a Ciutadans diciendo que existe una intencionalidad política tras la polémica. "¿Cómo puede ser que respecto a los lazos, que hace más de ocho meses que se están colgando, sea ahora cuando a alguien le interesa que sea un problema?", ha manifestado.

Obviando las aristas

Buch, dejando a un lado los recientes intercambios de cartas con Marlaska y la denuncia del 'president' de una "escalada de violencia" contra el independentismo en la que estarían implicados agentes policiales, ha destacado la "voluntad de trabajar conjuntamente, los responsables del ministerio y de la Generalitat; no hay diferencias de color, políticas, nos une el trabajo conjunto". El Dragon Kahn, pues, en su tramo más sereno.