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Gemma Martínez

Gemma Martínez

Directora adjunta de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA

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Cuando el talento no se va de Barcelona

Mercedes Balcells Camps

Mercedes Balcells Camps / Ferran Nadeu

Barcelona está necesitada de referentes para combatir la melancolía enfermiza, esa nostalgia de que cualquier tiempo pasado fue mejor, que en pequeñas gotas tiene buen sabor pero que en exceso puede provocar parálisis, decaimiento y hasta enfermedad. Identificar los casos de éxito que desmienten la decadencia de la ciudad, que es más mito que realidad, es responsabilidad de todos, EL PERIÓDICO incluido.

En esta dirección hay que enmarcar ejemplos como el de Mercedes Balcells-Camps, con quien Núria Navarro conversó de forma magistral este domingo. Ella forma parte de una saga de ingenieros y arquitectos catalanes, los Balcells-Buïgas, creadores de símbolos de Barcelona a los que todo el mundo abraza, como el monumento a Colón, la Font Màgica y los bancos Transatlántico y Atlántico de la Diagonal. Pero Mercedes (Barcelona, 1972) eligió otro camino y se dedica a la investigación de ingeniería biomédica. Recrea órganos y tejidos del cuerpo para diagnosticar antes las enfermedades y dar con soluciones.

Balcells-Camps, que ha podido distinguir el sonido de una célula con cáncer de mama, realiza toda esta actividad entre Estados Unidos y España. Desde hace tres décadas es una de las pocas mujeres investigadoras principales del MIT, el templo tecnológico de Boston. Además, es profesora del Instituto Químico de Sarrià. Asegura que trabaja indistintamente con sus grupos de investigación, los de Boston y los de Barcelona. Ahora empieza a ver cerca volver al cien por cien a la capital catalana, para compartir aquí lo aprendido en EEUU.  

Casos como el de Balcells-Camps, dignos de alabar, son el mejor ejemplo de cómo la globalización y la movilidad han elevado las oportunidades para el talento de Barcelona. Este puede irse fuera y, a la vez, mantener una parte de su carrera profesional en la capital catalana, hasta que llegue el momento del retorno completo para regocijo de todos, salvo para los profetas de la decadencia de Barcelona.

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