En Comú Podem gana en el área metropolitana de Barcelona

Si había un territorio en Catalunya que debía servir para contrastar el cambio de paradigma en el modelo bipartidista ese era el área metropolitana, caladero tradicional de votantes socialistas en los comicios generales Y así ha sido. El 20-D, la mayoría de ciudadanos han preferido tomar el rotulador lila para dibujar el nuevo mapa político del entorno de la capital catalana y relegar al pasado su impronta de cinturón rojo.

Y es que En Comú Podem se ha puesto morado en la mayoría de las principales ciudades del Baix Llobregat y el Barcelonès Nord. Como en Badalona, donde el influjo de Pablo Iglesias y Ada Colau se traduce en una victoria de 10 puntos por encima de los socialistas, que encajan un batacazo mayúsculo al pasar del 32% de apoyos el 2011 al 20% actual. El revés para el PSC es también relevante en Castelldefels,  donde ni siquiera es la segunda fuerza más votada, superados por Podem y Ciutadans. Los socialistas deben conformarse con superar por la mínima al PPC, el otro gran derrotado, puesto que venía de imponerse en los anteriores comicios.

El panorama es similar en L’Hospitalet, donde ni los 36 años de hegemonía del PSC en la alcaldía han contenido la marea lila, que ronda el 30% de apoyos. Las huestes socialistas ceden el primer puesto por 4 puntos de margen y solo se muestran capaces de resistir el embate de Ciutadans, terceros en liza con apenas la mitad de apoyos que la fuerza más apoyada.

HUNDIMIENTO DE CONVERGÈNCIA

Otros feudos históricos del socialismo metropolitano, como Cornellà y Santa Coloma de Gramenet, certifican el impacto de las fuerzas emergentes. En la ciudad del Baix Llobregat, se reproduce la correlación de las tres fuerzas más votadas de L’Hospitalet. Una situación ilustrativa en un enclave en el que, en los anteriores comicios generales, el PSC casi dobló en votos al PP, segundos entonces. El 'sorpasso' metropolitano tiene continuidad en Santa Coloma, donde En Comú Podem se lleva casi uno de cada tres sufragios en juego, seguido de nuevo por socialistas (28%) y Ciutadans (14%).

Mención especial para ERC, muy lejos de los registros de estas tres formaciones, pero que consigue doblar sus anteriores resultados en la mayoría de municipios. Justo la dinámica opuesta de Convergència, que encaja un sonoro KO con Democràcia i Llibertat, al no pasar de la sexta posición entre las formaciones más votadas de estas cinco ciudades.