Triplicar la capacidad de renovables para 2030: una carrera a contrarreloj

Triplicar el potencial mundial de las energías renovables para finales de esta década forma parte de la hoja de ruta que deben seguir los países para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados, el umbral de seguridad que se ha fijado desde la ciencia y que se marcó como objetivo en los Acuerdos de París.

A finales de este mes, en la cumbre del clima de Dubai (COP28), los países tienen una última oportunidad para lograr alcanzar un acuerdo contundente que permita reducir de forma drástica las emisiones contaminantes antes de 2030.

La eficiencia energética y la electrificación impulsada por las energías renovables y el hidrógeno verde están impulsando la transición energética, pero la magnitud y el alcance de esta transformación requiere un despliegue de sistemas de generación de energía renovable en más países y regiones, que permita la descarbonización efectiva de la industria.

Una carrera a contrarreloj

Antes de empezar la nueva década, la capacidad mundial instalada de generación de energía renovable tendría que multiplicarse por más de tres, pasando de 3.382 GW en 2022 a 11.174 GW. Para cumplir con este objetivo, se deberá aumentar la capacidad energética verde instalada en aproximadamente una media de 1.000 GW por año -incluido este 2023-, hasta llegar a finales de década.

En la realidad, es posible que el aumento de las energías no contaminantes en esta década no sea lineal. Esto sostienen los expertos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que aseguran que cabría esperar que cada año el aumento de capacidad adicional sea superior gracias a la aceleración de las propias tecnologías de energía renovable.

La solar y la eólica marcarán el futuro verde

Las principales protagonistas de esta transformación energética serán las energías solar y eólica, y en menor medida, la hidráulica. Así lo sugiere el informepresentado hace dos semanas por la Presidencia de la COP28, la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) y la Alianza Mundial de Energías Renovables (GRA).

En concreto, y según el documento, la capacidad solar fotovoltaica instalada podría aumentar a finales de década más de 5.400 GW, desde los 1.055 GW de 2022, y las instalaciones eólicas -tanto en tierra como en mar- superarían los 3.500 GW, desde los 899 GW de 2022. Estas dos energías renovables pasarían de representar el 10% de la electricidad total general actual, al 46% en 2030.

El tercer mayor aumento del potencial de generación correspondería a la energía hidroeléctrica. Para 2030, la capacidad hidroeléctrica mundial instalada podría crecer casi un 17% con respecto al nivel de 2022, alcanzando los 1.400 GW.

Trayectorias diferentes y un objetivo común

Los países tienen ahora un objetivo común, pero, como apuntan los expertos, los estados seguirán trayectorias diferentes a la hora de acelerar el despliegue del potencial de energía renovable.

Aquellos con menores barreras a la inversión, mayor potencial de recursos de energías renovables y mercados energéticos más maduros -entre otros factores- deberán aspirar a mayores incrementos de la capacidad renovable, en favor de los que tienen menos posibilidades, con quienes tendrán la obligación de compartir conocimientos tecnológicos para que puedan ampliar también su potencial verde.

Con todo, nuestro éxito en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en esta década determinará si el aumento de la temperatura mundial puede limitarse a 1,5 °C. La buena noticia es que sabemos lo que tenemos que hacer y cómo hacerlo.