LAS CONSECUENCIAS DE REPETIR DE NUEVO LOS COMICIOS

Pesadilla electoral en Navidad

Unos operarios recogen urnas del almacén del Ayuntamiento de Barcelona para llevarlos a los colegios electorales antes del 20-D.

Unos operarios recogen urnas del almacén del Ayuntamiento de Barcelona para llevarlos a los colegios electorales antes del 20-D. / periodico

FIDEL MASREAL / ROGER PASCUAL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La ley de Murphy dice que cualquier situación por mala que sea es susceptible de empeorar. Si pensaban que no había nada peor que repetir elecciones en pleno puente de San Juan, abróchense los cinturones. De los creadores de 'Regreso a las urnas' llega la amenaza fantasma de una tercera entrega de la saga 'Pesadilla electoral en Navidad'. 

Los que peor lo pasarían si este escenario apocalíptico se cumple serían los 172.533 desafortunados que tuvieran que comerse los turrones en una de las 57.511 mesas electorales. La principal consecuencia podría ser una desmovilización añadida a la ya vivida el 26-J y que afectó especialmente a la izquierda, y en concreto a Podemos.

Más allá de la imagen internacional que proyectaría España, hay que preguntarse por el coste económico que tendría. La repetición electoral ya costó 150 millones, 20 de ellos en gasto de los partidos. Los 130 millones que aportó el erario en las pasadas elecciones incluyen los 48 millones de Correos (voto a distancia y propaganda), 12,8 millones del escrutinio y la difusión de los datos, 12,59 millones de logística (papeletas, locales, campañas de difusión) y 55,1 millones que se dejan las administraciones públicas en el proceso (por ejemplo, el despliegue de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado costó casi 13 millones).

Pese a que hasta el rey Felipe lo reclamaba, los partidos políticos no se pusieron de acuerdo antes del 26-J ni para rebajar el coste global de 130 millones de euros de la repetición electoral. No hubo pacto ni en un envío conjunto de las papeletas por correo.

Los partidos que más sufrirán serán los que no hayan conseguido grupo propio en el Congreso, como ocurre con Convergència. Solo con grupo propio se puede acceder al cobro de la subvención por el envío gratuito de propaganda en campaña.

EL FRONTÓN DE LOS PARTIDOS

Los principales partidos coinciden en que el escenario de otras elecciones es negativo y generaría más cabreo social. Es en lo único que coinciden. A partir de ahí, arriman el ascua a su sardina. Respecto a las dificultades económicas de la posconvergència, el diputado del PDC Carles Campuzano le resta importancia y, por contra, cree que una repetición no sería un mal escenario para su partido: "EL PDC está en un proceso de creación de la nueva fuerza y unas elecciones pueden ser una oportunidad para presentarnos por primera vez con esta marca, con este nuevo proyecto. No sería peor que para otros, al contrario, poder construir una imagen política nueva".

El republicano Joan Tardà va más allá y cree que el 'procés' saldría reforzado porque se generaría "una cierta autoestima en el electorado independentista, respecto al vodevil español, que vota en Navidad mientras nosotros tenemos un proyecto". Campuzano vaticina que quien más perjudicado saldría es el PSOE y Podemos porque "generan una idea de alternativa que no se hace realidad".

Fuentes de En Comú Podem (ECP), en una referencia implícita al PSOE, opinan que "no son necesarios nuevos comicios para conseguir un gobierno de cambio y progreso". El diputado independiente integrado en el PSC, Manuel Cruz, apunta que la desmovilización de la izquierda en otros comicios es una hipótesis de "los sociólogos, cuyas previsiones salieron trasquiladas" en las últimas elecciones. Opina como Campuzano que se debería hacer un esfuerzo por reducir gastos electorales y pronostica que si llega, la campaña sería "de baja intensidad". Y devuelve la pelota lanzada por ECP: "El propio Pablo Iglesias ya no usa la expresión 'gobierno a la valenciana', el votante del PSOE y Podemos se puede dar cuenta de la imposibilidad" de contar con la post-CDC o el PNV.

Y como es sabido, el PP culpa y culparía de la repetición electoral en Navidad exclusivamente al PSOE. Es decir, que el riesgo electoral existe y los partidos no dejan de señalar a sus oponentes.