CAUSA POR REBELIÓN

Marta Rovira propuso suspender el 1-O y Puigdemont se negó

Ángeles Vázquez

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Parecía difícil que las declaraciones judiciales acordadas por el juez del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena aportaran algo nuevo a lo que se sabía del 'procés'. De ahí la sorpresa que ha suscitado que la secretaria general de ERCMarta Rovira, declarara que al ver la violencia que se estaba produciendo el 1-O pidió al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, suspender la votación, durante una reunión de los partidos soberanistas. El 'expresident' lo descartó al entender que con el número de personas presentes en los colegios sería complicado llevarlo a cabo.

Y su abogado, para oponerse a la prisión provisional que la acusación popular que ejerce Vox solicitaba para ella, esgrimió que la número dos de ERC sopesó no concurrir a las elecciones del pasado 21-D, pero descartó hacerlo para no dejar a su partido descabezado, ya que el exvicepresidente Oriol Junqueras se encuentra en prisión por esta causa. También señaló que su encarcelamiento supondría "un empeoramiento de la situación política". Finalmente, el juez optó por dejarla en libertad con fianza de 60.000 euros, a aportar en un plazo razonable, en la línea planteada por la fiscalía, a la que se adhirió la Abogacía del Estado.

Por su parte, la coordinadora del PDECatMarta Pascal, para la que nadie solicitó medidas cautelares, declaró que comentó en Bruselas al 'expresident' que lo ocurrido en los últimos meses demostraba la necesidad de apostar por vías legales, que pasan por la Constitución y el Estatut, para lograr la independencia. A preguntas del abogado del Estado, Edmundo Bal, dijo que Puigdemont no se mostró de acuerdo con su apreciación y acabaron discutiendo.    

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) hará frente a la fianza de Rovira con los fondos de la caja de solidaridad. La suya es la segunda fianza más baja impuesta para los considerados líderes del proceso independentista; solo los miembros de la Mesa del Parlament tuvieron que pagar 25.000 euros, mientras que la que era su presidenta, Carme Forcadell, pasó una noche en prisión hasta abonar 150.000 euros.

Reiteración delictiva

El magistrado, que dará a conocer este martes sus argumentos, adelantó a las partes que no considera que exista riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas, como parece lógico teniendo en cuenta que las comparecencias se producen dos meses después de ser imputados. El único riesgo que el juez entendió que podía existir es el de reiteración delictiva, pero tan atenuado que con una exigua fianza queda conjurado.

La gestión del 1-O

Rovira se desvinculó de la gestión del referéndum, al ser preguntada sobre una llamada intervenida en la que le pidieron un listado de colegios donde votar el 1-O. Y también de los trámites legislativos de las leyes de transitoriedad y de la consulta aprobadas por el Parlament y suspendidas por el Tribunal Constitucional (TC). Sí dijo que intentó asistir a todas las reuniones a las que le convocó Puigdemont, aunque no supo precisar a cuáles había ido y qué asuntos se trataron.

Los informes de la Guardia Civil le atribuyen un puesto clave en el comité estratégico del 'procés' por su presencia en los encuentros que el que era número dos de Oriol Junqueras en Economia, Josep Maria Jové, reflejó en su agenda. La imputada restó importancia al documento al decir que se trataba de la percepción de lo que ocurría del propio Jové.

Aunque el magistrado no hizo pregunta alguna sobre los planes futuros del independentismo, los representantes de la fiscalía, Consuelo Madrigal Jaime Moreno, sí lo hicieron. Rovira evitó responder y se limitó a decir que a su entender tanto la Constitución como el derecho internacional permiten que los catalanes sean consultados. Y coincidió con Pascal en que "la declaración de independencia era una manifestación política sin efectos jurídicos para iniciar un periodo electoral posterior". Las dos se desmarcaron también de comportamientos violentos, aunque sin hacer ninguna referencia a las protestas del 2o y 21 de septiembre en Barcelona. Rovira dijo que no estaba de acuerdo con la violencia y Pascal, que le "disgusta". 

La líder de ERC, que admitió haber firmado en nombre de su partido la hoja de ruta de marzo del 2015, suscrita por todas las entidades soberanistas bajo la presidencia de Artur Mas, justificó sus reuniones con el 'expresident' en Bruselas en un intento de evitar el bloqueo del Parlament cara a la sesión de investidura prevista para enero, aunque quedó suspendida cautelarmente por el TC. Después, puntualizó, de las reuniones en Bélgica se ocupó la comisión creada al efecto y ella no volvió a tener más entrevistas con los fugados.