ACUERDO PARA LA GENERALITAT VALENCIANA

Compromís y Podemos dan el 'sí' a Ximo Puig

El presidente en funciones valenciano, Alberto Fabra, y el candidato socialista, Ximo Puig.

El presidente en funciones valenciano, Alberto Fabra, y el candidato socialista, Ximo Puig.

LAURA L. DAVID / VALENCIA

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En primera votación, pero con suspense hasta el final, el socialista Ximo Puig se convirtió ayer en presidente de la Generalitat Valenciana con los votos del PSPV y Compromís y con 8 de los 13 'síes' de los diputados de Podemos. Cinco de los parlamentarios de la fuerza lila se abstuvieron para escenificar así su apoyo "crítico" y "vigilante" a lo que será finalmente un bipartito PSPV-Compromís. Los 50 votos favorables le dan a Puig la mayoría absoluta necesaria en un parlamento de 99 escaños en el que en los últimos 24 años los populares legislaron con holgura. Ayer el PP y Ciudadanos votaron en contra de la investidura de Puig, con una Rita Barberá muy activa que protagonizó desde su escaño varios rifirrafes con el líder socialista y con el síndico del PSPV, Manolo Mata. La portavoz de C's, Carolina Punset, se estrenó con desprecios al valenciano y amparando el 'no' de su grupo en el "populismo" y el "nacionalismo" que ve detrás del pacto con Compromís. Punset tendió la mano a Puig para reclamar una mejora de la financiación autonómica en Madrid, pero acusó al socialista de "dar pie" al comienzo de un proceso "soberanista" en la Comunitat Valenciana.  "El PSPV ha emprendido el mismo camino que hace 15 años tomó el PSC", lanzó la portavoz de C's, a quien Puig -que en casi todas sus intervenciones usó el valenciano- pidió "no generar problemas donde no los hay".

El sexto presidente del Consell prometió gobernar "pensando en los más humildes" y para ello, dijo, paralizará los casos "más graves" de desahucios, derogará el "copago confiscatorio", aplicará de manera "efectiva" la ley de la dependencia, abrirá los comedores escolares en vacaciones e implantará de forma "progresiva" la renta de garantía ciudadana. Además, impulsará una ley autonómica para la función social de la vivienda y una nueva ley de educación que "escuche al sector".

LAS VÍCTIMAS DEL METRO

La primera decisión del nuevo Gobierno, no obstante, será "pedir perdón" a las víctimas del accidente de metro, siniestro sobre el que, además, pretende reabrir la comisión de investigación en un pleno que tendrá lugar el próximo 3 de julio, cuando se cumplen 9 años de la tragedia.

Y otro compromiso guiará la presidencia de Puig; la exigencia al Gobierno central "independientemente del partido que gobierne" de un cambio del modelo de financiación y la negociación del pago de la deuda histórica. Si no, avisó el socialista, el Consell emprenderá "acciones legales" para conseguirlos.

Mónica Oltra, ayer en su papel de síndica de Compromís y futura vicepresidenta de Puig, recordó al socialista que el apoyo de los suyos no es "un cheque en blanco" sino un voto para "crear las bases de un nuevo país" en el que "ningún representante valenciano nos avergüence nunca más". Un apagado Alberto Fabra defendió con "orgullo" su gestión al frente de un gobierno marcado por la corrupción, a cuya "lacra" hubo constantes referencias desde las fuerzas de la izquierda.