La composición del Ejecutivo

Mas cuadra el Govern con Homs de portavoz y Ortega de vicepresidenta

Artur Mas, a su llegada al Palau de la Generalitat, antes de dirigirse a su nuevo despacho, ayer.

Artur Mas, a su llegada al Palau de la Generalitat, antes de dirigirse a su nuevo despacho, ayer.

NEUS TOMÀS
BARCELONA

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Francesc Homs será el rostro del Gobierno de CiU, el encargado de trasladar los acuerdos que se adopten cada semana en la reunión del Ejecutivo y, como secretario general de Presidència, la mano derecha de Artur Mas. El presidente de la Generalitat repara así uno de los errores del tripartito: la falta de un portavoz que diese cuenta de la acción del Govern y comunicase su opinión sobre las cuestiones más diversas. Homs también recupera para Presidència una de las atribuciones más preciadas: la competencia sobre los medios de comunicación públicos y la interlocución con los privados. Un ámbito que en el tripartito estaba bajo la tutela de Cultura pero que CiU ha optado por no mantener en la cartera que asume Ferran Mascarell.

Mas, a la vez que dota de protagonismo a uno de sus hombres, compensa a Unió al convertir a Joana Ortega en vicepresidenta del Ejecutivo, además de consellera de Governació i Relacions Institucionals. Ortega tendrá el rango que le fue otorgado al republicano Josep-Lluís Carod-Rovira -aunque con menos competencias que él- y que en su momento fue tan criticado por CiU. Los nacionalistas incluso apelaron al Consell Consultiu y Homs, entonces diputado, avisó de que la ley que regula esta figura estaba «tocada de muerte».

ESTRUCTURA / Dos años después, Carod será el encargado de hacer hoy el traspaso de poderes a Ortega. Uno de los ámbitos que la democristiana no heredará porque lo asume Presidència será el de Deportes. Falta por ver cómo se articula el control de las delegaciones del Govern y las competencias en política exterior. La vicepresidenta tendrá que recoger el testigo de Carod pero también el de Jordi Ausàs y se ahorrará la visita al Departament de Relacions Institucionals, aunque asume esa parte de las funciones de Joan Saura.

Ortega se convertirá así en uno de los pilares del nuevo Govern. Entre las competencias que sí tendrá destaca la de sustituir al president cuando Mas se ausente del país y durante los periodos de vacaciones. Y entonces la democristiana se convertirá, ni que sea en funciones, en la primera mujer que ostenta la presidencia de la Generalitat. Además, deberá coordinar el consejo técnico, el órgano que prepara los posteriores acuerdos que adopte el Ejecutivo en la reunión que lleva a cabo cada semana.

Mas se instaló ayer en su nuevo despacho y ya firmó los decretos de nombramiento de sus 11 consellers y de Germà Gordó como secretario del Govern. El president destacó que se trata de un equipo formado por «personas de primera fila y de reconocido prestigio», con «mucha experiencia y mucho currículo», y se mostró convencido de que darán una «buena imagen» a su Ejecutivo.

CiU sabe que uno de los problemas del tripartito fue precisamente la percepción de falta de seriedad que acabó transmitiendo a raíz de distintos episodios de discrepancias interna. El jefe del Govern pretende evitar cualquier parecido con el tripartito y ya en campaña dio instrucciones de que no quería el más mínimo incidente con los socios de Unió.Otra diferencia con la herencia recibida es que solo dos departamentos, Salut y Justícia, mantienen la misma denominación que tenían en la etapa de José Montilla. Los miembros del nuevo Ejecutivo tomarán posesión de su cargo este mediodía e inmediatamente después se reunirán por primera vez para perfilar una primera estructura de la Administración y se nombrarán los primeros cargos. Posteriormente, los consellers se desplazarán a sus respectivos departamentos para formalizar el traspaso de poderes.

El Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) ya publicó ayer algunos nombres del personal de confianza de Mas, entre ellos el del jefe del gabinete de prensa, Joan Maria Piqué, que lleva tiempo trabajando al lado del líder de CiU.