Opinión

Eliseo Oliveras

Nueva amenaza ultra en la UE

El líder del partido Chega, Andre Ventura, saluda a sus simpatizantes durante un mitin para las elecciones del pasado mes de enero.

El líder del partido Chega, Andre Ventura, saluda a sus simpatizantes durante un mitin para las elecciones del pasado mes de enero. / PATRICIA DE MELO MOREIRA

El éxito del ultraderechista portugués Chega en las elecciones del 10 de marzo es una nueva alerta en la Unión Europea (UE) sobre el descontento social y político existente entre los ciudadanos por los efectos de las políticas nacionales y europeas y por la forma de gobernar a nivel nacional y europeo. Este descontento se traduce en un voto de protesta a favor de formaciones ultras y en un voto de castigo a los partidos tradicionales. En sólo dos años, Chega ha multiplicado por cuatro el número de diputados en Portugal hasta llegar a 48 y ya controla el 21% del Parlamento.

Los sondeos indican que ese descontento desatendido impulsa en las elecciones del 9 de junio el mayor avance ultra desde la creación de la UE, pese a que detrás de sus discursos populistas se esconden programas socioeconómicos que priman los intereses de la élite y un mal disimulado autoritarismo. Los partidos tradicionales han asumido la agenda ultra contra la inmigración, legitimando aún más a la extrema derecha. Pero soslayan que las principales fuentes del descontento son la desigualdad social, la pérdida de poder adquisitivo, el coste desmedido de la vivienda, el deterioro en educación, sanidad y transportes y el agravamiento de la inseguridad.

Un sondeo de Ipsos para 'Le Monde', en colaboración con el Instituto Montaigne y la Fundación Jean Jaurès, confirmó este mes la amplia base social del ultra Agrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen. El partido lidera la intención de voto en las europeas con un 31%, frente al 18% del partido presidencial de Emmanuel Macron, lo que sumado al 5% del ultra Reconquista de Eric Zemmour da un respaldo a la extrema derecha del 36% en Francia.

Le Pen, cada vez más arraigada

El análisis sociológico del sondeo indica que el partido de Le Pen está cada vez más arraigado en las clases populares (que la izquierda ha perdido) y que se extiende entre la clase media. El 58% de los obreros y el 43% de los empleados votará a Agrupamiento Nacional, al igual que el 31% de los autónomos, el 27% de las profesiones intermedias y el 19% de los cuadros superiores. El 58% votará al partido de Le Pen debido al descontento con su situación y el 72% para expresar su rechazó a Macron y a su Gobierno.

Otro sondeo del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) de febrero indicó que el 65% de los europeos está descontento con el funcionamiento del sistema político en su país. El 48% también considera que el sistema político en la UE tampoco funciona, frente al 43% que tiene una visión positiva.

En Italia, el ultra Hermanos de Italia de la primera ministra Giorgia Meloni, encabeza la intención de voto con el 28%, 2 puntos más de los obtenidos en las elecciones de 2022. Meloni cultiva vínculos especiales con Donald Trump e influye desde fuera en el Partido Popular Europeo. Como líder más presentable de la ultraderecha, aspira a reorientar la UE. En Hungría, Fidesz del autoritario primer ministro Viktor Orban también lidera los sondeos con un 48%. En Austria, el ultra Partido de la Libertad (FPÖ), en la oposición, encabeza la intención de voto con el 27% en las elecciones europeas y en las nacionales de otoño, 4 y 6 puntos por encima de socialistas y populares.

Cita electoral en Bélgica

En Bélgica, que el 9 de junio elegirá también sus diputados federales y regionales, el ultra Interés Flamenco (WB) lidera la intención de voto con más del 25% y una proyección de 25 diputados en el Parlamento federal sobre un total de 150, lo que lo convertiría en el partido con más escaños, indica el sondeo de Kantar para las revistas 'Knack' y 'Le Vif'. El sondeo destaca que la segunda fuerza con más diputados será el marxista Partido de los Trabajadores (PTB-PVDA) con 21 escaños, mientras que los liberales del primer ministro Alexandre de Croo perderían la mitad de los suyos, quedándose con 6 diputados.

El líder ultra holandés Geert Wilders, que ganó las elecciones de noviembre de 2023 acaba de renunciar a ser primer ministro al no sumar una coalición y ahora los partidos preparan crear un Gobierno tecnocrático extraparlamentario. Pero en estos meses, la intención de voto al Partido por la Libertad (PVV) de Wilders ha subido del 23,5% obtenido en los comicios hasta el 33%, mientras que los liberales (VVD) del saliente primer ministro Mark Rutte han caído hasta el 11%, 4 puntos menos que en los comicios y lejos del 21% de las elecciones de 2021 y 2017. La ultraderecha también aparece en los sondeos en segunda posición en Alemania (18%), Polonia (30%) y Suecia (21%) y en tercera posición en España (9,9%) y Finlandia (18%).

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