LA ENCRUCIJADA DEL SOCIALISMO
Díaz exhibe fuerza y apoyo orgánico para liderar el PSOE

Patricia Martín
Patricia MartínPeriodista
Escribo en la sección de Sociedad, normalmente sobre temas sanitarios, de mujeres, violencia machista, infancia o consumo; aunque también he trabajado en otras secciones de El Periódico, como Política o Tribunales. Mi trayectoria profesional comenzó en medios locales, incluida una emisora regional de la 'Cadena Ser', y trabajé también para 'El País' y 'Cinco Días'.
PATRICIA MARTÍN / MADRID
Sin complejos, como la heredera natural del PSOE histórico, el de las políticas “transformadoras” del país y el de las míticas victorias, dio Susana Díaz este domingo el pistoletazo de salida a su carrera hacia la secretaría general de su partido, en primer lugar, y a la Moncloa, como meta final. "Por el PSOE y por España", fue su primera justificación.
Lo hizo en un acto en Madrid multitudinario y planificado al milímetro con dos objetivos. El primero, exhibir fuerza, al congregar a casi 9.000 personas de todas las generaciones, unos conocidos y otros militantes de base, que desbordaron el pabellón del Ifema habilitado. El segundo, demostrar capacidad de reconciliación, al situar en las primeras filas a dirigentes históricamente enfrentados como Felipe González y Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón o José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono.
Su equipo tuvo dudas de presentarla como la candidata del aparato, pero finalmente las imágenes de Díaz junto a la vieja guardia del PSOE y casi todos los barones socialistas, así como varios alcaldes y exdirigentes protagonizaron el acto. Por no mencionar la carga semántica que supone congregar a diferentes familias a las puertas de una batalla que se prevé encarnizada contra Pedro Sánchez. La adalid de la necesidad de "coser" la organización debido a la fractura provocada por la abstención ante Mariano Rajoy, haciendo alarde de aunar sensibilidades opuestas.
LAS EXPECTATIVAS
Zapatero resumió a la entrada del acto que une al ‘establisment’ en torno a Díaz: “La expectativa de que pueda ganar a Rajoy”. Y sabedora de que su victoria en Andalucía es uno de sus principales activos frente los pésimos resultados cosechados por Sánchez, ella reclamó el apoyo de los suyos para manejar el timón de Ferraz, calle donde se encuentra la sede nacional, pero sobre todo para llevar a su partido hasta las “victorias de Felipe y Zapatero”. “España nos necesita y el PSOE está dispuesto a hacerse cargo”, clamó al principio de su discurso.
Díaz subrayó que tiene “ganas de ganar” en las elecciones, de “reconciliarse con la mayoría social” y alcanzar el poder sin pactos, para diferenciarse de las presuntas intenciones de coaligarse con Podemos de su principal adversario. La presidenta andaluza no le mencionó, como tampoco a Patxi López, pero sí hubo críticas veladas al supuesto proyecto del exlíder cuando defendió un PSOE “autónomo” y que no “imite” al partido morado.
Asimismo, pidió el voto “de quien no esté en el rencor y el resentimiento”, mientras el Sánchez basa su campaña en oponerse a las decisiones de la gestora, en distanciarse del aparato y apelar a las bases descontentas con el pacto con el PP.
Pese a estas pullas, reclamó unas primarias "limpias" y “fraternales”, que no se conviertan en una “carrera de agravios ni de marketing”.
SUS SEÑAS DE IDENTIDAD
Díaz aprovechó su puesta de largo para poner en valor sus señas de identidad: que es andaluza, mujer y de la “casta de los fontaneros”, en referencia a su origen humilde. Asimismo se declaró “apasionada” del PSOE. Pero para ahuyentar la imagen de dirigente manipuladora, señaló que es consciente que el partido no le “pertenece al 100%”, a pesar de que su lema es "100% PSOE".
Hubo apelaciones constantes a la historia de la formación, pero reconoció que no conseguirá conquistar la Moncloa gracias a los logros pasados, sino por las recetas que defienda ante los tres desafíos del país: la pobreza y la desigualdad, el populismo y los nacionalismos. “Que nadie levante muros ni barreras”, señaló, antes de bendecir “un cambio federal para los pueblos, con sus singularidades, identidades, con una financiación justa, para lograr un país inclusivo y mejor”.
LOS TELONEROS
A este respecto, le precedió en el uso de la palabra el alcalde de Cornellà, Antonio Balmón,Antonio Balmón como representante del sector del PSC que apoya su candidatura. La elección de los teloneros fue también calculada, para hace ostensible el respaldo de socialistas de varias generaciones y procedencias.
Junto al regidor catalán, intervinieron una joven militante de Cantabria, Estela Goicochea, la exministra con Felipe González y del sector ‘guerrista’ Matilde Fernández, y Eduardo Madina, el candidato que Díaz no apoyó cuando en el 2014 se enfrentó a Sánchez. El diputado vasco fue muy aclamado al señalar que este domingo, en el pabellón del Ifema, se escribía “la reconciliación” del PSOE. Ella y sus apoyos, todos proyectando la misma imagen.
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