las reacciones

Los partidos deploran el fin de la unidad y se culpan mutuamente

El portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, ayer en los pasillos de la Cámara catalana.

El portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, ayer en los pasillos de la Cámara catalana.

TONI SUST
BARCELONA

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Otro día de la marmota en el Parlament. Los partidos catalanes lamentaron ayer la pérdida de la unidad en defensa del Estatut en las votaciones de las propuestas de resolución del Congreso, el martes. Todos menos el PP y Ciutadans se mostraron compungidos, decepcionados y dolidos por ello. Y todos coincideron en que la culpa es de otro. CiU y ERC culparon al PSC, por no votar en un sentido distinto al PSOE. El PSC culpó a CiU, por moverse por electoralismo. E ICV culpó a los citados anteriormente por no hacer como ellos, que no votaron contra ninguna resolución; se abstuvieron.

La indignación, en definitiva, desbordó la sala de prensa del Parlament. El nacionalista Oriol Pujol acusó al PSC de forzar «un triste papel» del frente catalán en el Congreso días después de que, según relató, se evitara en el Parlament en el último momento gracias a Artur Mas y al plan que este propuso y que elpresident, José Montilla, aceptó. Como hizo CiU el martes, Pujol acusó al PSC de desestimar que solo se presentara en el Congreso una propuesta de resolución como la del viernes, con el preámbulo del Estatut. El nacionalista acusó al PSC de anteponer lo que quiere el PSOE a lo que quieren Montilla y Catalunya. También el propio Artur Mas habló del tema y calificó de «vergonzosa» la actuación de los socialistas.

Igualmente crítica con el PSC, la portavoz de Esquerra, Anna Simó, se mantuvo en la reciente línea de los republicanos de tomar distancia con su socio sin aparente vuelta atrás posible. Simó afirmó que los socialistas catalanes han tomado la decisión de «bajarse del tren en la próxima estación. Hemos viajado juntos siete estaciones», agregó en alusión a los años del primer y el segundo tripartito. La portavoz calificó de «error» que el PSC apoyara su resolución conjunta con el PSOE y votara en contra de las de CiU, ERC e ICV. Sin ser dura, Simó fue rotunda.

La ecosocialista Dolors Camats calificó de «totalmente decepcionante» lo sucedido y, más que enzarzarse con otros partidos, miró al futuro con inquietud: «Se lo hemos puesto demasiado fácil al PP y al PSOE». Camats dio por hecho que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lo tendrá muy bien para no asumir compromiso alguno en defensa del Estatut.

CABEZA DE RATÓN / El socialista Joan Ferran compareció con un cabreo monumental. Achacó al «obstruccionismo y electoralismo» de CiU que no prosperara una resolución como la del PSOE y el PSC, que, subrayó, defendía el Estatut. Precisó que en el Parlament fue Montilla quien salvó la unidad «pese a la trampa que le puso Mas». Hizo una defensa cerrada de las gestiones de Zapatero en favor del Estatut y del hecho de que el PSC esté en el grupo del PSOE. E iba repitiendo: «Estamos muy molestos». «Prefieren ser cabeza de ratón que cola de león, y así va el país», afirmó indignado, dolido, molesto.