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Sostiene Mas Cantí

El expresidente del Cercle insiste en que el independentismo ha perjudicado a Catalunya y cree que Europa debe avanzar con más rapidez. La alternativa es la irrelevancia

Joan Mas Cantí.

Joan Mas Cantí. / ELISENDA PONS

Joan Tapia

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Hace años dije que era el gran activista de la burguesía. De la que desde los 50 hizo todo lo que pudo para desde el Cercle d'Economia predicar -sin ir a la cárcel- que una democracia europea y la economía de mercado eran el futuro a conquistar. Se quejó: “¡Hombre!, ¿activista?”. Pues sí, a los 94 años, Joan Mas Cantí protagonizó el miércoles en el Foment un acto, con Jordi Alberich, para insistir en lo que piensa y en lo que hay que hacer. ¿Por qué en Foment? Sánchez Llibre lo dijo al presentar el acto: Mas Cantí fue clave junto a Ferrer Salat, como antes en la fundación del Cercle, para revitalizar una institución que durante el franquismo tuvo que dormitar. 

Está satisfecho porque Europa avanza. Pero inquieto porque debe hacerlo con más rapidez. Caso contrario, los países europeos no pintarán nada en el mundo que viene.

¿Catalunya? Aquí está más preocupado. Es catalanista y sabe que Catalunya está mejor, pero insiste -su viejo amigo Jordi Pujol le escuchaba en primera fila- que el independentismo ha sido un error que la ha perjudicado. Le gusta citar a Vicens Vives, que en los 50 les dijo a los entonces jóvenes del Cercle: “Catalunya es una nación, pero España también, y la solución es Europa”.

Lamentó no sentirse cerca -como muchos catalanes de centro- de ningún partido. Desde luego no de Junts, al que tachó de “separatista”. En la Transición la gente como Mas Cantí fundó un partido de centro catalanista, pero Pujol les ganó la batalla. ¿Por qué no se entendieron con UCD en las elecciones del 77? ¿Por qué Ferrer Salat, el gran motor, optó por construir la CEOE? Sea como sea, cree que CDC se equivocó al no querer ministros en Madrid. 

Hay -dice- más bienestar social, pero hoy al capitalismo le mueve más el dinero que la empresa. Y hay exceso de desigualdades. Propuesta: que los beneficios no sean solo de los accionistas, sino que una parte vaya a los trabajadores. Mejoraría la economía al impulsar el poder de compra. Y el clima social. A los 94 años piensa y sigue. 

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