Junqueras se arma ante un posible 'no' de la CUP a los presupuestos

La negociación entre Junts pel Sí y la CUP para investir un 'president' ha sido larga y dura y deja un poso de resquemor en ambos bandos. El acuerdo, finalmente, se ha limitado a la propia investidura, lo que significa que necesariamente tendrán que venir otras. Por ejemplo para aprobar unos presupuestos. Durante todo el periodo de conversaciones, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha hecho votos para que el acuerdo dotara al Govern de una estabilidad parlamentaria parecida a la que contó CiU con ERC, en la legislatura pasada. No en vano, Junqueras era consciente de que la primera patata caliente con la que tendrá que lidiar, cuando hoy sea nombrado vicepresidente y 'conseller' de Economia i Hisenda, es la aprobación de los presupuestos para el 2016.

El manual del buen negociador explicita que hay que evitar sentarse a una mesa con un aire de desesperación que haga despertar en la otra parte el deseo de apretar las clavijas para sacar mayor tajada. Fiel a ese manual, Junqueras apuntó ayer, en una entrevista en RAC-1, que hay una opción a hacer los presupuestos y que es, y es de cajón, no hacerlos. Ergo, prorrogar los del 2015. "Lo sondearemos, lo valoraremos y tomaremos una decisión " ha explicado el líder de ERC.

No solo eso, el vicepresidente 'in pectore' trató de traspasar la presión a los anticapitalistas, siempre en el bien entendido de que el republicano tratará de evitar cualquier imagen de gran bronca con ellos. "Buena parte del plan de choque pactado depende de los nuevos presupuestos" ha afirmado. Un plan de choque que se ha incluido en el acuerdo que ha llevado a Carles Puigdemont al Palau de la Generalitat y que tiene un coste sobre el papel de 270 millones. "Asumible" ha alardeado. "Cabe recordar que lo que ha pagado en intereses del FLA (Fondo de Liquididad Autónomica) la Generalitat, 1.900 millones, dan para seis planes de choque".

PARTIDAS NO SATISFECHAS

Reconoció el casi vicepresidente que una parte de los ingresos presupuestados por Andreu Mas-Colell, para este 2015, no han llegado a las arcas de la Generalitat. Y es que en esas cuentas se fiaban 2.500 millones a la negociación con el Estado de deudas históricas, como el del fondo de competividad y las inversiones en infrastructuras, incluidas ambas en el Estatut. Y que el horno no está para bollos, en la relación entre los gobiernos de Madrid y Barcelona, lo demuestra que otra partida prevista, el impuesto  sobre los depósitos bancarios se halla recurrida, es decir bloqueada, ante el Tribunal Constitucional.

Junqueras ha dado, sin embargo, motivos para que cunda cierto optimismo, es decir, para pensar que habrá un aumento de los ingresos, partiendo siempre de la base que el Estado gestiona el 95% de lo que se recauda en Catalunya y, por tanto, el dinero proviene del Ministerio de Hacienda. El primero es que las previsiones macroecónomicas al alza supondrán un aumento del dinero que mensualmente facilita Cristóbal Montoro a cuenta a la Generalitat para sus gastos. Estos ingresos, hechos sobre previsiones, se ajustan, dos años después, con los resultados reales. Es decir, en este 2016 se liquidirán los del 2014 y, en este caso, el saldo es favorable a la administración catalana. Por tanto, Junqueras recibirá un nuevo cheque.

 "El Estado utiliza al Ministerio de Hacienda como instrumento político" ha advertido el republicano, expresando así el temor de que, por ejemplo, pese a las mejores perspectivas la 'paga mensual' siga siendo escasa. Ante esto solo cabe, según los independentistas, que sea la Agència Tributaria Catalana (ATC) la que recauda los impuestos.El objetivo del a partir de hoy 'conseller' de Economia es construir la ATC de manera que en el momento de la llamada "desconexión", es decir, de la proclamación de la república catalana --algo que sucederá, siempre según los planes de Junts pel Sí-- en 18 meses, el organismo tributario catalán recaude ya el 60% de los impuestos.

EL ARQUITECTO DE LA ATC

Junqueras ha puesto al frente de las 'obras' de construcción de la ATC al número 3 de ERC, Lluís Salvadó, que será el secretario general de Hisenda, mientras que el diputado Pere Aragonés, negociador en su día del pacto entre CiU y ERC, lo será de Economía. En declaraciones a ACN. el vicesecretario general de Esquerra califica de "esencial y estratégica" el trabajo a realizar, por cuanto deberá impulsar y crear órganos reguladores, transformar el Institut Català de Finances en un banco público, poner en marcha el catastro, las aduanas y gestionar el registro de contribuyentes. Según Salvadó hay que "redimensionar y poner en marcha" la actual "pequeña" ATC y multiplicar por 10, con personal preparado, infraestructuras y sistemas informáticos avanzados. Todo ello, y eso no lo dijo Salvadó, esquivando los impedimentos legales que el Estado, lógicamente, interpondrá.

Otro hombre fuerte del partido, el vicesecretario de Acció Política, Cesc Iglésies, será, por otra parte, uno de los hombres fuertes de la 'conselleria' de Treball, en manos, también será nombrada hoy, de Dolors Bassa, según fuentes republicanas.