La repercusión en Madrid

El Gobierno cree que todo sigue igual para poder pactar con CiU

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID
NEUS TOMÀS / BARCELONA

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El Gobierno considera que todo sigue igual. Al fin y al cabo, su interlocutor en el Congreso de los Diputados para muñir los anhelados acuerdos con CiU continuará siendo Josep Antoni Duran Lleida, un dirigente respetado, según reconocen fuentes socialistas, a quien el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, suele alabar en el hemiciclo por su voluntad de diálogo. Así que la decisión de la federación nacionalista de que el democristiano no sea conseller en cap en su inminente Govern y continúe en el cargo que ha ejercido durante los últimos años, el de portavoz del grupo parlamentario en la Cámara baja, no coloca el acuerdo, a ojos de la Moncloa, ni más cerca ni más lejos de lo que estaba antes del anuncio conjunto que hicieron ayer el futuro president, Artur Mas, y el propio Duran.

Pero el entendimiento para que la fuerza catalana apoye las iniciativas económicas del Gobierno junto al PNV y a Coalición Canaria está cerca. Un par de pruebas. Por un lado, Mas explicó que a la hora de decidir que Duran se quedara en Madrid influyó el deseo de que un dirigente con experiencia influya en el Gobierno en el terreno económico. Por otro, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, dijo el miércoles pasado que el acuerdo, ahora que CiU ha dejado de estar en la oposición en Catalunya, era «previsible».

«Ah, ¿que Duran seguirá como portavoz de CiU en el Congreso? Pues muy bien», señaló irónicamente tras el Consejo de Ministros el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, informa Pilar Santos. El también portavoz del Ejecutivo dijo «respetar» que el democristiano asuma «alguna representación adicional», es decir, funciones de política exterior y autogobierno vinculadas a la Generalitat.

EL MÁS CRÍTICO / Los partidos catalanes se mostraron, asimismo, respetuosos con la decisión. El más crítico fue el PSC, que consideró que con el anuncio de ayer Mas incumple su promesa, tantas veces reiterada durante la pasada campaña, de hacer el Govern «de los mejores». El jefe de filas de los socialistas catalanes en el Congreso, Daniel Fernández, también recurrió a la ironía para calificar la decisión de CiU. «Mas dijo que haría el Govern de los mejores pero ni siquiera es capaz de poner a los mejores de CiU», sostuvo.

El tono de los republicanos fue distinto. El portavoz de ERC, Ignasi Llorente, se mostró partidario de esperar a ver cómo funciona el futuro Ejecutivo catalán y subrayó que, dado que Mas ya ha sido conseller en cap, debe saber si necesita o no que alguien ostente ese cargo en su propio Govern. En cualquier caso, Llorente consideró que la permanencia de Duran en Madrid responde a la voluntad de la federación nacionalista de regresar a su papel de «muleta» del PSOE o del PP, según quien ocupe la Moncloa. «Nos preocupa que CiU dé cobertura a Mariano Rajoy», concluyó el republicano.

Y, por último, la portavoz de Iniciativa, Dolors Camats, opinó que la medida anunciada por Mas y Duran no tenía, en el fondo, tanta importancia. Para la ecosocialista, la presencia o ausencia del democristiano en el Govern no condicionará la «orientación» de las políticas que adopte CiU en la Generalitat.