MEMORIA HISTÓRICA

Culmina el tenso derribo de la Cruz de los Caídos de La Vall d'Uixó

Cruz de la Vall d'Uixó

Cruz de la Vall d'Uixó / periodico

Nacho Herrero

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El Ayuntamiento de la localidad castellonense de La Vall d'Uixó ha concluido a última hora de la mañana de este miécoles los trabajos de derribo de la Cruz de los Caídos y lo ha hecho con un amplio dispositivo de seguridad que ha evitado incidentes con el medio centenar de personas contrarias a la retirada que se han seguido la operación y que han proferidos numerosos insultos.

El consistorio empezó los trabajos en la madrugada del martes pero a mitad de la mañana tuvo que interrumpirlos al invadir la zona cerca de ciento cincuenta vecinos que se concentraron alrededor del propio monumento, al que llegaron a encaramarse y en el que colocaron una pancarta.

El consistorio, gobernado por el PSPV con el apoyo de Compromís y Esquerra Unida, decidió desmontar la Cruz para cumplir con las leyes de memoria estatal y autonómica y tiene pensado erigir en su lugar un monumento a la música.

Esta mañana, a primera hora, cerca de setenta agentes de la Guardia Civil se ha desplegado en la plaza de la Paz para evitar nuevos altercados y permitir a los operarios acceder a la Cruz. Subidos en una grúa, han comenzado a picar la parte más alta de un monumento que según los informes municipales no tiene ningún valor patrimonial.

El Partido Popular, que como Ciudadanos se oponía a la retirada, presentó un recurso contencioso-administrativo en el que solicitaba que se paralice cautelarmente. También la Asociación Española de Abogados Cristianos ha anunciado una querella "por prevaricación e incitación al odio" contra la socialista Tania Baños, alcaldesa de la localidad.

Además el popular Óscar Clavell, senador y exalcalde del municipio, señaló que "el gobierno de izquierda radical y rancia más propio del año 36 que de 2018 ha decidido eliminar un monumento que representa al 80 por cien de población vallera que nos consideramos católicos".

La Cruz se levantó en 1946 en honor a los muertos del bando franquista en la Guerra Civil y ya en 1979 hubo un primer intento de retirarla pero la votación en el consistorio lo impidió. Vicente Zaragozá, alcalde comunista de la localidad, apostó entonces por retirar todos los símbolos políticos del monumento.

La Comunitat Valenciana ha vivido en los últimos meses una situación similar en la localidad alicantina de Callosa del Segura, donde el consistorio tuvo que abortar sus tres primeros intentos para retirar una cruz similar, desprovista ya también de mensajes de exaltación explícitos, y hubo de recurrir a un fuerte despliegue policial para finalmente llevarlo a cabo el pasado mes de enero.

La operación en esta localidad alicantina fue además interrumpida por una resolució del TSJCV que finalmente permitió seguir adelante con el desmontaje. Aún así la polémica no ha cesado y en los últimos meses se ha proyectado un holograma con la imagen de la cruz en el lugar que había ocupado desde que familias vinculadas a la Falange la levantaron.