Puig cree que "España ya ha sentenciado" sobre la carta catalana

CDC ha advertido hoy que la "inminente" sentencia del Constitucional que presumiblemente supondrá un recorte "traumático" del Estatut marcará el final de un ciclo, el de la Transición, y abrirá una nueva etapa con una "hoja de ruta" que incluirá el derecho a decidir de los catalanes.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del secretariado permanente de CDC, el secretario general adjunto, Felip Puig, ha considerado: "Estamos a las puertas del final" de la Transición democrática que viene determinada por una "clara involución autonómica", "sutil y "anestésica", y por la intromisión del gobierno central en Catalunya.

Con este "cierre de ciclo", que representa una "clara agresión" hacia Catalunya, ha dicho Puig, se abre una nueva etapa con una "hoja de ruta" que incluye, ha advertido el político convergente, el "derecho a decidir" y "nuestra voluntad de autogobierno".

Nueva reunión

El Tribunal Constitucional se ha reunido de nuevo hoy para debatir el séptimo borrador de sentencia del Estatut y, en caso de que no haya un acuerdo en su conjunto, podría ser votado artículo por artículo.

"La única duda es si será una sentencia de golpe o por fascículos", ha subrayado Puig, que ha considerado, no obstante, que "España ya ha sentenciado" sobre la carta catalana.

Calibrar la respuesta

Ante esta nueva situación que se abre, con un Estatut recortado, el secretario general de CDC ha declarado que Catalunya y los partidos políticos tendrán que "calibrar muy bien cuál será la respuesta", desde la "responsabilidad y la seriedad", pero que, en todo caso, debe ser una "respuesta política muy firme".

De hecho, el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el líder de la oposición, Artur Mas, han mantenido contactos ante la posible proximidad de una sentencia contraria al Estatut.

Itinerario trazado

Según Puig, el "itinerario de esa respuesta" ya está "más o menos trazado" e incluiría la convocatoria de un pleno extraordinario, una manifestación y una cumbre política debido, ha añadido, a la "desautorización de la voluntad soberana" de los catalanes.

"En este final de etapa hay una sensación de insatisfacción, de rechazo en buena parte de la sociedad catalana", ha concluido Puig.

No hay plan B

Por su parte, el líder de ERC, Joan Puigcercós, ha considerado hoy que si el Tribunal Constitucional (TC) dicta sentencia contra el Estatut "no hay un Plan B" sino que "Catalunya tendrá que buscar su propia legalidad y tener un Estado" a menos que se quiera "aceptar y acatar la legalidad española".

Según ha señalado el presidente de ERC en unas declaraciones a Catalunya Ràdio, si después de tres años el TC emite una sentencia que recorta o limita el Estatut "no hay Plan B" sino que "solo quedarán dos caminos".

No pasaremos por aquí

"O bien se acepta la legalidad española y se acata, y nosotros no pasaremos por aquí -ha asegurado- o el otro camino es no admitir" que se suprima lo que ha avalado el pueblo de Catalunya, y "decir que esta legalidad no nos interesa y que Catalunya tiene que construir su propia legalidad, tiene que ser un estado, y esto significa dar la palabra al pueblo para ejercer el derecho a decidir".

En su opinión, la sentencia provocará "un escenario incómodo" para los autonomistas y federalistas, porque se "habrá acabado una etapa, y no sabemos qué querrán hacer a partir de entonces".

En cualquier caso, ha señalado, cada vez habrá más independentistas porque "una parte importante del país que no se había planteado ser independentista ahora piensa que puede ser el escenario mejor y más realista en comparación con otros".