Elecciones 12-M
Astrid Barrio

Astrid Barrio

Profesora de Ciencia Política de la Universitat de València. Miembro del Comité Editorial de EL PERIÓDICO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Procés o post-procés en manos del PSC

Catalunya, ¿nueva etapa política tras el 'procés'? Así la interpretan los partidos

Así están las encuestas de las elecciones en Catalunya 2024

Salvador Illa en el congreso del PSC

Salvador Illa en el congreso del PSC / Manu Mitru

Algunos de los sondeos que se han publicado desde la convocatoria electoral avanzada, entre ellos el del GESOP para este diario, apuntan a que el próximo 12 de mayo los partidos independentistas podrían perder la mayoría absoluta en el Parlament de Catalunya. De confirmarse estos augurios se produciría un vuelco histórico en la trayectoria electoral catalana en este tipo de elección la ya que desde 1984 los partidos nacionalistas, ahora mutados en independentistas, siempre han tenido mayoría absoluta.  

Estos resultados, y de confirmarse también la primera posición del PSC en votos y escaños que casi todas las prospecciones electorales prevén, podrían ser interpretados como un aval a la tesis del final del procés que defiende este partido y que atribuye en parte a las consecuencias de sus políticas - los indultos y la ley de la amnistía- pero que también respondería al desgaste y a la fatiga del electorado que asimismo detectan las encuestas. No parece sin embargo, que estos posibles resultados sean suficiente para dar lugar a un gobierno de naturaleza constitucionalista ya que en ese espacio, a diferencia de lo que sucede en el independentista, la fractura izquierda-derecha todavía es determinante y teniendo en cuenta que para ello sería necesario el concurso de Vox, un partido al que todas las formaciones menos el PP someten a un estricto cordón sanitario, la investidura de Salvador Illa con el apoyo de todos los partidos constitucionalistas resulta inviable. En consecuencia, lo que parece más probable, aunque quizás no de entrada y por ello sea necesaria una maduración en forma de repetición electoral, es un acuerdo entre bloques que implique a socialistas, republicanos y comuns, presidida por los primeros, una fórmula tripartita como la que ya existió en el período 2003-2010.

Pero tampoco es improbable que esos mismos resultados arrojen un escenario muy diferente si tal y como también apuntan algunas encuestas Junts, ahora bajo precisa fórmula de + Puigdemont, queda en segunda posición y reivindica la investidura de su líder como acto de desagravio y de reparación. Al fin y al cabo, esta es su aspiración desde que fue despojado del poder en 2017 en aplicación del artículo 155 y tras los intentos frustrados de 2021. Y si a eso se le añade la actual dependencia de Pedro Sánchez de los votos de Junts no resulta nada descabellado pensar que el PSOE pueda llegar a sacrificar una Generalitat presidida por un socialista con el objetivo de mantener el Gobierno de España. En ese caso, más que ante el fin del procés podríamos asistir a una reactivación del mismo y más si Puigdemont, como ya ha avanzado, dice estar dispuesto a culminarlo y Junqueras, para no quedarse atrás en la tradicional pugna, dice estar dispuesto a volver a la cárcel. Llegados a este punto si entramos en la fase de post-procés o si volvemos a empezar dependerá del grado de sumisión o de independencia del PSC. Es decir de si decide comportarse como un partido de estricta obediencia catalana que prioriza sus intereses y los de los catalanes o de si subordina sus intereses a los del PSOE confirmando así la vieja tesis de que es una sucursal.

Suscríbete para seguir leyendo